ESPECTACULOS
El director de cine Agustín Delgado fue quien lo apodó “Chespirito”. El apodo es un diminutivo de la pronunciación castellana del nombre William Shakespeare, y se debe por un lado a la estatura de Gómez Bolaños y por otro, a su talento a la hora de escribir.
“Más rápido que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón”. El creador de esta frase y un sinnúmero más, el comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, cumplió 85 años este 21 de febrero.
Roberto Gómez Bolaños− nació en México el 21 de febrero de 1929− ha destacado en la historia de la televisión mexicana como escritor, actor y director. “Chespirito” se ha hecho popular en América Latina por personajes como el Chapulín Colorado” y el “Chavo del 8”.
Hijo de Elsa Bolaños Cacho, una secretaria bilingüe y Francisco Gómez Linares, quien se dedicaba a la pintura y la ilustración, el comediante mexicano estudió ingeniería, carrera de la que nunca se graduó. Se inclinó por el mundo artístico.
Durante varios años se dedicó a escribir guiones tanto para televisión como para cine. En la década del 70 le dio vida a sus célebres personajes El Chapulín Colorado y el Chavo, entre otros.
Además del éxito que obtuvo en la televisión de México, y de gran parte del mundo, Gómez Bolaños protagonizó varias películas, escritas por él mismo, como “El Chanfle”, “El Chanfle 2″, “Charrito” y “Música de viento”.
Gómez Bolaños tiene seis hijos de su primer matrimonio con Graciela Fernández. Su actual esposa es Florinda Meza, actriz que encarnó a Doña Florinda en el “Chavo del 8″, con la que se casó en 2004.
A sus 85 años, “Chespirito” no sólo es un ícono en México sino que además sigue siendo el ídolo de miles de chicos y no tan chicos, que hoy continúan disfrutando y riendo con cada uno de sus personajes.
Algunas de las frases que hizo populares con diversos personajes son: Fue sin querer queriendo, se me chispoteó, síganme los buenos, no contaban con mi astucia, ¿insinúa que estoy viejo?, lo sospeché desde un principio, tómelo por el lado amable, es que no me tienen paciencia, ¿sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?