Los primeros seis meses de La pandemia del covid-19 en el salvador, para muchos jóvenes fue difícil, sus ánimos y proyectos de vida se vinieron abajo. Algunos se sintieron frustrados y acorralados por el encierro, pero otros tomaron decisiones muy firmes y sabias para evadir la tristeza, como lo asegura Laura Sofía Ordóñez Ortiz, de 17 años de edad, quien a su temprana edad se ha convertido en una emprendedora del arte de pintar.
Laura, quién este próximo mes de octubre del 2021, se graduará de bachiller general, asegura que esta pandemia del covid-19, despertó su interés de pintar y que a través de los dibujos y pinturas que hace, transmite su felicidad a los demás.
Es una joven con grandes expectativas en su vida. Vive con sus padres, su hermana menor, Sara de once años de edad y su mascota Flooppy, un perro muy amigable. Ella asegura, que pinta para olvidar un poco la situación de la pandemia del covid-19 y que ese encierro le ayudó a descubrir cómo ser emprendedora y así poder vender sus obras de pintura.
No es casualidad que dibuja y pinta, desde que tenía 12 años de edad ya tomaba su libreta, colores, acuarelas, lápices para dibujar. Ahora a sus 17 años de edad, sigue pintando, pero ya con un solo objetivo, hacer feliz a quien le regala o vende sus obras.
“Me gusta dibujar y pintar lo que se me viene en mente, porque a través de lo que hago, expreso mi felicidad con la gente. La mayoría de mis pinturas las regalo a mi familia, amigos y otras las he vendido, además mi mamá me ayuda a comercializar mi arte con sus amistades”.
Mientras conversamos, veo con detalle sus expresiones, detectó que es muy reflexiva y segura para responder a mis preguntas. Mira hacia la pared donde tiene una pintura de mariposas, lo cual fue su primera obra de arte y por eso no la vende o regala a nadie, la guarda con mucho cariño.
EL FUTURO DEL PAÍS
Sigo atento a lo que me decía. Es muy pausada para charlar y con una mirada muy expresiva me dijo, “los jóvenes debemos de ser productivos, somos el futuro del país. Debemos de aprender a ser felices con nosotros mismos, la familia y mientras no tomemos decisiones firmes de nuestro futuro será imposible salir adelante, yo por eso dibujo y pinto, ahí encontré mi felicidad, lo cual eso me hace ser productiva dentro de la sociedad salvadoreña”.
Laura, es bachiller, autodidacta, pronto entrará a la universidad, habla tres idiomas, inglés, francés y español. En la entrada de su casa ha dibujado y pintado una Mandala, lo cual para ella y el budismo significa paz interior, una obra de arte, que para hacerla se tardó seis meses.
Para muchos seres humanos, dibujar este tipo de obra de arte, se ha convertido en una terapia y liberar el estrés. Además, tiene múltiples beneficios para la salud mental, genera armonía, paz y un perfecto equilibrio interior de cada ser humano, es un símbolo del universo.
Para el psicólogo Suizo, Carl Jung, mandala es una expresión psicológica de la totalidad del ser, es un instrumento para potenciar la creatividad y expandir la conciencia del ser humano. Es decir, armoniza, hace sentir paz y deja fluir la imaginación y creatividad de cada ser humano.
El diseño de una mandala, tiene su propio significado del que la dibuja, diseña y pinta, lo cual es un recorrido de su propia vida donde toma muy en cuenta sus colores preferidos. Parte de un círculo, lo cual se refiere al YO personal, luego un equilibrio y estabilidad emocional.
Así es Laura, una joven muy activa, creativa, reflexiva y con emociones muy estables frente a lo que ella vive todos los días, lo refleja en sus pinturas, pero a pesar de ser así, también le gusta escuchar música pop y de Alejandro Zans, detesta la música reguetón y de Ricardo Arjona.
Disfruta de obras de teatro, la comida mexicana y no toma café, pero sus amigas le dicen, que aprenderá a tomarlo cuando ya esté estudiando en la universidad.
ASPIRA A GANAR UNA BECA
Laura Ortiz, asegura que sus planes de vida los tiene bien claro, más ahora que ya está a unos meses de entrar a la universidad. Quiere estudiar Relaciones Internacionales como primera opción, para ella es una carrera muy importante, desde ahí se ven temas sociales de país. Como segunda opción, quiere ser Diseñadora Gráfico, para seguir perfeccionando su estilo en dibujar, pintar y diseñar. Como futura estudiante universitaria, su visión es ganar una beca y especializarse en cualquiera de las opciones de estudio.
Se considera una joven callada, seria y alegre cuando debe de hacerlo y en la situación que se encuentre. No le gustan las personas, que tienen doble cara y a pesar que puede perdonar, no confía en una segunda vez.
50 OBRAS
Hasta el momento ha dibujado y pintado unas 50 obras aproximadamente, las coloca en las redes sociales para venderlas. Ella asegura, que aparte de tener dotes artísticos con la música, porque aprendió a tocar guitarra, piano y flauta, la pandemia la hizo que despertara su talento que tenía dormido de dibujar y pintar lo que se le viene en mente. Soy autodidacta, todo lo he aprendido desde la internet y sin ir a escuelas de arte y música.
Ella recuerda, que sus dotes de dibujar y pintar los ha venido descubriendo desde sus 12 años de edad, pero ya a sus 17, los pone más en práctica en su totalidad, un 20 de mayo del 2020. Ese día despertó inspirada y le dijo a su mamá, que le comprara algunas pinturas, pinceles, canvas y un caballete, porque estaba decidida a seguir con su arte de pintar.
Finalmente, Laura me dijo con mucha seguridad “Actualmente me encuentro en un punto medio de mi vida, tengo claro que quiero de mi futuro. Me gusta reflexionar sobre mis errores y corregirlos, me pongo metas y me esfuerzo para ser cada día mejor, cosa que muchos jóvenes aún no tienen definido su futuro.
Me siento feliz, por ser emprendedora del arte de pintar, mis amistades me felicitan por lo que hago actualmente, seguiré adelante para concluir mis sueños de ser una gran profesional”.