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El 27 de septiembre, los hinchas del Atlético Mineiro sentían una mezcla de euforia por el reciente triunfo en la Copa Libertadores y ansiedad ante la cercanía de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, cuando la noticia de la grave lesión sufrida por Ronaldinho Gaúcho transformó los festejos en recelo.
Una rotura muscular en el muslo izquierdo en un partidillo previo al entrenamiento de aquel viernes mantendría a Ronaldinho en el dique seco unos tres meses: un periodo demasiado largo como para que estuviese en condiciones de viajar a Marruecos, a principios de diciembre. Sin embargo, eso no desalentó al jugador.
Poco después de oír el estallido en el muslo, como él mismo describió la lesión, Ronaldinho se sometía al tratamiento pertinente con su célebre sonrisa en el rostro y una dosis de optimismo suficiente para contagiar a cualquier hincha menos animado. Tanto que, con las noticias cada vez más alentadoras llegadas de la enfermería de O Galo, la movilización y el apoyo de los aficionados transformaron su recuperación en algo comparable a las remontadas protagonizadas por el equipo en la campaña victoriosa de la Copa Libertadores.
Hace pocos días se recibió la buena noticia de su esperado regreso, al reincorporarse a los entrenamientos y confirmar prácticamente su presencia en el Mundial de Clubes.
Ronaldinho tan sólo dispondrá de un partido de la liga brasileña para demostrar que está listo, pero eso no parece asustar a su entrenador, Cuca, consciente de que podrá contar de nuevo con su líder dentro de la cancha en una competición que acapara ahora toda la atención del club. Para ello, la experiencia de tantos años en Europa y el peso que su nombre aporta al plantel pueden suponer una enorme diferencia contra rivales como el Monterrey o incluso el Bayern de Múnich.
En una entrevista exclusiva concedida a FIFA.com, Ronaldinho habla de todos estos factores y de cómo su adaptación a una posición más centrada ha acabado sentando como un guante al equipo confeccionado por Cuca. “Él me explicó lo que quería y yo le dije que no tendría ningún problema, porque me encanta esa función. Ha unido lo útil a lo agradable”.
En esta charla también menciona al Bayern de un viejo conocido, Pep Guardiola, y deja claro que sigue estando motivadísimo en su vuelta, tanto para hacer un buen papel en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA —título que se le escapó en 2006, cuando el Inter de Porto Alegre venció a su Barcelona— como para seguir soñando con otro Mundial, el de 2014. Como los seguidores de O Galo, Ronaldinho no deja de tener fe.
Usted adaptó su estilo en cuanto llegó al Atlético Mineiro, al jugar de mediapunta, en lugar de abrirse a la izquierda, como había hecho en los últimos años. ¿Qué influencia ha tenido esto en su evolución?
Es un puesto que ya había ocupado de joven, cuando empecé como profesional. Mis inicios fueron en esa posición. Después, al llegar al París Saint-Germain, comencé a jugar más escorado a la izquierda, y también en el Barcelona. Entonces, cuando vine al Atlético y Cuca me explicó lo que quería, lo que imaginaba para el equipo, yo le dije que no tendría ningún problema, porque me encanta desempeñar esa función de mediapunta: ya lo había hecho desde el principio. Así que ha unido lo útil a lo agradable. Ha sido sencillo y objetivo.
¿Y esa idea de equipo que le explicó fue la misma que ganaría la Copa Libertadores?
Sin duda. Cuca tiene mucho mérito en la consecución de ese título, porque lo planificó, buscó los fichajes que respondiesen exactamente a la forma en que él quería que jugase el equipo, así que fue estupendo: al principio aún teníamos a Danilinho, con su rapidez, después Bernard… Jô hacía de pivote, luego surgió la posibilidad de que viniese [Diego] Tardelli. Todo ha encajado muy bien, y no es casualidad.
¿Y cómo influye una experiencia de tantos años en Europa para afrontar un torneo intercontinental, que será el primero para muchos integrantes del plantel?
Procuramos hablar de las diferencias que hay en cuanto a fuerza, intensidad, estilo. Siempre que puedo, yo procuro hablar de eso. Lo mismo que Gilberto Silva, Josué, Jô… Gente que ha pasado por la liga inglesa, o la alemana: son situaciones diferentes, y creo que ayuda que hablemos algo de ellas.
Usted conoce bien a Guardiola. ¿Ya se empieza a ver su mano en el Bayern de Múnich?
Mire, yo no soy mucho de analizar el fútbol, pero por lo poco que veo me da la impresión de que ya tiene algo de ese estilo suyo de toque de balón, de triangulaciones en espacios cortos, de mantener la posesión de la pelota. Creo que eso ya se empieza a ver en el Bayern, en la medida en que el equipo ha asimilado ya lo que a él le gusta.
Durante la mayor parte de su etapa en el Barcelona, Guardiola estaba ahí, como entrenador del Barcelona B. Por el contacto que tuvo con él en aquella época, ¿se imaginaba que podría llegar a ser un técnico de tanto éxito?
Sí que lo imaginaba, porque el Barcelona tiene el concepto de que todas las categorías, desde la base, deben jugar como el primer equipo. Y creo que eso facilita mucho las cosas a los jugadores, y también a los entrenadores, porque el futbolista que sale de la cantera ya está listo para integrarse en el primer equipo, porque todos juegan con el mismo estilo. Sí, creo que todo el mundo lo imaginaba ya, porque estaba haciendo una excelente campaña en el Barcelona B, con las mismas ideas.
¿Cómo evalúa usted su rendimiento en las oportunidades que ha tenido en la selección desde que está en el Atlético Mineiro? ¿Cree que podría haber hecho algo diferente?
Fue estupendo poder volver. Felipão y yo hemos ganado muchas cosas juntos, y nos une una gran amistad. Él siempre ha hablado abiertamente conmigo, siempre ha sido una persona muy directa. Sé que todavía existen posibilidades para todos los que estén bien cuando llegue el momento. A día de hoy tiene más o menos una base, y quien esté bien cuando llegue el momento también irá.
Por la forma en que juega actualmente la selección y la función que usted tiene en el Atlético Mineiro, ¿se ve encajando en el equipo actual?
Tácticamente, no veo ningún problema. Puedo encargarme de cualquier posición, del mediocampo para arriba, y ya las he ocupado. Por eso hablo con tranquilidad (risas).
¿Y hasta qué punto le motiva ahora disputar un Mundial?
Siempre motiva. Yo trabajo para estar mejor. Si surge la posibilidad de jugar el Mundial, quiero estar listo y bien. Mi objetivo es estar bien siempre.
¿La Copa Mundial de Clubes de la FIFA puede suponer un peldaño más para volver a la selección?
Bueno, puede pasar cualquier cosa. El asunto es mantenerme al mismo nivel que estaba antes de la lesión, así que el objetivo es estar bien para conseguir rendir al nivel en el que estaba jugando hasta ahora. (Fuente: FIFA.com)