Miembros del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil a nivel nacional han podado 1,791 árboles para evitar desgracias por la caída de ramas en viviendas o carreteras, producto de las lluvias y fuerza de los vientos generados por el paso de ondas tropicales.
Sobre este punto el director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, dijo que por primera vez el plan invernal ha concebido dos componentes, de prevención y de mitigación, que se va a operativizar durante toda la temporada invernal, y el de atención y respuesta que permite llegar y resolver con acciones correctivas u operativas las emergencias que se puedan presentarse.
Los diversos equipos trabajan de manera activa e integrada para proteger a las familias salvadoreñas. Dentro de la prevención y mitigación, el Plan Invernal 2022 contempla la estrategia de descopado y tala de árboles. Del 10 al 27 de agosto se han podado 1,791 árboles en 164 puntos del país, incluyendo San Salvador, Cuscatancingo, Tonacatepeque, Soyapango, Nejapa, Antiguo Cuscatlán, Ciudad Delgado, Mejicanos, Apopa, Ilopango y Santa Tecla.
En cuanto a los incidentes atendidos por Protección Civil del 1 al 27 de agosto, se reporta la caída de 394 árboles, 151 viviendas afectadas, 250 vías obstruidas, 71 deslizamientos de tierra y piedras, 108 inundaciones, 5 desbordamientos de ríos, caída de 5 muros, daños en 23 postes del tendido eléctrico y 14 vehículos afectados.
En la conferencia de prensa participaron el gobernador político de San Salvador, Eduardo Godoy, además, de los directores de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, y del Cuerpo de Bomberos, Baltazar Solano.
Amaya recordó que se mantiene la alerta estratificada a escala nacional, con alerta naranja para San Salvador y amarilla para los demás municipios del país.
Por otra parte, explico que desde el 25 de abril a la fecha, hay un acumulado de 1,087 árboles caídos, 425 viviendas afectadas, 793 vías obstruidas, 309 deslizamientos, 47 inundaciones, 23 desbordamientos de ríos, 53 muros colapsados, 60 vehículos afectados. Además, que se encuentra activo un albergue en San Salvador, en el que se resguardan siete personas: un adulto y seis menores de edad.