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Poco pudieron hacer los doctores para salvarle la vida al ‘Hijo del Perro Aguayo’, pues cuando llegó al hospital ya se encontraba en un estado irreversible. Lo anterior fue confirmado por la Procuraduría General de Baja California, después de la investigación por la muerte del luchador en la madrugada del sábado 21 de marzo.
Y es que una vez que el parte médico fue entregado a los autoridades, el subprocurador de Tijuana Gilberto Cota Alanís resolvió que los doctores intentaron reanimarlo a toda costa, aunque sin éxito.
Según se informó, la causa de la muerte fue traumatismo de cuello con lesión cervical medular, lo que le provocó un paro respiratorio al luchador, quien recibió el último golpe de parte de Rey Misterio Jr., en una exhibición en la ciudad fronteriza.
“Cuando llegó la ambulancia el señor Aguayo ya no tenía ninguna reacción o estimulo cardio- respiratorio, se hizo una acción para reanimarlo, obviamente no tuvo respuesta, prácticamente llegó muerto”, informó el subprocurador.
Y por lo descubierto en la autopsia, la acción que más afectó al ‘líder de la jauría’ fueron unas tijeras al cuello realizadas por Rey Misterio. Esa acción fue definitiva, pese a que una vez que regresó al ring lo hizo por su propio pie.
“Cuando cayó afuera del ring y se levanta, se nota cuando estaba lastimado y viene otro golpe que lo pone en las cuerdas, y se nota que la persona estaba inconsciente. Después los médicos y paramédicos es cuando lo sacan para llevarlo al hospital, donde el médico hizo los protocolos para resucitarlo de un paro cardio-respiratorio, pero ya no tuvo respuesta”, comentó.
Cota Alanís fue insistente en que no hubo negligencia médica en este caso, ya que según explicó no hubo posibilidades de salvarlo, pues la lesión en el cuello ya era muy fuerte.
Las autoridades continúan con la investigación por la muerte del rudo luchador, uno de los más seguidos de la afición mexicana. Por lo que se llamaría a declarar a Rey Misterio, así como a otras personas que estuvieron a los lados del ring durante la función.
Pedro Aguayo Ramírez había encajado poco antes una patada de Rey Mysterio que lo noqueó. El luchador permaneció unos minutos inconsciente en el cuadrilátero, derrumbado sobre las cuerdas, hasta que sus compañeros se dieron cuenta de que no estaba fingiendo.
El Perro subió por primera vez a un ring a los 15. Aguayo heredó de su padre, un luchador en la década de los 70 que enfrentó a mitos como El Santo, la habilidad en el cuadrilátero y el buen ojo para los negocios. (Fuente: FOX deportes)