Armonía en el desacuerdo

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(FILIPENSES 4:1-8)

Por: Rev. Julio Ruiz

INTRODUCCIÓN: Se cuenta una vez que en una carpintería hubo una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.  ¿La causa? Sencillamente “Hacia mucho ruido” y, además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo, -dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.  Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija.  Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.  Y la lija estuvo de acuerdo con la condición de que fuera expulsado el metro porque siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el overol e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.  Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el Serrucho y dijo: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”. La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limpiar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Hoy les voy a hablar de dos mujeres trabajadoras, llamadas Evodia y Síntique, pero que en algún momento de sus vidas manifestaron sus desacuerdos. Estamos hablando de madurez cristiana. Nuestro tema es: “Armonía en el desacuerdo”. Cómo se da la armonía en un desacuerdo. 

I.ELOGIANDO LAS VIRTUDES MÁS QUE REVELAR LOS DEFECTOS

1. El poder de las palabras v. 1. Se sabe que las palabras tienen el poder de levantar o el poder de destruir. Pablo pudo enfrentar la situación con estas dos hermanas utilizando el mecanismo del mandato, pero en lugar de eso utilizó los elogios v. 1. Este es un texto que está lleno de un profundo afecto y calor cristiano. Vea la construcción de cada palabra. Ellos y ellas eran sus “hermanos”. Esto no debe olvidarse a la hora de abordar una diferencia con otro. No es un inconverso para ser tratado de otra forma. Luego dice “amados”. Esta palabra nos viene de la raíz griega “ágape” y tiene el mismo sentido cuando el Padre decía: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”. También les dijo “deseados”. Aquí estos deseos están en armonía con todo el contexto. Pablo tenía un gran deseo de ver a sus amados hermanos, incluyendo a Evodia y Síntique, para abrazarlas y animarlas. Y note que Pablo habla del “gozo y corona mía”. ¡Qué manera de ver a sus hermanos! Como vemos, no es cualquier cosa un creyente. Elogios en lugar de críticas es el secreto para tratar los desacuerdos. Las palabras o edifican o destruyen. Hay poder en las palabras.

2. El poder del reconocimiento v. 3.  Observe la importancia de este texto. Pablo sabía que tenía a dos hermanas muy valiosas en esa congregación. Y si bien es cierto que hubo una diferencia entre ellas ahora le pide a Epafrodito, “el compañero fiel” de acuerdo al 2:25, que trate de una manera especial a estas dos maravillosas hermanas. Para esto Pablo apela al poder del reconocimiento. Notamos en este texto que Pablo aun cuando tiene autoridad para exigirles a las hermanas un mejor comportamiento se va por la vía de la diplomacia. No comienza señalando sus deficiencias, sino reconociendo sus enormes virtudes. De hecho, él menciona que ellas han sido sus colaboradoras en el evangelio. Uno de los propósitos de las críticas es borrar de un solo plumazo todas las virtudes. No permitamos que una lengua deslenguada arruine el testimonio de alguien por quien Jesucristo murió. Somos llamados para afirmar las virtudes y no para desanimar con las críticas. La mejor manera de valorar a las personas es tocando sus corazones. La palabra “amados”, unida a la palabra “gozo”, son dadas para afirmar. Cuanto bien hace el reconocimiento.

II.USANDO LA SENSIBILIDAD MÁS QUE LA CONFRONTACIÓN

1. Buscando la salida.  De acuerdo con lo que Pablo nos dice la iglesia de los filipenses era su corona, pero cuando habla de la visible divergencia que se dio entre estas dos hermanas, auténticas siervas del Señor, parece que encontró una “espina” en esa corona. Un pastor anhela que en la iglesia no haya desacuerdos entre los miembros. Pero no debe sorprendernos que aun entre los buenos creyentes tales cosas sucedan. Alguien ha dicho que donde hay luces habrá alimañas y donde hay perros habrá pulgas. Es interesante pensar por qué Pablo mencione a estas dos hermanas. Note que esta iglesia era totalmente distinta a los corintios. ¿Por qué Pablo hizo público la vida de estas dos hermanas?  ¿Tendría a Evodia y a Síntique en mente cuando escribió Filipenses 2:3,4? El asunto era que Evodia y Síntique eran dos hermanas muy claves en la iglesia y el ministerio del apóstol y él no podía darse el lujo que estas hermanas estuvieran en tal desacuerdo que al final se fueran de la iglesia.

