En tiempos de alta inflación como la que hemos experimentado, los consumidores buscan alternativas para ahorrar, por lo que los productos de marca blanca han disfrutado de notables alzas en ventas. Son mercancías elaboradas por un fabricante, pero comercializadas bajo otro nombre a menor precio.
En la industria automotriz hay productos que pueden ser muy similares, como es el caso de la GMC Canyon y la Chevrolet Colorado. Bajo la piel, estas dos camionetas son muy similares, pero la diferencia de precio entre ellas es notable.
Aun así, hasta septiembre pasado GM había vendido casi 7,000 Canyon más que en el mismo periodo el pasado, muestra de que el apetito por las camionetas medianas goza de buena salud.
Una de las razones quizá sea la introducción de un nuevo acabado este año. Es la 2024 GMC Canyon AT4X AEV Edition (American Expedition Vehicles) que convierte a la Canyon AT4X en una camioneta ultra capaz en condiciones difíciles del terreno.
Hemos pasado una semana con ella, y les cuento aquí mis impresiones.
¿Qué hay de nuevo?
La tercera generación de esta camioneta fue introducida el año pasado, por lo que los cambios son escasos, si descontamos el debut de la versión AEV que ya mencionamos. Desarrollada en asociación con American Expedition Vehicles (de ahí las siglas AEV) esta versión lleva a un nuevo nivel las capacidades todoterreno de la AT4X, que no son pocas.
Los acabados Elevation y AT4 incorporan de serie una pantalla digital de 11 pulgadas y el sistema de aviso de ángulo muerto ofrece ahora cobertura para remolques.
¿Cómo se ve desde afuera?
Como parte del rediseño del pasado año le regalaron a la GMC Canyon una membresía para hacer CrossFit. El resultado son músculos abultados que la hacen parecer más robusta, evidente sobre todo en los abultados guardabarros.
La amplia parrilla en la parte delantera está anclada en la parte superior por luces LED de marcha diurna, y la nueva opción AEV del acabado AT4X como el de nuestra prueba, tiene parachoques de acero que se advierten decididamente robustos.
¿Y por dentro?
La mayoría de las camionetas de General Motors tienen interiores con buen diseño y prestan atención a la ergonomía de sus cabinas. La de la GMC Canyon es elegante, con toques sofisticados como los acabados de metal y cuero, costuras acentuadas y detalles rojos en esta AT4X, pero los paneles de las puertas y el salpicadero tienen la misma sensación de plásticos más económicos usados en modelos inferiores. Los asientos son sumamente cómodos y cuentan con mucho ajuste de altura, algo necesario para obtener buena visibilidad sobre un capó muy elevado. Aunque muchas camionetas medianas tienen asientos posteriores algo angostos, encontramos el de la Canyon suficientemente amplio para personas de gran estatura.
Usar cuero de color blanco para tapizar algunos componentes en el interior, si bien mejora su apariencia, dudo sean del beneplácito de quienes lleven la Canyon AT4X AEV a una “zambullida” en el fango.
Tecnología y seguridad
Una pantalla táctil de 11.3 pulgadas domina la consola central, trabajando junto a un grupo de instrumentos digitales de aproximadamente el mismo tamaño. El sistema de infoentretenimiento y navegación está basado en Google, por lo que, al iniciar una sesión con una cuenta de Google, mucha de la información allí guardamos, incluyendo el calendario, se sincronizan con la Canyon.
Apple CarPlay, Android Auto y una base para carga de teléfonos son todos inalámbricos y vienen de serie, y nos agradó encontrar atajos útiles en el sistema para acceder a diferentes ajustes mientras usamos Android o Apple.
La Canyon está disponible con una amplia gama de ayudas para el conductor, incluyendo control de crucero adaptativo, asistencia para mantener el carril, advertencia de punto ciego y hasta 10 cámaras de video, para asistencia completa durante el remolque y para incursiones todoterreno, con una cámara bajo el cuerpo de la camioneta que permite visionar obstáculos en el camino.
