
El lunes, Estados Unidos registró más de 168 mil nuevos casos de coronavirus, además de 1.900 muertes por COVID-19. Las hospitalizaciones alcanzaron niveles récord, ya que hay más de 121 mil pacientes internados con coronavirus y que el 40 % de las camas de las unidades de cuidados intensivos de todo el país se encuentran ahora ocupadas con pacientes que padecen COVID-19.

En el estado de California, algunos hospitales de la empresa sin ánimo de lucro proveedora de servicios de atención médica Kaiser Permanente están posponiendo las cirugías que no son urgentes. El hospital comunitario Martin Luther King Jr. en la ciudad de Los Ángeles ha convertido su capilla y su tienda de regalos en pabellones improvisados para tratar a pacientes con COVID-19. A su vez, el Hospital Huntington en la ciudad de Pasadena está racionando la atención médica para los pacientes sin coronavirus que necesitan una cama en la unidad de terapia intensiva.
Esta situación se produce al tiempo que la población estadounidense sigue haciendo caso omiso a los pedidos desesperados de las autoridades sanitarias de evitar los viajes durante la pandemia con el fin de frenar la propagación del virus. La Administración de Seguridad en el Transporte declara que más de 1,3 millones de pasajeros pasaron el domingo por la inspección de seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos, lo que representa el total diario más alto desde el inicio de la pandemia. (Fuente:Democracy Now)
