INMIGRACION
Los padres de Sergio García lo llevaron a Estados Unidos hace casi dos décadas, y desde entonces ha estado esperando una tarjeta de residencia. Pero hay una sola cosa que un inmigrante indocumentado no necesita esperar, de acuerdo con la Corte Suprema de California: su licencia para ser abogado.
García puede ser admitido en la barra de abogados de California y ejercer legalmente, según la Corte. El caso rápidamente atrajo la atención de activistas en ambos lados del debate nacional sobre la inmigración. García, de 36 años, dice que su sueño americano por fin se ha vuelto en realidad.
“Con lágrimas en los ojos estoy feliz de reportar que estoy siendo admitido en la barra. Gracias Dios”, escribió en su cuenta de Facebook este jueves 2 de enero, luego de conocer el fallo. “Esto es por todos ustedes que se atreven a soñar y al hacerlo cambian al mundo. Los amo a todos. Se hizo historia hoy”.
Pero el caso deja muchas preguntas, particularmente entre los que han sido críticos de los esfuerzos de García por ser abogado. “¿Cómo se supone que García hará cumplir ‘las leyes de Estados Unidos’ cuando con su sola presencia en este país está violando las leyes federales?”, se preguntó el colaborador de CNN, Rubén Navarrete, en un artículo de opinión escrito en septiembre pasado.
“¿Cómo puede comprometerse a respetar ‘las cortes de justicia’ cuando, durante la mayor parte de su vida, ha vivido aquí desafiando a las leyes? ¿Cómo puede afirmar que no ‘engañará’ a un juez o autoridad judicial cuando para vivir ilegalmente en Estados Unidos necesita engañar a diario?”
La Corte Suprema de California falló este jueves que ninguna ley estatal o política pública puede evitar que García u otros como él obtengan una licencia de abogado en el estado.
Los funcionarios de inmigración muy probablemente no buscarán sanciones contra un inmigrante indocumentado que ha vivido en Estados Unidos por años, que ha sido educado en este país y cuya sola conducta ilegal es su presencia en este país, afirmó la Corte en una decisión unánime.
“Bajo esas circunstancias, concluimos que el hecho de que la presencia de un inmigrante indocumentado que viola los estatutos federales no es por sí solo suficiente o razón convincente para negar a inmigrantes indocumentados, como una clase, la admisión a la barra”, afirmó la Corte.
Una larga batalla legal
García nació en México en 1977 y fue llevado a California cuando tenía 17 meses de nacido, según documentos de la Corte. Permaneció en el país hasta 1986 cuando él y sus padres regresaron a México. Ocho años después, a la edad de 17 años, García regresó a California con sus familiares y sin documentación, aunque su padre había obtenido un estatus de residente permanente en Estados Unidos.
Ese año, el padre de García pidió una visa de inmigrante en nombre de su hijo, que fue aceptaba por funcionarios federales migratorios en 1995. Pero 19 años después, la visa no ha sido entregada, a pesar de que García ha vivido en el estado desde 1994.
“Debido a que el actual número de personas de origen mexicano que están pidiendo visas de inmigrante es tan grande, a la fecha de escribir esta opinión, más de 19 años después de que la petición de visa de García fue realizada, un número de visa aun no está disponible para García”, según el fallo de la Corte.
Aunque García se recibió de la carrera de leyes en 2009, pasó el examen de la barra de abogados, y por dos semanas ejerció la profesión, luego recibió una notificación de la barra donde se le dijo que su admisión fue un error.
El asunto llegó hasta los tribunales, donde la barra estatal argumentó que sí quería admitirlo. Además, logró el apoyo del fiscal estatal de California, Kamala Harris, quien escribió a la Corte Suprema que “admitir a García a la barra sería consistente con la política federal y estatal que anima a los inmigrantes, documentados o indocumentados a contribuir a la sociedad”. (Fuente:CNN)