Adiós al sueño presidencial de Sandra Torres

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GUATEMALA

El Tribunal Constitucional de Guatemala dictaminó el lunes por unanimidad que las aspiraciones presidenciales de la ex primera dama, Sandra Torres Casanova, violan el artículo 186 de la Constitución y, por ende, rechazó su candidatura. El artículo constitucional veta el derecho a optar para el cargo de Presidente a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad del mandatario, “cuando éste se encuentre ejerciendo la Presidencia”.

Sandra Torres estuvo casada con Álvaro Colom hasta el 7 de abril, cuando la pareja anunció su separación, en vista de las elecciones presidenciales del próximo 11 de septiembre. El fallo era predecible, ya que tanto el Tribunal Electoral como la Corte Suprema de Justicia rechazaron con anterioridad la inscripción de Torres, al considerar que el divorcio se produjo exclusivamente con el fin de burlar el mandato de la Carta Magna, con lo que la exmujer del presidente estaría incurriendo en un “fraude de ley”.

La decisión judicial llegó tras más de diez horas de deliberaciones, durante las cuales el Tribunal Constitucional estuvo reunido a puerta cerrada “por medidas de seguridad”. Desde la noche del domingo la seguridad frente a la sede de la Corte de Constitucionalidad fue visiblemente reforzada, para evitar que los simpatizantes de Torres pudieran entrar al edificio para presionar a los magistrados. Un medio centenar de policías formaron un cordón humano que impedía el paso, incluso a la prensa. Las puertas de entrada permanecieron con las persianas echadas, mientras que los simpatizantes de Torres empezaban a llegar al tribunal, para gritar consignas de apoyo a su candidata.

La decisión del Constitucional, de acuerdo al ordenamiento vigente, es ya inapelable. Sin embargo, y ante la creciente sensación de que el fallo sería adverso, Torres y su equipo demandaron el 5 de agosto, al Estado de Guatemala ante la Corte Centroamericana de Justicias (CCJ), con sede en Managua (Nicaragua), con el argumento de Torres era “excluida de la lucha electoral”. El organismo regional, ante el que Guatemala no tiene representación, aceptó la demanda para su trámite y comunicó al Estado guatemalteco que tiene 10 días para responder a la querella.

La resolución contraria a los intereses de Torres y del partido en el Gobierno se dio a conocer en rueda de prensa al filo de las 23.00, más de dos horas después de que los periodistas fueran convocados. El retraso obedeció a que los magistrados tuvieron que esperar que las partes involucradas fueran notificadas. La filtración por el abogado de una de las partes interesadas hizo que la noticia se hiciera pública con más de tres horas de anticipación y que la misma corriera como llama en gasolina.

Fin del sainete

El sonado divorcio del presidente Colom y Sandra Torres dio a la campaña presidencial, tradicionalmente marcada por la violencia, un contrapunto de folclore tercermundista. No se conocen antecedentes en América Latina de que una pareja bien avenida, decidiera poner fin a su relación para permitir que el cónyuge pudiera aspirar al cargo más alto de un país.

En cualquier caso, las aspiraciones de Torres estaban muy cuesta arriba. Todas las encuestas conocidas colocaban su candidatura en segundo lugar, muy por debajo del favorito, el general retirado Otto Pérez Molina, un militar que ganó sus galones en las trincheras y que, al final, fue quien firmara la paz con la guerrilla, en diciembre de 1996. Los guatemaltecos elegirán, el 11 de septiembre, Presidente, Vicepresidente, 158 diputados al Congreso Legislativo (unicameral), 20 al Parlamento Centroamericano y renovarán las 333 corporaciones municipales del país. (Fuente: JOSÉ ELÍAS, EL PAIS)