Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres

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Por: Carol Guzmán

  La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo. Se calcula que, a nivel global, casi una de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.

  Como cada año, el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, (25 de noviembre)  marca el comienzo de la Campaña Únete de la ONU, llamado “16 días de activismo” que concluyen con el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre)

  Este año 2024, el lema es: “Cada 11 minutos se asesina a una mujer. #NoHayExcusa. ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” y tiene como objetivo movilizar a todos los miembros de la sociedad, ante una alarmante escalada de la violencia contra las mujeres, así como revitalizar los compromisos y exigir responsabilidad y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones.

  Según la Declaración de la ONU de 1993, la violencia contra la mujer abarca actos que causan daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como amenazas, coacción o privación de la libertad, tanto en la vida pública como en la vida privada.

  La violencia impacta la salud física, sexual y psicológica de las mujeres en todas las etapas de su vida, afectando su educación, empleo y oportunidades. Algunas mujeres y niñas, como aquellas en situación de vulnerabilidad o crisis humanitarias, migrantes, indígenas o con discapacidades, enfrentan mayor riesgo.

  La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo silenciada por un sistema que facilita la impunidad de los agresores, la estigmatización y la vergüenza de las víctimas.

DATOS SOBRE LA VIOLENCIA CONTRA MUJERES Y NIÑAS

  El femicidio (o feminicidio) es al asesinato de mujeres por motivos de género. Es un problema universal, y la manifestación más brutal, visible y extrema de la violencia de género que sufren mujeres y niñas. 

  Las mujeres y niñas corren mayor riesgo de ser asesinadas en sus hogares; el 55% de todos los homicidios de mujeres fueron cometidos por parejas íntimas o familiares, mientras que solo el 12% de todos los homicidios de hombres fueron perpetrados por familiares. 

  Las mujeres tampoco están seguras fuera de sus hogares. Las mujeres que participan en la vida pública, incluidas las que están en política, defensoras de los derechos humanos y periodistas, son a menudo el objetivo de actos de violencia intencionados, ya sea en línea o presenciales, algunos de los cuales llevan a resultados fatales y asesinatos intencionados

¿SABÍAS QUE…?

  736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida. El riesgo es mayor entre las jóvenes: 1 de cada 4 adolescentes ha sufrido abusos de su pareja.

Entre el 16% y el 58% de las mujeres en todo el mundo experimentan violencia de género facilitada por la tecnología, sobre todo la generación Z y las milenials.

  El 70% de las mujeres en conflictos, guerras y crisis humanitarias experimentan violencia de género.

  La mutilación genital femenina ha aumentado un 15% en comparación con los datos de hace ocho años.

  Sin poner fin a la violencia contra mujeres y niñas, el mundo no puede alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este tipo de violencia sigue siendo una barrera enorme para la igualdad de género, un compromiso asumido en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, cuando se adoptó en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en 1995.

  La Plataforma de Acción de Beijing contempla medidas específicas que los países podrían tomar para poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas. 

  #NoHayExcusa: únete para detener la violencia contra las mujeres. Acaba con la impunidad abogando por la creación de leyes y políticas que responsabilicen a los perpetradores.

  Adopta, implementa y financia planes de acción nacionales para acabar con la violencia contra mujeres y niñas. Estos planes definen las decisiones de política e inversión que toman los gobiernos. 

  Invierte en las soluciones que proponen los movimientos por los derechos de las mujeres para prevenir la violencia contra mujeres y niñas. La violencia contra las mujeres no es inevitable. Puede y debe detenerse. (información basada en Datos de Naciones Unidas y UNESCO)