En Bolivia, los incendios forestales alimentados por las condiciones atmosféricas secas y calurosas, agravadas por los efectos de la crisis climática, han consumido en 2024 una superficie récord de diez millones de hectáreas, según datos recientes.
El martes, las autoridades de la ciudad boliviana de Santa Cruz aconsejaron a los residentes permanecer en sus casas y usar tapabocas en áreas abiertas, al tiempo que se emitían alertas sobre la calidad del aire debido a que el humo de los incendios forestales estaba cubriendo la región.
Los vuelos de las aerolíneas fueron retrasados a causa de la poca visibilidad, mientras que los funcionarios de los distritos escolares suspendieron las clases presenciales.
Valeria Vargas: “Tienen muchos problemas respiratorios. Y eso dificulta mucho el aprendizaje, porque ellos están con tos, con dolor de garganta, de cabeza y de ojos. Entonces es imposible pasar clases presenciales en estos momentos”.
Los incendios forestales sin precedentes de Bolivia ocurren al tiempo que un estudio científico de la organización Forest Statement Assessment ha revelado que la deforestación se disparó en 2023; más de seis millones de hectáreas de bosque han sido talados o quemados, un área aproximadamente del tamaño de Irlanda.
Esto coloca al planeta lejos del objetivo de eliminar la deforestación para 2030, lo cual había sido acordado por 140 países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebró hace tres años en la ciudad de Glasgow. (Fuente: Democracy Now)