Volcán, El Hoyón en Usulután, no está dormido

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Texto y Fotos: Wilfredo Díaz

  Para los vulcanólogos y físicos de la Universidad de El Salvador, todo parecía un día normal de trabajo. Cada uno se prepara con sus equipos técnicos, les esperaba un viaje de monitoreo al volcán El Hoyón del municipio de Berlín ubicado en el oriente del departamento de Usulután, a unos 112 kilómetros aproximadamente de San Salvador.

  Un volcán que ha estado en actividad constante y en el olvido de las autoridades correspondientes, pero a pesar de eso, los vulcanólogos y físicos del Alma Mater, han tomado la iniciativa de darle seguimiento a su actividad volcánica desde el 2018 y así tener informada a la población salvadoreña y residentes del municipio de Berlín y Alegría de Usulután.

  Salimos a nuestra misión imposible pero no difícil, bajar al cráter entre pendientes rocosas y la naturaleza. Seis y treinta de la mañana, nos esperaba un día interesante, un recorrido largo y un baño de azufre, lo cual este es un elemento químico de color amarillo pálido y olor apestoso, que se encuentra en volcanes y aguas termales.

  Muchas veces este químico, el azufre, ya combinado con otros elementos, puede ser utilizado para tener ácido sulfúrico, fabricación de fósforos, caucho vulcanizado, tintes, pólvora, en fotografía para el fijado de negativos y positivos y en el área de la medicina para hacer pomadas tópicas, es decir para inflamaciones.

  Un largo viaje e interesante por los paisajes que te encuentras en toda la carretera Panamericana. Al fin llegamos y salimos rumbo a nuestro destino, el volcán El Hoyón, ubicado entre los municipios de Berlín y Alegría del departamento de Usulután.

  Nos trasladamos en un pickup, haciendo un recorrido de unos cuatro kilómetros en calles empedradas difíciles de conducir y dos en caminata para llegar al cráter, ver las fumarolas y recoger muestras volcánicas de agua caliente, que sale del volcán. Comenzamos a bajar, mis piernas me temblaban de empinado que estaba el terreno para llegar a nuestro destino y sentir ese olor a huevo podrido.

  Berlín, es un municipio ubicado en el oriente del departamento de Usulután y situado en la Sierra Tecapa-Chinameca, en la zona montañosa del centro-norte de Usulután. Fue fundada en 1885 como Berlín, por un alemán de nombre Serafín Brennen, quien había llegado a establecerse en el lugar, después de supuestamente haber sobrevivido a un naufragio frente a las costas salvadoreñas.

FUERTE OLOR A AZUFRE

  Seguimos con nuestra misión, llegar al lugar donde nos esperaba ese fuerte olor a azufre. Cada investigador está concentrado, recogen datos y muestras técnicas para evaluar si representan una amenaza, tanto para ellos como para los habitantes del municipio de Berlín.

  Dentro de los investigadores, se encuentra Rafael Zaldaña, un joven graduado en Química y Farmacia de la UES y que por el momento hace su proyecto de tesis de investigación de la primera maestría, Peligrosidades Naturales, impartida por docentes de la facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador. Su misión era recoger muestras de agua caliente de la que expulsa el volcán para hacer su respectivo estudio y verificar cuánto sulfato, calcio y potasio tiene esa agua.

  “Mi trabajo de investigación, lo desarrollo con mucho esfuerzo, esmero, ánimos y alegría a pesar del riesgo. Es la séptima vez que bajo al volcán para recoger muestras y poderlas analizar, aun me faltan tres para sacar conclusiones”.

  Todo lo que dice Zaldaña, lo pude comprobar, ya que tanto para bajar o subir el volcán, es difícil para él, tanto por el equipo de trabajo que carga, como el peso de su cuerpo.

  La bajada no es tan difícil como la subida, comenzó a dar paso a paso, ya a unos metros logro ver su cansancio, por momentos se quedaba quieto y respiraba con mucha profundidad para medir el ritmo cardiaco y que este volviera a su normalidad para subir el volcán.

  Yo caminaba detrás de él y tenía temor que se resbalara y termináramos en el abismo del barranco. Ni modo, seguimos caminando despacio, hasta que al fin llegamos al punto de partida. Cualquiera diría que el trabajo de los físicos y volcanólogos es fácil, pero en la realidad es interesante y muy arriesgado por las zonas donde se desplazan.

  “La idea de recoger estas muestras de agua hirviendo volcánica, es para tener una caracterización física-química de los fluidos termales del volcán El Hoyón, los cuales son gases que salen de ahí.

Además, estas muestras permiten estudiar la fracción del agua, es decir saber cuánto sulfato, calcio y potasio tiene esa agua y si viene del mismo volcán o es agua rezagada por las lluvias. Ya teniendo estos datos, nos daremos cuenta en qué condición activa se encuentra el volcán. Esto es un monitoreo, que estoy haciendo constantemente y es la séptima vez que visito este lugar y aun me quedan tres para finalizar la investigación.

ACTIVIDAD VOLCÁNICA

  Por el momento a este volcán nunca se le ha hecho un estudio científico y es por eso que nosotros los especialistas de la materia de la UES, hemos comenzado a investigar su actividad volcánica, es muy curioso que solo se monitoree el volcán de Santa Ana-Ilamatepec, San Miguel-Chaparrastique y el de San Salvador-Boquerón o Quezaltepec, concluye el químico Zaldaña.”

