El Mustang Mach-E nació asediado por la polémica. Aunque no puedo comprobarlo, sospecho que el anuncio de Ford de nombrar su más reciente auto eléctrico “Mustang”, provocó alguna que otra visita a salas de emergencias de los hospitales.
Ese nombre está asociado a uno de los autos más icónicos del mundo, y desde 1964, la irrefutable imagen del rendimiento y dinamismo de la marca Ford. Nacido con un potente motor de 4.7 litros y ocho cilindros, ha llegado a extremos exorbitantes como el del Mustang Shelby GT500 de 760 caballos de potencia, aunque también en tiempos más recientes, se ha presentado con motorizaciones más “sosegadas” de cuatro cilindros turbo cargados.
Con ocho o cuatro cilindros, uno de los distintivos de un Ford Mustang (además de su silueta del caballo galopante) ha sido el intoxicante sonido de su sistema de escape.
El nuevo Mustang Mach-E por ser eléctrico, es prácticamente silente, y aunque los fanáticos de la marca hagan más ruido con sus lamentaciones que el propio Mach-E al pasar, tendrán que, poco a poco, aceptar que el galopar de los nuevos caballos se irá midiendo en kilowatt y no en decibeles.
Incluso en su nueva versión GT, el Mustang Mach-E no resiste comparación paralela con el clásico Mustang que hemos conocido, revelando que Ford ha utilizado inteligentemente el nombre para insuflarle vigor a su proyecto, y en el proceso, nos ha entregado un SUV eléctrico con buena dinámica de conducción, autonomía decente y vistosa apariencia. Una adición atractiva al segmento eléctrico cada día más de moda.
DESDE AFUERA Y POR DENTRO
Me gustaría dejar de un lado acudir a comparaciones con el Mustang clásico que hemos conocido, pero las siluetas del Mach-E no me lo permiten. Los diseñadores han integrado en este pequeño SUV varios elementos evocadores en los guardabarros, la línea inclinada del capo, la nariz frontal con faros bajos, y las tradicionales luces traseras de tres barras verticales del Mustang.
La ausencia de manillas para las puertas le dan un toque minimalista, y sería injusto no reconocer que el conjunto goza de atractivo. Presionando un botón lumínico logramos abrir la puerta y adentrarnos en el Mach-E, que nos recibe con la inevitable reminiscencia de un Tesla, evidenciada en su espléndida pantalla vertical de 15.5 pulgadas.
El conjunto es minimalista, desprovisto de adornos o mucha fanfarria, lo que podría ser otra semejanza con Mustang. Diría que se sostiene en la fina línea de no parecer barato, sin embargo, tampoco demasiado ostentoso. No lo pensaría mucho para estacionarme en un local de comida rápida y comer unas papas fritas dentro del Mach-E, algo que quizá pensaría dos veces si condujera un pulcro Volkswagen ID-4 eléctrico.
El espacio interior se beneficia de una nueva plataforma de Ford exclusiva para vehículos eléctricos. Los ocupantes delanteros y traseros tienen un buen espacio para la cabeza y las piernas a pesar de una forma de crossover tipo cupé, y el espacio de carga es abundante.
El asiento del conductor con ajuste eléctrico de ocho posiciones tiene un buen soporte y la posición de manejo es confortable. El pasajero delantero tiene un asiento ajustable manualmente en cuatro direcciones que no es tan fácil de acomodar.
Tras el asiento trasero encontramos 29 pies cúbicos de espacio, pero gracias a que el Mustang Mach-E no tiene motor de combustión interna, bajo el capo encontramos un maletero delantero de plástico con drenaje, listo para hielo y llevar agua embotellada, refrescos o unas cervecitas para la excursión, siempre recordando que, si toma, no tome el volante.
EQUIPAMIENTO Y SEGURIDAD
El nuevo Mustang Mach-E te recibe en el interior con una pantalla de instrumentos rectangular de 10.2 pulgadas donde se muestran indicadores de conducción como velocidad o rango disponible, pero la atención siempre se dirige a la enorme pantalla táctil de 15.5 pulgadas del sistema de información y entretenimiento.
El sistema usa la más reciente generación de SYNC de Ford, que fue especialmente diseñada para el Mach-E que utiliza “machine learning” o aprendizaje automático, para personalizar completamente la experiencia de cada conductor. El nuevo sistema trae la posibilidad de ser actualizado remotamente, para mejorarlo o adicionar nuevos contenidos. Quizá también fuera bueno que emplearan las actualizaciones para simplificarlo.
Sería iluso no esperar una buena cascada de menús y opciones en un auto eléctrico como este, no obstante, se necesita algo de tiempo (más del que desearía) para lograr operarlo con soltura, y encontrar opciones como la programación de carga horaria. Yo, que siempre intento ahorrar un centavo aquí y otro allá, trato de programar la carga de los autos eléctricos que pruebo para después de las 10 PM, cuando la electricidad es más barata.
En el caso de este Mach-E es necesario “navegar” por siete opciones diferentes antes de llegar a programarlo. Inaceptable.
El sistema ofrece funcionalidad de pantalla dividida con compatibilidad inalámbrica opcional con Apple CarPlay y Android Auto, así como un montón de opciones integradas. Hay una fila de aplicaciones de uso frecuente (navegación, audio, teléfono, configuración) en la parte inferior, y al presionar una de ellas, ocupa la mitad superior de la pantalla.
