WASHINGTON
Los republicanos, que hicieron todo lo posible para impedir la aprobación de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama y hasta llegaron a forzar el cierre de la administración por varias semanas, ahora quieren llevar al mandatario estadounidense a juicio por no aplicarla.
Detrás de esta aparente paradoja, los opositores defendiendo la aplicación del Obamacare, está la defensa de la división de poderes, en palabras de los congresistas republicanos que promueven la iniciativa.
La demanda en cuestión, aprobada por 225 votos contra 201, se circunscribe al hecho de que Obama ordenó en dos ocasiones ampliar un plazo impuesto por la Ley de Seguros Asequibles, la conocida como Obamacare.
“¿Piensan dejar que cualquier presidente elija qué leyes quiere ejecutar y cuáles cambiar?”, preguntó en su intervención ante los parlamentarios el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, impulsor de la idea.
Los republicanos en el Congreso se quejan de que Obama se ha excedido en sus poderes constitucionales en numerosas ocasiones, puenteando al Legislativo con sus órdenes ejecutivas.
Ponen como ejemplo la facilitación unilateral de las deportaciones de jóvenes inmigrantes y el intercambio de un soldado por cinco miembros del Talibán encarcelados en Guantánamo.
Se trata de la primera vez que una de las cámaras emprende una acción legal sobre los límites de sus poderes constitucionales, aunque ya antes, a título individual, miembros del Congreso habían demandado a un presidente.
“TRUCO ELECTORALISTA”
El proceso resulta confuso para algunos observadores, quienes se preguntan por qué, si se trata de un supuesto exceso de las atribuciones presidenciales, el Congreso no opta por promover un “impeachment” o proceso de destitución, algo que los republicanos niegan que sea su intención.
Los demócratas tratan de colocarle la etiqueta de “impeachment” a la iniciativa, en un intento por desprestigiarla ante la opinión pública, que recuerda traumáticos procesos similares, como el que atravesó Bill Clinton por el caso de Mónica Lewisnky en 1998 o el que pendió sobre Richard Nixon en 1974 por el caso Watergate.
La solicitud de autorización para demandar a Obama ante tribunales deberá ser aprobada por el Senado, donde muchos consideran que no sobrevivirá, sobre todo considerando que el Congreso entra esta semana en su receso de verano.
“No deberíamos estar gastando dinero en esto”, dijo la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
El oficialismo ve en la iniciativa una operación electoral de cara a los comicios legislativos de mitad de mandato que se celebrarán en noviembre. “Todo el mundo ve esto como un truco electoralista”, fue la reacción del presidente Obama. “Si no van a hacer nada, nosotros haremos todo lo que podamos”, agregó.
El mandatario no ha ocultado su frustración por el bloqueo opositor a sus iniciativas del Congreso en asuntos como inmigración, derechos de los homosexuales, energía y medio ambiente.
Ya desde discurso sobre el Estado de la Unión, en enero pasado, había advertido su intención de usar sus poderes ejecutivos para adelantar algunas políticas públicas. “Hemos adoptado más de 40 acciones que buscan ayudar a las familias de trabajadores. Nosotros actuamos cuando el Congreso no lo hace”, dijo Obama. (Fuente: BBC)