FAMILIA
Es una experiencia tan familiar como frustrante de muchos padres y maestros: hacer que los niños presten atención a instrucciones simples cuando están frente al televisor, jugando o leyendo un libro.
Es tal su habilidad para ignorar lo que está ocurriendo fuera de su foco inmediato que incluso si les hablas con un megáfono el efecto en su respuesta sería mínimo.
Ahora, científicos consideran que existe una razón para esta falta de atención que está relacionada con cómo se desarrolla el cerebro.
De acuerdo con los expertos, los niños no están ignorando intencionadamente. De hecho, tienen lo que llaman una ceguera de falta de atención.
Esta ceguera es la diferencia entre mirar y observar lo que realmente está allí, entre oír y registrar lo que realmente se dijo.
El resultado es esta falta de percatación, especialmente fuera del foco inmediato de atención.
Según la profesora Nilli Lavie, del instituto cognitivo de neurociencia de la University College London, lo niños tienen una atención periférica mucho menor que los adultos.
“Incluso concentrarse en tareas sencillas hará que los niños sean menos conscientes de lo que les rodea, comparado con los adultos. Por ejemplo, un niño que se está subiendo el cierre del abrigo mientras cruza la calle puede que no se dé cuenta del tráfico, mientras que la mente desarrollada de un adulto no tendría problemas con ello”.
Lavie agregó que “la capacidad de conciencia fuera del foco de atención se desarrolla con la edad, así que los niños más pequeños tienen un alto riesgo de ceguera por falta de atención”.
La prueba del museo
La experta se basa en un experimento que hizo para poner a prueba los distintos niveles de este tipo de ceguera en niños y adultos.
Le pidió a más de 200 visitantes del Museo de Ciencia de Londres que juzgaran qué línea de una pantalla era la más larga en tres ejemplos distintos. En una de las pantallas destellaba un cuadro negro y le preguntó a los participantes si lo habían notado o no.
Mientras que el 90% de los adultos pudieron ver el cuadrado la mayoría de las veces, la respuesta de los niños fue mucho peor, con menos del 10% en los menores de 10 años.
Los participantes de 11 a 14 años también mostraron una atención baja que disminuyó todavía más en la medida que aumentó la dificultad de la prueba.
ESTE FUE UN RESULTADO QUE SORPRENDIÓ A LA PROFESORA LAVIE.
“En los niños, la corteza visual primaria no estaba respondiendo al objeto de la pantalla, y a partir de los 14 esto parece desarrollarse. Pero no me esperaba que los niños mayores también sufrieran de ceguera por falta de atención. Sería interesante ver en qué punto se desarrolla completamente”.
Estudios anteriores en cerebros de adultos sugieren que esa corteza visual primaria es la parte del cerebro responsable de percibir cosas, porque si esta área está dañada, las personas tienden a tener una menor conciencia periférica.
Hay implicaciones de seguridad obvias a este desarrollo tardío. Algo tan simple como mandar un mensaje mientras se cruza la calle es -por ejemplo- mucho más peligroso si la conciencia se ve afectada.
SUS VENTAJAS
Pero también hay ventajas para esta condición. ¿Quién quiere ser distraído por todo lo que nos rodea? La falta de una atención periférica significa que podemos mantener nuestra concentración.
Los psicólogos argumentan que, hasta cierto grado, todos tenemos una capacidad limitada para la atención.
Richard Wiseman, profesor de psicología de la Universidad de Hertfordshire, ha estudiado en profundidad el procesamiento visual de los humanos, y lo describe como “enormemente complicado”.
“Buena parte del cerebro está dedicado a ello. Es muy difícil, así que no queremos estar procesando cosas que no son importantes. Esa es la razón por la que se necesita la ceguera por falta de atención, de lo contrario no podrías concentrarte”.
Debido a que el cerebro nos da la ilusión de que constantemente está monitoreando todo, nos sorprende cuando no notamos algo obvio. (Fuente: BBC, Philippa Roxby)