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Después de la Copa Mundial de Brasil, Jürgen Klinsmann utilizó los partidos amistosos como un banco de pruebas de nuevas opciones. Los resultados no fueron positivos en la cancha, aunque el entrenador de la selección nacional de Estados Unidos tomó notas a futuro.
En menos de un año Klinsmann le dio minutos a 46 futbolistas diferentes, incluyendo 12 debutantes. Pero el tiempo de pruebas y experimentos se va agotando para el técnico alemán. “Ya empezamos a achicar el plantel, no hay duda que lo estamos haciendo porque en julio tenemos la Copa Oro y queremos ganarla para clasificar a la Copa Confederaciones que se juega en Rusia en 2017″, dijo Klinsmann en ESPN durante el mediotiempo del partido San Jose Earthquakes vs Real Salt Lake, el domingo. “Así que cuanto más nos acerquemos a julio, más chico será el plantel”.
Klinsmann, que se acercó a conocer el flamante Avaya Stadium – la nueva casa de los Earthquakes – consideró que la última fecha FIFA con partidos ante Dinamarca y Suiza dejó elementos positivos, más allá de los resultados.
“Creo que los juegos en Dinamarca y Suiza nos ayudaron mucho”, opinó el exartillero de la selección de Alemania. “Estuvimos en ventaja en los dos partidos, aunque desafortunadamente lo perdimos con Dinamarca en los últimos 10 minutos. Fueron partidos muy importantes, porque vi muchas cosas positivas”.
Una de las conclusiones para Klinsmann es que Michael Bradley rinde más en el equipo como enlace. “Definitivamente hay que sacar ventaja de las cualidades de Michael jugando hacia adelante, conectando con los delanteros. Alimentando a jugadores como Jozy Altidore o Clint Dempsey”, selañó el coach.
La próxima prueba de EE.UU. será en San Antonio, Texas, el 15 de abril ante su archirrival de región, México. Posteriormente, antes de la Copa Oro, visitarán a las selecciones de los Países Bajos y Alemania, en junio. (Con datos de futbolmls.com)