Proyecto sobre conmociones cerebrales en el fútbol

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DEPORTES

Al fútbol se juega también con la cabeza. Un 13% de las lesiones registradas en las Copas Mundiales de la FIFA afectan a la cabeza y al cuello, y una de cada siete, aproximadamente, es una conmoción cerebral. Las lesiones agudas en la cabeza y los efectos de jugar el balón con la cabeza son dos temas que preocupan desde hace años tanto a los clubes y sus equipos médicos como a la organización rectora del fútbol mundial.

Bajo la dirección de Jiri Dvorak, consultor jefe de la clínica Schulthess de Zúrich y jefe médico de la FIFA, se han llevado a cabo diversos estudios sobre la materia. En 2006 se adoptó una medida específica: la regla del juego que sanciona con expulsión directa los codazos intencionados en la cabeza del adversario. De este modo se ha reducido a la mitad la tasa de lesiones en la cabeza producidas en los partidos de fútbol.

Además de la prevención, otro factor clave consiste en ofrecer la mejor atención médica posible a los futbolistas tras una lesión de estas características. A tal efecto, los investigadores del departamento de neurología del Hospital Universitario de Zúrich y de la clínica Schulthess han puesto en marcha un proyecto de cooperación con la FIFA y han definido ya los primeros factores que determinan cuál es el momento adecuado para que un futbolista que haya sufrido un traumatismo craneoencefálico leve pueda reincorporarse a la práctica activa del fútbol.

 

REGRESO PAULATINO

“En primer lugar es importante disponer de una descripción detallada de la lesión en las primeras 24 horas después de que ésta se produzca, y también saber interpretar esa información”, ha declarado el profesor Dvorak. Es necesario igualmente determinar si se trata de una disfunción de carácter central (pérdidas de memoria, desorientación, problemas de movimiento ocular) o si la causa es de carácter periférico, como por ejemplo una disfunción del sistema vestibular en la porción petrosa del hueso temporal.

“Así como un trauma craneoencefálico precisa principalmente un periodo de descanso, en los casos de disfunción del sistema vestibular recomendamos un pronto retorno a los entrenamientos, que deberán incluir determinados ejercicios de coordinación”, señala Dvorak.

Tras un traumatismo leve es recomendable una reincorporación paulatina a la práctica deportiva, de forma que los futbolistas puedan volver a practicar regularmente el fútbol seis días después de sufrir la lesión.

En el marco de este proyecto de cooperación, y bajo la dirección de la doctora Nina Feddermann, se está llevando a cabo un examen neurológico y neuropsicológico de varios jugadores de las máximas categorías del fútbol suizo antes de que dé comienzo la temporada 2014/2015, así como un estudio de su sentido del equilibrio y de los movimientos oculares.

En caso de que alguno de estos futbolistas sufra una lesión en la cabeza durante la temporada, se les someterá de nuevo a un examen y se compararán los resultados con los datos obtenidos en las primeras pruebas. Sobre la base de las diferencias percibidas entre el antes y el después resulta posible detectar incluso riesgos nimios que el jugador no percibe en su vida cotidiana.

“Si el futbolista volviese a jugar antes de tiempo, la ralentización de su tiempo de reacción más lento o la disminución de su capacidad de atención incrementarían el riesgo de sufrir una nueva lesión y también el riesgo de consecuencias a largo plazo”, comenta Feddermann.

 

MULTIPLICIDAD DE FACTORES

El proyecto piloto, que se llevó a cabo durante la temporada 2013/14 y contó con la participación de 120 futbolistas profesionales, evidenció lo muy exigente que puede resultar la realización de exámenes de base. El periodo necesario de recuperación entre el incidente y la reanudación de la actividad deportiva depende de las limitaciones de las funciones neurológicas constatadas tras el trauma craneoencefálico. (Fuente: FIFA.com)

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