El número de muertes por el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el viernes a Birmania ha superado las 2.000 y se espera que esa cifra aumente de manera significativa, ya que los equipos de rescate continúan buscando personas atrapadas bajo los escombros.

Al menos 19 personas también murieron en Tailandia a causa del terremoto. La Organización Mundial de la Salud advierte que los centros de atención sanitaria en Birmania se encuentran colapsados, mientras que organizaciones de ayuda humanitaria han alertado sobre la magnitud de la devastación provocada por el terremoto.
Su Mon Htay: “La gente está desesperada, devastada. Veo que los puentes y las carreteras han sufrido daños enormes. Nunca antes había visto algo así en mi vida. […] Me impactó ver la situación en Mandalay. Todo parece haber desaparecido y mucha gente sigue atrapada. La cantidad de víctimas y daños sigue aumentando”.

El periódico The New York Times informa que el desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, impulsado por el presidente Trump, ha dificultado la respuesta estadounidense al terremoto en Birmania.
Mientras que China, Rusia e India enviaron rápidamente equipos de emergencia a Birmania, se espera que recién el miércoles llegue al lugar un equipo de Estados Unidos compuesto por tres personas.

El viernes, mientras se organizaban para atender la emergencia del terremoto, algunos empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional fueron notificados por correo electrónico sobre su despido.
Birmania es uno de los países más pobres de Asia y ha sido gobernado por una junta militar desde un golpe de Estado que tuvo lugar en 2021. Durante el fin de semana, grupos rebeldes acusaron a la junta de llevar a cabo ataques aéreos tras el terremoto. (Fuente: Democracy Now)