Las grandes verdades o mentiras del Nuevo Orden Internacional

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Por: Raúl Alberto Hernández Bonilla

  De entrada, seré sincero; no sé. No sé y tampoco personalmente tengo evidencia fuera de las teorías de conspiración en la que se argumenta que un grupo de élite desea imponer un nuevo orden internacional (NOI) ¿Nos debería de interesar? O, simplemente ¿ridiculizarla? Tampoco sé.

  Usemos el sentido común. Y, juguemos a los escenarios teóricos; sí, simplemente basados en nuestras propias teorías originadas en las ideas que se han configurado alrededor de noticias, libros, ponencias, videos, documentales, etc.

  Es importante interesarnos por el presente y el futuro de nuestra sociedad global. Como dice una televisora estadounidense internacional antiTrump, “todo movimiento local tiene un efecto global”.

¿ES NUEVO QUE UNA ÉLITE DOMINE EL MUNDO? NO.

  La historia mundial está repleta de registros de la ascensión y caída de imperios. Antes del imperio estadounidense que todavía tiene una fuerte influencia en los ámbitos militares, económicos y políticas del planeta, existieron los Imperios británico, el francés colonial, el español, incluso el mongol y el Imperio Romano; y, muchos más antes de la invención de la escritura, tales como el egipcio, los sumerios, etc.

   Y, una característica de los imperios es que siempre hay personalidades o grupos de poder con lazos familiares o no, que se destacan ya sea por su poder económico, con su poder militar y su poder político, que los pone en una posición de fuerte influencia en las decisiones del Estado y, en nombre del patriotismo y nacionalismo, e incluso regionalismo se avance en la multiplicación de sus propios beneficios, inmersos en los beneficios económicos y políticos de los imperios de turno.

  En el escenario internacional del ámbito político son muchos los connotados académicos de las Ciencias Políticas y Sociales, así también de la Economía, que desde hace más de diez años se plantea que hemos pasado de la unipolaridad, que se entiende que es aquella condición en la que existe un poder político, económico y militar hegemónico de un país hacia el resto, a una condición de multipolaridad. Incluso otros más severos se refieren a una condición transitoria caótica, Esto último, desde mi punto de vista, sí es realmente absurdo y ridículo.

  Tampoco es razonable ridiculizarla. Claro que no. El célebre Arthur Schopenhauer, dijo que las etapas que experimenta la verdad es pasar de la ridiculización, a la resistencia feroz y, finalmente a la aceptación tácita. De hecho, esa apreciación es retomada por el escritor Rober Goodman, autor de la obra “La gran conspiración para dominar el mundo” o “El libro negro de los Illuminati”.

LA SOCIEDAD AVANZA

  La sociedad ha avanzado a pasos adelantados. Ya se superó a la famosa frase que “en los últimos 50 años se tiene más conocimientos que en toda la historia del mundo”; hoy en muy poco tiempo, se ha avanzado aún mucho más, y, su principal exponente es el avance y aplicación de la tecnología en todas las áreas de las ciencias.

  Los algoritmos predicen el comportamiento humano, la vigilancia, el control y la globalización del comportamiento humano es natural. El poder de concentración de las principales firmas tecnológicas del mundo es impresionante; es una realidad que estas firmas superan en su economía a los países mismos, incluso en su conjunto, capaz de retorcer la normativa internacional y tener nuestras vidas en bases de datos que constituye un océano para pescar, orientar y controlar literalmente a la población. Hacen estudios internos, no lo comparten y hacen caso omiso a los efectos negativos que pueden tener en generaciones enteras.

  El mundo ha cambiado, la población ha cambiado y la mente de la gente se ha permeabilizado al ritmo de los impulsos de esas tecnologías; ya estamos en el futuro y, el futuro cercano será diametralmente diferente en cuando a las formas de evolución de la educación, pensamiento, convivencia, expectativas de nuevas exploraciones, etc.

  Habrá nuevas enfermedades, nuevas esperanzas de vida; nuevas formas de infraestructura, nuevas cosas, nuevas herramientas, nuevas formas de hacer las actividades humanas; será un escenario como lo vaticinó Aldous Huxley en su obra “Un mundo Feliz”.

  Lo que demuestra que el hombre tiene el poder de convertir en realidad lo que crea en su mente a través de su imaginación; y, toda la tecnología trabaja en la aplicación de nuevos principios basados en patrones, tendencias, no sólo en niveles normales de conocimiento general y común, sino en aplicaciones que sólo personas e instituciones públicas o privadas pueden invertir por su capacidad económica y ven el futuro en la forma que creen que será mejor.

  Hay en construcción un nuevo orden; no sé; lo que sí sé es que le mundo está cambiando revolucionariamente en el sentido estricto de la palabra con nuevos métodos y formas de transformar lo que se tiene, en lo que se que quiere mejorar.

  ¿HABRÁ QUIENES SE BENEFICIEN?

  Sí, un grupo pequeño de personas que tienen la imaginación, tienen el poder, y pueden implementar los cambios.

  ¿Son los Illuminati?; no lo sé; creo que no; hay de todo, y, entre todos esos grupos, estoy seguro, que sí habrá algunos. Pero, no los únicos.

  ¿Qué pasa si complicamos más la realidad; y, agregamos en nuestros análisis los marcos de pensamientos religiosos vinculados a la profecía apocalíptica del cristianismo occidental?

  Mejor sigamos observando el comportamiento global del mundo.