SILVER SPRING, Md., /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha anunciado un logro importante en el desarrollo de la Fase I y los objetivos voluntarios de reducción de sodio y publica una guía preliminar para la Fase II con un enfoque gradual basado en datos para ayudar a reducir el sodio (en inglés) en el suministro de alimentos. Antes de 2021, la ingesta de sodio de los consumidores era de aproximadamente un promedio de 3,400 miligramos al día, muy por encima del límite recomendado por las Guías Dietéticas para los Estadounidenses de 2,300 miligramos al día para los mayores de 14 años. Si la guía se aprueba, el nuevo conjunto de objetivos voluntarios permitiría reducir la ingesta promedio de sodio a unos 2,750 miligramos diarios. Esta reducción es aproximadamente un 20 % inferior a los niveles de consumo anteriores a 2021.
Los objetivos voluntarios de reducción de sodio de la Fase II siguen a un conjunto inicial de objetivos publicados en octubre de 2021. El conjunto inicial de objetivos animaba a la industria alimentaria a reducir los niveles de sodio en una amplia variedad de alimentos procesados, envasados y preparados. Los datos preliminares de 2022 muestran que alrededor del 40 % de los objetivos iniciales de la Fase I están muy cerca de alcanzarse o ya se han alcanzado, lo que indica el éxito inicial de este esfuerzo.
“Reducir el sodio en los alimentos puede ser una de las iniciativas de salud pública más importantes de la última generación. Los primeros éxitos que estamos observando con la reducción del nivel de sodio en determinados alimentos son alentadores e indicativos del impacto que creemos que nuestro enfoque nutricional global puede tener en el bienestar de la sociedad”, declaré Jim Jones, comisario adjunto del Programa de Alimentos Humanos de la FDA. “Además de nuestros esfuerzos para reducir el sodio, la FDA también está trabajando activamente en una próxima norma final que actualizará la definición de la declaración ‘saludable’, en otra norma propuesta para el etiquetado de nutrición en la parte frontal del envase y en la exploración de formas de reducir el consumo de azúcares añadidos. La reducción del sodio y otras iniciativas en materia de nutrición de la FDA forman parte de un planteamiento más amplio de todo el gobierno para ayudar a reducir el costo de las enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación y fomentar la equidad en la salud”.
Los objetivos de la Fase II seguirán centrándose en los alimentos procesados, envasados y preparados comercialmente en el mercado. Esta guía es especialmente pertinente, ya que más del 70 % de la ingesta de sodio en la población de los Estados Unidos procede del sodio añadido durante la manufactura y la preparación comercial de los alimentos. Los datos preliminares de la Fase I publicados hoy, junto con los comentarios públicos y externos, han servido de base para el proyecto de objetivos de la Fase II.
Estados Unidos se enfrenta a una epidemia cada vez mayor de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Un exceso de sodio puede elevar la tensión arterial, un importante factor de riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Existen pruebas científicas sólidas que apoyan la reducción de la ingesta de sodio con respecto a los niveles actuales. Reducir la ingesta de sodio puede evitar cientos de miles de muertes prematuras y enfermedades en los próximos años, al contribuir a reducir el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Dado que las comunidades marginadas, incluyendo los grupos raciales y étnicos minoritarios, sufren hipertensión arterial en mayor proporción que la general en general, la reducción del sodio en los alimentos también podría contribuir a la equidad en salud de estas poblaciones.
La iniciativa de reducción del sodio de la agencia forma parte de la Estrategia Nacional de la Casa Blanca sobre el Hambre, la Nutrición y la Salud para reducir las enfermedades relacionadas con la alimentación de aquí a 2030. Los objetivos de reducción voluntaria de sodio de la Fase II de la FDA reflejan lo que se sabe sobre las reducciones alcanzables en diferentes categorías de alimentos, la aceptación de los consumidores y la inocuidad alimentaria, y se alinean con la meta de Healthy People 2030 de reducir la ingesta promedio individual de sodio a aproximadamente 2,750 miligramos al día en los Estados Unidos. Los objetivos de reducción voluntaria de sodio de la Fase II también funcionan de manera conjunta con los límites de sodio en las comidas escolares del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para que los niños tengan acceso a opciones saludables dentro y fuera de la escuela.
Otras medidas relacionadas con el sodio que ha adoptado la FDA son: la publicación de una norma propuesta para modificar las normas de identidad a fin de permitir el uso de sustitutos de la sal en alimentos para los cuales la sal es un ingrediente obligatorio u opcional, y guías sobre el uso del término “sal potásica” en lugar de “cloruro potásico” para indicar a los consumidores que el ingrediente es un sustituto de la sal.
La FDA mantendrá su estrategia gradual en la reducción del sodio. La agencia también publicará una evaluación completa del progreso de la industria con respecto a los objetivos de la Fase I cuando los datos de 2024 estén disponibles y se analicen. La FDA prevé publicar evaluaciones periódicas de los niveles de sodio en los alimentos cada tres años aproximadamente para apoyar su proceso gradual, transparente y basado en datos científicos. Las fases futuras de los objetivos de reducción del sodio se considerarán parte de la evaluación y el seguimiento por parte de la agencia de los avances en la reducción del sodio en el mercado, así como del seguimiento de la ingesta de sodio en la población.
La FDA, una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, protege la salud pública garantizando la inocuidad, eficacia y seguridad de los medicamentos para uso humano y veterinario, vacunas y otros productos biológicos para uso humano, y dispositivos médicos. La agencia también es responsable por la inocuidad del suministro de alimentos, cosméticos, suplementos dietéticos, productos electrónicos que emiten radiación y de regular los productos de tabaco de nuestra nación.