Los salvadoreños honrados agradecen al presidente Nayib Bukele de haber puesto en marcha el Plan Control Territorial e impulsar el régimen de excepción para llevar tranquilidad a la ciudadanía en general.
La mayor parte de los salvadoreños piensan todo lo contrario a las oenegés e instituciones de derechos humanos que están a favor de los pandilleros, que los quieren ver en las calles, comunidades, barrios y colonias causando luto y dolor a las familias.
Ahora El Salvador pasó a ser el país menos violento del mundo y ser una nación más segura que Canadá. Todo ello se debe a la política impulsada por Nayib Bukele y que muchos gobiernos quieren imitar para llevar paz y tranquilidad a sus naciones.
Las oenegés e instituciones de derechos humanos están en contra del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), porque consideran que es una cárcel injusta para esos pandilleros que por años mataron, violaron, extorsionaros y sangraron a los salvadoreños. Algunas de esas instituciones piensan que se debe dar una segunda oportunidad a los que no dieron una segunda oportunidad a sus víctimas.
Nayib Bukele se mantiene firme en que ningún pandillero saldrá del Centro de Confinamiento del Terrorismo, incluso ni para las audiencias, porque en esa prisión considerada la más grande de Latinoamérica hay módulos especiales para que los miembros de estructuras criminales asistan a las audiencias, pero de forma virtual.
En el CECOT los pandilleros de todas las clicas van a estar mezclados y vigilados las 24 horas y todos los días en que deben cumplir sus condenas. Incluso, en ese presidio hay celdas de castigo y otros aspectos que garantizan que ninguno de ellos salga a seguir causando daño a la población honrada.
Desde este jueves el CECOT tiene nuevos inquilinos que llegaron a inaugurar el lugar donde van a vivir. Ellos fueron trasladados bajo estrictos protocolos de seguridad para garantizar el orden, control y disciplina. Los cabecillas de pandillas fueron llevados a las celdas de castigo.
El Plan Control Territorial y el régimen de excepción permite que los salvadoreños poco a poco vayan experimentando el cambio de vivir en zozobra a vivir en paz y tranquilidad. La gente ya no debió pagar extorsiones por vivir en su propia casa, por cruzar una calle, por tener una tienda, taxi, un autobús o un negocio de emprendimiento.
La población honrada ya no tuvo que poner los muertos y El Salvador pasó de ser uno de los países más violento del mundo a uno de los más seguros, sobrepasando a Canadá, al menos en América.
Carlos Orellana es uno de los agradecidos, quien se refirió a que hay muchas personas que critican al presidente del país, Nayib Bukele. “Pero para qué criticar, si realmente es un bien para todo El Salvador. Somos más los honrados”, agregó.
Roberto Santamaría aseguró que la población esta agradecida por las medidas implementadas y lo mejor de todo, la importancia de construir una cárcel para recluir a los pandilleros.
“Estamos agradecidos por todo lo que ha pasado y por lo que el presidente Nayib Bukele nos ha estado dando. Este presidente ha dado un cambio más que cualquier otro y es algo realmente increíble”, explicó Diego Agüero, al ser consultado sobre la seguridad que ahora hay en El Salvador.