Por: Ellen Lee Alderton*
Noviembre es el Mes de Concientización sobre la Diabetes y, lo más probable es que conozca a alguien que tiene esta enfermedad. La diabetes plantea un enorme problema de salud en la comunidad latina/ hispana. En los Estados Unidos, aproximadamente uno de cada diez latinos de 20 años o más es diagnosticado con diabetes. Y muchas personas pueden tener la enfermedad sin darse cuenta.
Hay dos tipos de diabetes, tipo 1 y tipo 2. La diabetes tipo 1 generalmente se desarrolla en la infancia y se produce cuando el cuerpo ataca a sus propias células productoras de insulina. La insulina es la sustancia que el cuerpo usa para absorber la glucosa (un azúcar simple) de la sangre. Las personas con diabetes tipo 1 requieren inyecciones de insulina para mantenerse saludables.
La diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad, generalmente se desarrolla más adelante en la vida. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o no usa la insulina tan bien como debería para absorber la glucosa de la sangre. Como resultado, la glucosa se acumula en la sangre y puede causar diferentes problemas con el tiempo, incluidos daños en los ojos, los riñones, los nervios o el corazón. La diabetes tipo 2 se trata principalmente a través del ejercicio, una dieta estricta y también con medicamentos.
De acuerdo con la Asociación Latina de Diabetes (LDA) debe visitar a su médico para hacerse una prueba de diabetes si tiene alguno de los siguientes síntomas: micción frecuente, pérdida de peso inexplicable, cambios repentinos en la visión, sensación fatigado la mayor parte del tiempo, llagas que tardan en sanar, sed excesiva, hambre extrema, hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies, piel muy seca o más infecciones de lo habitual.
La buena noticia sobre la diabetes tipo 2 es que, en gran medida, se puede prevenir. Los Institutos Nacionales de Salud federales han descubierto que las personas en riesgo de diabetes tipo 2 pueden reducir sus posibilidades de desarrollar la enfermedad al perder peso, participar en actividad física durante 30 minutos por día, cinco días por semana, y elegir alimentos más saludables que limiten la cantidad de calorías y la cantidad de grasa en la dieta.
LDA enfatiza, “Lo has escuchado innumerables veces antes: come sano”. Al mismo tiempo, no siempre está claro lo que significa “comer sano”. La organización proporciona algunas pautas muy simples para las personas que desean mejorar su dieta y reducir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2: Coma una variedad de frutas y verduras, y evite los bocadillos salados y llenos de grasa. Beba agua en lugar de refrescos o bebidas de frutas. Pruebe alimentos a la parrilla u horneados en lugar de alimentos fritos. Si siente un antojo por los dulces, coma un pedazo de fruta en lugar de un postre. (*Ellen Lee Alderton es la Directora de Educación de La Mano Amiga, una organización sin fines de lucro con sede en Colorado.) f