RICHMOND: El gobernador Ralph Northam anunció hoy (6 de abril) que la División de Servicios de Laboratorio Consolidado (DCLS) del Departamento de Servicios Generales (DGS) es uno de los primeros laboratorios de salud pública en la nación en utilizar tecnología genética para ayudar a los funcionarios de salud pública a comprender y rastrear mejor alcance de la pandemia COVID-19 para fortalecer los esfuerzos de prevención y respuesta.
DCLS está utilizando la secuenciación de próxima generación para decodificar genéticamente algunas muestras de Virginia que contienen el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, que causa COVID-19. Observar esta huella genética puede ayudar a los funcionarios de salud pública a rastrear cómo está cambiando el virus y proporcionar información sobre cómo se transmite.
“Los avances en la secuenciación genética nos permiten rastrear y analizar COVID-19 mejor que los brotes anteriores”, dijo el gobernador Northam. “Esta tecnología innovadora, combinada con el trabajo de nuestro laboratorio de salud pública y epidemiólogos en todo el Commonwealth, nos ayudará a comprender el virus, cómo se propaga y cómo puede cambiar. Y eso nos dará más herramientas para combatirlo”.
DCLS está trabajando junto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Y socios internacionales de salud pública y universidades utilizando equipos de laboratorio especializados y software de computadora para reconstruir la composición genética del virus que se encuentra en pacientes con COVID-19. DCLS está trabajando en colaboración para crear una biblioteca que almacene la información no solo de las muestras positivas que identifica, sino también las analizadas en instalaciones privadas, sistemas de atención médica y universidades en Virginia.
Escondido en la composición genética del virus hay pistas sobre su origen. Poco después de que el virus apareciera en China, los científicos utilizaron la secuencia para descifrar su información genética y la pusieron a disposición de la comunidad internacional de salud pública. A medida que el virus viaja de una persona a otra, realiza copias de sí mismo y, a veces, realiza pequeños cambios genéticos llamados mutaciones. Los científicos pueden leer estas mutaciones como una hoja de ruta, rastreando cómo se relacionan los casos.
La secuenciación de próxima generación genera enormes cantidades de datos, que son analizados por bioinformáticos especializados en DCLS. El laboratorio comparte los datos con los funcionarios de salud pública y los carga en GISAID, un repositorio en línea donde los datos genómicos están disponibles para epidemiólogos y virólogos de todo el mundo. Nextstrain, un recurso en línea para que los científicos rastreen visualmente la genómica del virus, crea diagramas que favorecen los árboles genealógicos que muestran las relaciones evolutivas entre las diferentes muestras recolectadas en todo el mundo.
“Esta huella genética nos da una visión tremenda de este nuevo virus, ayudándonos a entender dónde se originaron los casos de Virginia y cómo se transmiten en nuestras comunidades”, dijo la Dra. Denise Toney, directora de DCLS. “Brindar esta información en tiempo real es increíblemente valioso para los funcionarios de salud pública, ya que determinan cómo reducir el impacto de COVID-19 en nuestras comunidades”.
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