Instituciones del Estado no descansan en su labor de vigilar el comportamiento del mercado nacional a fin de que se respeten los derechos de los consumidores, y no existan abusos que impacten en el bolsillo de la población salvadoreña, en especial los de la canasta básica familiar.
El presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar, se trasladó a la planta de producción de harinas de la empresa Molinos de El Salvador, (MOLSA ), en San Salvador, para encabezar una jornada de inspecciones a los precios de los productos esenciales de la canasta básica alimentaria.
“De momento, ya hemos realizado dos inspecciones a grandes importadores y comercializadores de productos como este la harina y de granos básicos como frijol, maíz y arroz, entre otros”, dijo Salazar.
Este despliegue se realiza en todo el país, cubriendo los productos que componen la cadena de suministro. Durante las inspecciones, el equipo de la Defensoría del Consumidor hace un análisis de la estructura de costos para determinar si los precios de venta corresponden a los costos de producción.
“Con la verificación establecemos si ha existido algún incremento injustificado en los precios de este producto que es un insumo importante para diferentes segmentos de la producción de alimentos. Estamos cotejando la información de la cadena de distribución que ellos disponen a nivel nacional, que es otro elemento importante hacia el cual se va a orientar nuestras labores”, dijo el funcionario.
Los inspectores se encargan también de hacer una revisión de los inventarios físicos y así conocer el dato de las entradas y salidas de los productos, además solicitan la información de los movimientos de los últimos meses para establecer el comportamiento de los precios.
La Defensoría está atenta a cualquier irregularidad como el incremento injustificado de precios que pueda afectar el bolsillo de la población, y para reforzar el trabajo en campo que hace la institución, también tienen a disposición de los consumidores los números de teléfono 910 y el WhatsApp 7844-1482, a los que pueden recurrir para denunciar abusos o resolver sus dudas.
En el pasado, la empresa MOLSA y HARISA se pusieron de acuerdo para fijar precios de harina y con dicha práctica afectaron el bolsillo de todos los salvadoreños, hasta que surgió la empresa GUMARSAL que rompió la hegemonía de precios y permitió que la harina bajara de costo.