Por: Rafael Lazo
El martes de Carnaval, es una tradición que se celebra, como antesala al Miércoles de Ceniza, en algunos pueblos de El Salvador; como San Juan Nonualco, Izalco, El Tránsito, Nejapa y Suchitoto, entre otros.
El Cónsul de El Salvador en Woodbridge, Virginia, Guillermo Olivo, con el propósito de rescatar las raíces salvadoreñas, organizó este martes 21 de febrero; en la sede consular, un colorido y alegre evento, donde hubo huevos “chimbos” o huevos de pascua, danzas, música y comidas típicas y bebidas.
Tanto los organizadores, como las decenas de personas que visitaron el consulado ese día, disfrutaron de un emocionante carnaval.
“Realmente ha sido un día fenomenal”, dijo el empresario Manfredo Mejía, quien donó algunas bebidas y comidas; al tiempo que felicitó al cónsul Guillermo Olivo, por motivar e incentivar a la comunidad a preservar nuestras costumbres.
Los “huevos chimbos” son cascarones de huevos de gallina pintados con anilina, decorados y rellenos en su mayoría de confeti, talco, ceniza, harina y otras sustancias que, a criterio de quien los elabora, puedan llenarse.
El juego tradicional de los cascarones consiste en sorprender a las personas y quebrarles el cascarón en la cabeza, con lo que los participantes se llenan de confeti, perfume, ceniza, harina, agua o lo que contenga el cascarón, provocando la risa colectiva.
Esa alegría fue la que se vivió en el consulado de Woodbridge, donde fueron sorprendidos los presentes, a quienes les quebraron su cascarón en la cabeza; no sin antes, disfrutar de bailes folclóricos, ricos tamales, marquesote y refresco de horchata. “como se celebra en las cofradías, dijo el cónsul Olivo.
Las cofradías surgen en Centroamérica en el siglo XVI, a cargo de los frailes dominicos, franciscanos y agustinos. Una cofradía puede definirse como un grupo de personas que se reúnen con el objetivo de celebrar una devoción.