2. Firmeza pero no rudeza v. 2. Note la manera como Pablo comienza este texto: “Ruego a Evodia y a Síntique”. ¿Qué es lo que le pide? ¿Cuál es su ruego? Bueno, que “sean de un mismo sentir en el Señor”. El nombre “Síntique” puede traducirse como “afortunada” y “afable”. Mientras que “Evodia” significa “próspera” y de “agradable aroma”. Pero lo cierto es que en ese momento ni la una estaba siendo afable ni la otra estaba despidiendo un agradable aroma. Ambas, muy a pesar de sus altas virtudes y su indiscutible trabajo en la obra, estaban a punto de irse a la ruina espiritual. Lamentablemente la iglesia estaba siendo testigo de una confrontación entre dos excelentes hermanas, que al parecer no se sabe por qué estaban disgustadas, pero que tal situación podía contaminar la buena marcha de la iglesia.

III.      REVELANDO LA CARA DE LA GENTILEZA

1. Lo que significa esta palabra v. 5. Cuando uno estudia lo que Pablo nos quiso decir con esta sola palabra, nos enteramos de que es una de las más ricas de las que se tenga conocimiento, y que es tan necesaria para adornar la vida de un creyente, tales como Evodia y Sintique. Observe los posibles significados de una misma palabra: amabilidad, tolerancia, paciencia, dulce razonabilidad, mansedumbre, clemencia, sumisión, caridad, miramiento, magnanimidad, cordialidad, generosidad… De este significado se desprende el hecho que un creyente debiera reflejar su más dulce carácter en su trato para con los demás. Es la palabra que tiene la misión de moderar y apaciguar la fea reacción de la ira (Pr. 15:1). Es alguien que es inflexiblemente flexible ante una situación que busca el balance y el equilibrio. Es la persona que no se deja arrebatar por el momento, sino que con amabilidad corrige el problema. Me llama la atención que Pablo haya escogido a Epafrodito (si fuera él) para allanar las diferencias que había entre estas dos buenas hermanas. No todos tienen esta gracia.  Feliz la iglesia que cuenta con hermanos que pueden ayudar a otros, porque ellos mismos son un fiel reflejo de un carácter gentil.

2. El resultado que esto trae v. 4. Una de las cosas que hace rico el estudio de la palabra es la conexión de una idea con el contexto donde se está desarrollando. Es el caso de este pasaje donde uno puede ver que cada versículo nos trae diferentes temas, pero no debemos perder de vista lo que Pablo está tratando de las diferencias entre estas dos hermanas. De modo entonces que este imperativo del gozo es la más indiscutible revelación de lo que debe caracterizar la gentileza cristiana. Muéstreme a un creyente que viva lleno de gozo y le mostraré a un creyente gentil, lo contrario sería una contradicción de términos.

CONCLUSIÓN: Cuando hablamos de la madurez espiritual, el nombre de estas dos mujeres nos muestra el otro rostro del proceder del creyente. ¿Qué debemos aprender de esto?  Pues que Sintique siga siendo “afable” y que Evodia siga siendo de “agradable aroma”. Esto nos ayudará para vivir en armonía a pesar de los desacuerdos. Los textos finales (vv. 6, 7) de este pasaje tampoco están fuera del tema que hemos venido tratando. Si algún asunto produce estrés a un buen creyente como Evodia y Sintique es la diferencia que puede darse en algún momento con el que se interrumpe la paz. De allí que la recomendación de Pablo es que, en lugar de estar afanosos por estos conflictos, que lo traigamos delante del Señor con “toda oración y ruego”. El resultado de esto será que la paz de Dios guardará y protegerá nuestros corazones. Entonces, a pesar de nuestras diferencias, mantengamos la armonía siendo afables como Evodia y de agradable aroma como Sintique. Que seamos de un mismo sentir en el Señor a pesar de nuestros caracteres.

Julio Ruiz es pastor de la Iglesia Bautista, Ambiente de Gracia, ubicada en la 5424 Ox Rd. Fairfax Station, VA 22039 Tel. 571-251-6590 (pastorjulioruiz55@gmail.com)