¿Cómo se conduce?
A diferencia de su similar corporativa Chevy Colorado con dos motores para elegir, en la GMC Canyon solo encontramos una opción. Es un turbo de 4 cilindros 2.7 litros que produce 310 caballos de potencia y se combina bien con una transmisión automática de 8 velocidades. La tracción trasera es estándar solo en el modelo de entrada, pues el resto de la gama viene con tracción a las cuatro ruedas.
Los modelos AT4X son los más rudos de la gama, pero quienes opten por la variante AEV llevarán a casa una de las camionetas medianas más preparadas para el off-road del mercado. Le agregan una placa protectora de alta resistencia bajo la parte delantera, una caja de transferencia de dos velocidades con modos Off-Road y Terrain, diferenciales e-locking delanteros y traseros, aumento de la elevación en 2.0 pulgadas (5 centímetros) para un total de 10.7 pulgadas o 27 centímetros, con amortiguadores Multimatic altamente capaces, parachoques reforzados y neumáticos todoterreno de 33 pulgadas.
La AT4X también tiene una configuración de suspensión especial hecha para impactos severos fuera de carretera, que, si bien durante la conducción normal hace que se sienta un poco rígida, esto es parte del compromiso con un vehículo de tanta dureza. En el lado positivo, pude sobrepasar grandes baches en la carretera o incluso los topes de velocidad (speed bump o policía acostado como se le conoce en algunos países) a mucha más velocidad de lo que nunca antes había hecho.
Los modos de conducción específicos para uso fuera de carretera están programados para hacer una diferencia notable en la respuesta
de la camioneta dependiendo de la superficie sobre la que se esté conduciendo.
A pesar del peso adicional y los grandes neumáticos todoterreno, el paseo sobre carreteras pavimentadas es suficientemente compuesto y silencioso como para olvidar que conducimos un vehículo tan rudo. La cabina se mantiene silenciosa y la sensación en la dirección no es tan pesada, aunque estacionarse en espacios pequeños requiere de cierta planificación.
La eficiencia de combustible queda por debajo del promedio de este tipo de camioneta. Logra 18 millas por galón en la ciudad y 22 en la autopista, que serían 13 y 11 litros por cada 100 kilómetros respectivamente.
¿Si quiero uno, por cuál me decido?
El precio promedio de una camioneta de tamaño mediano ronda los $30,000. La GMC Canyon que eleva algo la parada en lujo comienza en $36,000 para el modelo base Elevation.
Sin embargo, nuestra AT4X Crew Cab con paquete AEV de prueba estaba preciada en $67,990. Otras opciones son la Canyon AT4 por $43,000, Denali en $51,000 o la AT4X (sin el paquete AEV) por $54,300.
¿Y dolores de cabeza?
La confiabilidad de las Canyon es relativamente alta según J.D. Power que le otorga 80 puntos sobre 100, sin embargo, Consumer Reports no es tan generoso en su evaluación, puntuando sólo 32 de 100. Quizá se deba que hay dos llamados a revisión para el modelo 2024 de la GMC Canyon, por problemas con las luces delanteras y salideros de combustible.
¿Contra quién compite?
Los principales competidores de la 2024 Canyon son la Toyota Tacoma, Ford Ranger, Chevrolet Colorado, Jeep Gladiator o Nissan Frontier.
Si tratamos de encontrar paridad con el acabado AT4X AEV, las opciones se reducen quizás a la Colorado Bison ZR2, Tacoma TRD Pro, Ranger Raptor o Jeep Gladiator Mojave.
Concluyendo
Si bien es cierto que con una 2024 GMC Canyon AT4X AEV las posibilidades de quedar atorado en una carretera de montaña son escasas, el precio a pagar por la aventura no es algo a desestimar. Hablamos del costo que se pagaría por un Corvette de entrada, pero para la próxima temporada ciclónica, yo me alegraría más sabiendo que puedo desplazarme en una Canyon, y si me queda espacio, le daré un aventón a mi vecino del Corvette.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.