Esto me permitió usar la aplicación Waze en Android y el navegador del auto simultáneamente. El navegador, como la mayoría de los otros autos eléctricos, me dirigió a estaciones de carga cuando lo necesité, aunque a diferencia de Tesla, no avisa si las estaciones están en uso o disponibles.
Las prestaciones de seguridad son muy amplias, como esperaba en un auto eléctrico de Ford. Solo han dejado de forma opcional el sistema de cámaras de con vista envolvente y el asistente de estacionamiento paralelo o perpendicular.
El sistema de asistencia al conductor Co-Pilot360 de Ford viene de modo estándar en todos los modelos Mach-E, ofreciendo una funcionalidad autónoma limitada con características como centrado automático de carril, control de crucero inteligente con capacidad de parar y avanzar y reconocimiento de señales de límite de velocidad, pero no puede alejar las manos del volante por más de unos pocos segundos.
La nueva versión Co-Pilot360 Active 2.0 es una actualización del sistema que agrega capacidad autónoma de manos libres parecidas a la de Testa y podría ser instalada por un costo adicional. Nuestro auto de prueba aún no la traía, así que la próxima será.
EN LA CARRETERA
El Mustang Mach-E 2022 tiene un rango estimado de 230 o 305 millas (330 o 490 kilómetros) según el paquete de baterías y el tipo de motores eléctricos que se utilicen. Los modelos con AWD o tracción en todas las ruedas son los de menos rendimiento como es de esperar. Por ejemplo, las 230 millas de rango se reducen a 211 si decide optar por el Mach-E AWD.
A pesar de la gran “masa corporal” o el peso que provocan los cientos de baterías de litio, el Mustang Mach-E es uno de los autos eléctricos más veloces. Los modelos más lentos como el que probamos llegan a las 60 millas o 97 kilómetros en 6.1 segundos. Antes de que un fan de Tesla suelte una carcajada, le cuento que el Ford Mustang Mach-E GT cubre la distancia el 3.8 segundos y el GT Performance en solo 3.5. ¿Complacidos?
Incluso en su configuración menos veloz, no necesitará un crossover más rápido que este para la conducción diaria.
Hay tres modos de manejo, Active, Whisper y Untamed, lo que me recuerda a un omnipresente negocio de bebidas que trato de evitar sin mucho éxito, y que se empeña en que ordene cafés Tall, Grande o Venti. Los modos de manejo del Mach-E serían el Normal, Eco o Sport de toda la vida.
En todas mis reseñas de autos electicos me extiendo demasiado, así que evito los detalles de mis infortunios al intentar cargar el Mach-E en una estación pública de Blink.
Todos los modelos también tienen capacidad de carga rápida. En casa con mi cargador de 120 voltios solamente logré unas 30 millas de autonomía, lo que es algo bajo si lo comparo con el anterior eléctrico que prbé, un VW ID-4. Necesitará unas 90 horas de carga para encontrar la batería completamente cargada si no dispone de 240 voltios, donde si pudiera lograr hasta un 80% de carga de la batería en una dola noche.
PARA ESCOGER
El Ford Mustang Mach-E 2022 viene en una buena variedad de configuraciones con varias opciones de potencia, dos tamaños de paquetes de baterías y cuatro niveles de equipamiento: Select, Premium, California Route 1 y GT. ¿Sencillo, verdad?
El Mustang Mach-E Select tiene un precio base de $ 42,895 y está equipado con el paquete de baterías de rango estándar, un motor eléctrico y tracción trasera. El Mach-E California Route 1 comienza en los $50,775 y entre otras mejoras trae el mayor paquete de baterías que aumenta el rango a 305 millas.
La versión GT del Mach-E comienza en los $59,995, y le puede agregar un paquete de $5,000 dólares para convertirlo en Performance Edition, con mejores frenos, suspensión adaptativa y capaz de estirarle la piel de la cara con sus 3.5 segundos a las 60 millas. El rango se reduce a 260 millas, pero que importa.
Compañía no le falta y en un par de años la lista aumentará. Por ahora se enfrenta al ubicuo Tesla, el también nuevo Volkswagen ID4, Kia Niro EV, Hyundai Kona EV o Jaguar I-Pace EV.
CONCLUYENDO
Algunos quizá no lo sepan, sin embargo, Ford a coqueteando con los autos eléctricos por más de 100 años. Clara, la esposa de Henry Ford condujo uno, el Detroit Electric, por 80 millas en el 1914, sin embargo, este y otros proyectos de electrificación de Ford, o fueron abandonados o nunca lograron él impuso suficiente como para masificarse.
El Ford Mustang Mach-E es el primer producto de la nueva era de los autos eléctricos del fabricante, y capitaliza en el inagotable apego de los estadounidenses a los SUV crossovers.
Es un argumento sólido que va más allá de sí los vehículos eléctricos deben conducirse porque son mejores para el medio ambiente. El Mustang Mach-E propone una verdad más simple y fundamental: los vehículos eléctricos pueden ser tan gratificantes de conducir como sus contrapartes de gas, aunque los caballos del Mustang eléctrico sean tan sigilosos como una jirafa.