  Por otra parte, el doctor y docente de la primera maestría, Peligrosidades Naturales, que se imparte en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador, Miguel Hernández, asegura que la visita al cerro El Hoyón tiene un objetivo concreto, lo cual es identificar la concentración de gases de CO2 y SO2, para poder analizar los contenidos de los elementos disueltos en el vapor de agua, es decir agarrar vapor en un recipiente y hay que esperar que se condense para luego tener agua y así hacer los análisis químicos.

  “El estudio científico del volcán El Hoyón, lo iniciamos en el 2018 y cuando se inició este estudio, su actividad era bastante normal, pero desde el 2018 al 2021, la temperatura tiene una variabilidad sorprendente, lo cual debería de ser preocupante para los pobladores de Berlín y las autoridades correspondientes. Además, se tiene sospecha que los últimos temblores que se han sentido en la zona oriental, el epicentro ha sido justamente ahí.

VOLCÁN EN REPOSO

  Este es un volcán, que no está dormido, si no en reposo, es decir está activo y se puede ver cuando uno se acerca a tomar muestras, se ve que hierve mucho y esto es una señal, que en cualquier momento puede dar un susto espantoso. Por lo tanto, el objetivo de este tipo de recolección de agua, es para dar seguimiento a la línea base geoquímica del volcán y así evaluar su actividad y peligrosidad al municipio de Berlín, Usulután”

  “Por lo tanto, el objetivo de hacer la Primera Maestría en Ciencias en Evaluación de Peligrosidades Naturales, es para formar profesionales en capacidades de la materia de Gestión Integral de Riesgos de Desastres por fenómenos naturales, principalmente en la evaluación de amenazas de tipo geológicas e hidrometeorológicas, eso significa conocer métodos de estudio, valoración, divulgación y aplicación de escenarios de riesgo volcánico, sísmico, deslizamientos de tierra e inundaciones y con ello aportar a la reducción de la vulnerabilidad de la población.

  Nuestro país tiene una configuración geográfica muy vinculada a la dinámica de las placas Cocos y Caribe la cual produce mucha actividad sísmica y erupciones volcánicas, secundariamente nos encontramos en una zona donde afectan huracanes del Atlántico y del Pacífico, produciendo muchos deslizamiento e inundaciones siendo estos dos fenómenos los más frecuentes.

  Es por eso, que profesionales y futuros graduados de esta Maestría acompañan a los expertos con equipos técnicos científicos multidisciplinarios de carácter preventivos, para que vean y aprendan a tomar decisiones concretas y precisas y así reducir el riesgo de desastres.

ACTIVIDAD HIDROTERMAL 

  Uno de los proyectos de investigación de tesis de la Maestría está siendo desarrollado desde hace un año por el Lic. Rafael Zaldaña en el volcán Cerro El Hoyón, municipio de Berlín, donde se ha observado importante actividad hidrotermal, por lo cual se decidió caracterizar los fluidos geoquímicos líquidos y gases, como indicadores de actividad volcánica y que puedan ser variables de vigilancia a partir de las cuales se puedan establecer precursores de erupción, esto es muy importante para la población cercana a este volcán, ahora que suponemos los indicadores en estado normal.

 Este estudio es uno de muchos otros proyectos de investigación científica que se están desarrollando en atención a amenazas naturales de tipo geológicas en otras partes del país, ya que esto lo hacemos con tutores salvadoreños y el apoyo de maestros de la Universidad de Palermo, Italia y los resultados serán presentados muy pronto a la población”, concluye Hernández.

 Para realizar esta investigación y trabajo de graduación de la maestría, Peligrosidades Naturales, hay muchos profesionales involucrados como, Francisco Barahona, quien es físico y vulcanólogo de la Universidad de El Salvador, el asegura, que el volcán El Hoyón es muy activo, tiene fumarolas todo el tiempo y emisiones de gases como el dióxido de azufre, lo cual indica que hay una cámara magmática, que indica que en cualquier momento puede hacer una erupción.

  Es decir, una cámara magmática es un gran repositorio subterráneo de roca parcial o totalmente fundida, denominada magma, lo cual, si encuentra una salida hacia la superficie, se tendrá como resultado una erupción volcánica.

  Las autoridades correspondientes como la misma población de Berlín deben de estar atentas, ya que este tipo de volcán de tipo peligrosidad, suelen ser muy explosivos. Uno de los principales volcanes activos es el Chaparrastique de San Miguel, cada cinco minutos tiene un temblor y en los últimos dos mil años ha tenido muchas erupciones, asegura Barahona.

VOLCANES ACTIVOS DE EL SALVADOR

  El Salvador, con sus 21,040 kilómetros cuadrados de terreno, es el país más pequeño de Centroamérica, pero en su territorio tiene unos 170 volcanes registrados aproximadamente, de lo cual 14 de ellos están activos y seis constantemente se vigilan ante el peligro de erupciones, como son: Santa Ana: Lamatepec; San Salvador: Boquerón o Quezaltepec; Sonsonate: Izalco; San Miguel: Chaparrastique; San Vicente: Chinchontepec.