“Bienvenidos al Aeropuerto Internacional de Ezeiza (Ministro Pistarini) la hora local las 9:30 A.M.”
Cuando anuncian esto en los vuelos, creo que es el mejor anuncio de todos y así fue. La República Argentina me dio una gran bienvenida, hace unos meses, pero déjeme les cuento.
Ezeiza es donde se encuentra el aeropuerto, está a 35 Km. de la capital que es Buenos Aires; lo primero que hice, es cambiar a moneda local que es el peso, desde que llegué observé que esta ciudad tiene un gran predominio europeo, especialmente francés de finales del siglo XIX y el siglo XX.
Su arquitectura espectacular, como el palacio Barolo, que está inspirado en la Divina Comedia de Dante, como también el teatro Colón que es uno de los cinco teatros más hermosos del mundo, pero hablar de Buenos Aires también es hablar de su gastronomía, de su diversidad y de lo hermoso que es estar en esta ciudad porteña.
Me dirigí hacia donde iba a estar hospedado, Puerto Madero, por cierto donde está también, la Embajada Americana, que es el lugar más moderno de la ciudad, hermosos edificios, centros comerciales y vida nocturna.
Frente al maravilloso Río de La Plata, tuve la oportunidad también de conocer el Puente de la Mujer, que es una mega estructura del modernismo arquitectónico. Déjeme decirle que la ciudad de Buenos Aires es muy segura y el turista es muy bien cuidado.
Visité también la Plaza de Mayo, donde se encuentra la Casa Rosada, El Cabildo de Buenos Aires, la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y el Banco Nación Argentina; todos estos presentan estructuras edificadas de magnitudes colosales y hermosas.
No olvidemos los símbolos de la ciudad como el obelisco, fue hecho en (1936) en la famosa avenida 9 de julio, el cementerio de Recoleta desde (1822), que es como una ciudad de arte donde está enterrada Evita Perón, entre muchos otros ilustres. Sin olvidar la Plaza Francia, donde está la basílica de Nuestra Señora del Pilar y el Centro Cultural de la ciudad.
Muchas personas me preguntan, cómo me atendieron los argentinos, por la fama que tienen de ser “discriminativos, clasicistas y narcisistas”, en mi sincera opinión no observé nada de esto, por el contrario, el argentino y la Argentina, son sin duda alguna, grandes anfitriones, de una calidad humana excepcional, además de cordiales y amables, son alegres y muy amenos y es como todo, debes de aprender hablar de lo que a la gente le interesa en este caso: fútbol que es su religión, tomar un mate que es un ritual y compartir un sabroso asado.
La gastronomía, como los asaditos, las milanesas, pizzas, chorizos y chimichuri los mejores del mundo; el mercado de San Telmo que está desde (1897) hermoso lugar para degustar sus platillos y hacer compras.
Recuerda, la barrera de no viajar está solo en tu mente. Saludos a mi amigo Ángel Abeiro Luna en la ciudad de Mendoza. Disfruta, diviértete y aprende siempre en tus viajes.