VIOLENCIA EN EL CAIRO
El Gobierno egipcio elevó este viernes 16 de agosto la cifra de muertos a 638 y la de heridos a 3.994
La cifra de víctimas mortales tras el violento desalojo de las acampadas de El Cairo y la posterior represión de las manifestaciones de los partidarios de Mohamed Mursi asciende ya a 638, según ha confirmado el Ministerio de Salud del país. Los heridos son 3.994. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes hablan de más 2.000 muertos.
La violencia comenzó el miércoles al amanecer, cuando la policía y las fuerzas del orden egipcias entraron en los dos campamentos instalados -tras el derrocamiento de Mursi- en plazas de la capital. Lo hicieron a la fuerza y sin contemplaciones. De los 638 muertos, 288 fallecieron en estos campamentos. El resto en las distintas protestas violentas que se han sucedido a lo largo del país.
Se trata de los disturbios más graves en Egipto desde el inicio de la Primavera Árabe, que dejaron más de 570 muertos, y no se descartan nuevos enfrentamientos violentos después de que grupos islamistas hayan convocado nuevas protestas contra el gobierno de transición.
Pese a la gran cantidad de víctimas, la violencia continuó en la jornada del jueves: en el norte de la península de Sinaí, presuntos extremistas mataron a cinco soldados egipcios en Al Arish. En esa ciudad murió además un policía, cuando extremistas abrieron fuego contra el club de oficiales de la policía. En el barrio cairota de Giza cientos de islamistas asaltaron oficinas de la administración provincial. Según las fuerzas de seguridad, se desató un incendio.
Pese a las masivas críticas internacionales al violento proceder de las fuerzas de seguridad, el gobierno defiende su actuación. En varias regiones del país rige el estado de emergencia.
CONDENA MUNDIAL
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostuvo una reunión de emergencia para tratar la sangrienta intervención de las fuerzas de seguridad egipcias en campamentos de manifestantes de la Hermandad Musulmana en El Cairo, que el miércoles dejó decenas de muertos.
En una breve declaración, la presidenta de turno del Consejo, la embajadora argentina María Cristina Perceval, dijo que el organismo urgió a todas las partes en Egipto a ejercer “máxima contención”. “Todos los miembros primeramente expresaron sus condolencias por las víctimas y lamentaron la pérdida de vidas”, señaló. “El punto de vista de los miembros del Consejo es lo importante que es poner fin a la violencia en Egipto, que las partes ejerzan la máxima contención. Y hubo un deseo común de la necesidad de detener la violencia y avanzar hacia una reconciliación nacional” en todo el país.
La Organización de los Estados Americanos también expresó a través de su secretario general, José Miguel Insulza, su indignación por la represión en Egipto contra los manifestantes EN rechazo al gobierno interino que provocó centenares de muertos.
Insulza hizo un llamado a la comunidad internacional para ayudar “a la sociedad egipcia a encontrar caminos de diálogo y negociación que pongan fin a los enfrentamientos”.
El secretario general dijo que no puede permanecer indiferente frente al drama que enfrenta el pueblo egipcio, envuelto en una espiral de violencia en su intento de recuperar las instituciones democráticas y normalizar la vida ciudadana.
Presidente Obama condena acciones
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por igual condenó la intervención de las fuerzas del seguridad del miércoles, algo que no fue bien recibido por la Presidencia de Egipto quien dijo que las declaraciones del mandatario estadounidense no harán sino fortalecer y estimular a los grupos violentos. En una declaración, la Presidencia afirmó que Egipto se está enfrentando a lo que calificó de “ataques terroristas”.
Este jueves, Obama expresó que la cooperación estadounidense con Egipto no podría continuar de manera normal mientras cientos de civiles mueren en las calles.
Por su parte, el senador republicano John McCain, rival de Obama en las elecciones de 2008, dijo en una entrevista con la BBC que el presidente debería haber suspendido la ayuda a Egipto cuando el expresidente Mohamed Morsi fue derrocado. McCain agregó que la remoción de Morsi por los militares fue un golpe de estado. Actualmente, EE.UU. brinda US$1.300 millones anuales en asistencia a los militares egipcios. (Con datos de BBC)