Nos vamos a la República Árabe de Egipto

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Por: Mario López del Cid*

Después de casi 11 horas de vuelo y una escala en París escuchamos decir: “decir: “Salam alaykum” (La paz sea contigo) bienvenidos al Aeropuerto Internacional de El Cairo.

  Pero antes de hablarles de lo hermoso y lo encantador que es Egipto déjeme contarles, que antes de realizar ese fantástico viaje lo intenté dos veces, la primera vez me bajaron del avión, estando en Nueva York, porque resultó que mi pasaporte tenía un problema, la segunda vez que ya tenía todo preparado se dio una guerra civil, pero, “Como los tiempos de Dios son perfectos”, la tercera vez que decidí ir, todo resultó mejor de cómo la había planeado.

  Con una superficie de 1,000,000.1 km² y una población de 106 millones de habitantes, en África, bañado por el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo, que linda al oeste con Libia, al sur con Sudán y al noreste con Israel y el territorio palestino de Gaza.

  Hablar de Egipto necesitaría todas las páginas del periódico, para describirles lo extraordinario que es.

  Fui a Giza, con uno de mis grandes amigos Admed, que muy amablemente me llevó a conocer las pirámides que son aproximadamente 100, de las que conocí Keops, Kefrén y Micerino; la esfinge tiene una edad aproximada de 4600 años, a 30 minutos del centro de El Cairo.

  Emocionado e impresionado de estas maravillas del mundo antiguo,  me cautivó, les cuento que estuve una 1 hora 20 minutos sentado en una pirámide, sin moverme de ahí, desde que era un niño, siempre dije, iré a Egipto un día.

  Uno de los lugares que tienes que visitar es: El Gran Museo Egipcio, que te llevará entre ocho a 10 horas poderlo ver en su totalidad, y su entrada es de $15.

  La gastronomía en lo personal me gustó mucho, pero más un platillo exótico, para algunos, espagueti con riñones, una suculencia.

  Es el país que he visto que vende más pan dulce que cualquier otro en el mundo, todas sus cuadras tienen producción de diferentes tipos de pan. El Cairo en mi percepción es una ciudad segura, su gente amable y atenta, aunque siempre hay que estar listo a cualquier suceso.

  La ciudad de El Cairo sigue en construcción, pero eso no impide hacer unas caminatas espectaculares dentro del centro de la ciudad.

  Quiero saludar a mi querido Zeyad Elaref con quien más paso hablando de su país. Me despido de ustedes sin antes compartir un proverbio que decía la Faraona Cleopatra: “Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella”. Disfruta de tus viajes.