WASHINGTON
La asesora de Política Nacional del presidente Barack Obama, Cecilia Muñoz, presentó el 17 de abril el nuevo Plan Estratégico Federal sobre Integración de Inmigrantes y Refugiados, una iniciativa de la Casa Blanca destinada a ayudar a convertirse en ciudadanos a 8.8 millones de residentes permanentes en el país.
“El presidente nos ha dado un plazo porque está ansioso por ver lo que podemos conseguir”, dijo Muñoz ante un foro de expertos en inmigración en Washington, en referencia a la implementación de este plan, cuya aplicación se examinará a finales de 2015.
El plan, que cuenta con la colaboración de múltiples instituciones del Gobierno, se centra en aspectos como el fortalecimiento de las vías para la naturalización y la participación ciudadana, la promoción del desarrollo de habilidades y negocios, y la integración lingüística.
El sentido de la urgencia ha marcado la conversación en la sede del Migration Policy Institute (MPI), una organización integrada por algunos directores del difunto Servicio Nacional de Inmigración, en anteriores administraciones.
“No sé qué posibilidad hay de que se aprueben leyes de inmigración”, señaló Felicia Escobar, asistente especial del presidente Obama sobre Políticas de Inmigración y, según los presentes, la principal artífice de este nuevo plan.
“Este año se cumple el 50 Aniversario de la Ley de Inmigración de 1965”, agregó Escobar con respecto a la histórica ley que eliminó las anteriores cuotas por nacionalidades e instauró la igualdad de derechos entre todos los inmigrantes.
De hecho, la intención declarada de la Casa Blanca es cambiar el lenguaje de la política de inmigración y promover al máximo el concepto de integración.
“Queremos incorporar este concepto al ADN del sistema federal y procurar que esta manera de pensar y esta conexión se mantengan en el futuro”, dijo Cecilia Muñoz ante los expertos, mientras en un tribunal de apelaciones de Nueva Orleans los abogados del Departamento de Justicia presentaban sus argumentos para desbloquear las medidas ejecutivas decretadas en noviembre por Obama y paralizadas por el juez texano Andrew Hanen a mediados de febrero.
Uno de los principales objetivos de esas medidas ejecutivas era ofrecer una alternativa legal a casi cinco millones de inmigrantes en situación irregular, y este plan de integración se centra en sus aspectos aplicables mientras se resuelve la paralización judicial.
El plan facilitará el proceso de adquisición de la ciudadanía a los casi nueve millones de inmigrantes con derecho a solicitarla, y podría saldarse con millones de nuevos votantes antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.
“Vamos a realizar una campaña de sensibilización y presentar el informe en las comunidades”, dijo Felicia Escobar.
Las menciones a la causa judicial pendiente en Texas y las elecciones presidenciales estuvieron ausentes durante la presentación, y los expertos se centraron en los aspectos laborales y educativos del plan de integración.
“Este plan ofrece la posibilidad de emplear a corto plazo a población altamente cualificada que estaba siendo infrautilizada”, dijo Eva Millona, copresidenta de la Alianza Nacional para Nuevos Estadounidenses, en relación con las medidas que pondrá en marcha el Departamento de Trabajo y la Administración de Pequeñas Empresas.
Otro de los aspectos subrayados del plan son las numerosas medidas para la enseñanza del inglés y la falta de integración lingüística, que puede constituir un obstáculo para la obtención de la ciudadanía.
“Hasta ahora solo se está cubriendo alrededor del 5 % de la necesidad”, dijo Margie McHugh, directora del Centro Nacional sobre Políticas de Integración de Inmigrantes dentro del MPI, acerca del dominio del inglés por inmigrantes y refugiados.
Las instituciones federales van a ejecutar el Plan de Integración de Inmigrantes a marchas aceleradas, con la colaboración de organizaciones no gubernamentales y algunas grandes ciudades, pero sin consultar a gobiernos estatales y locales, lo que podría generar nuevos obstáculos para las medidas migratorias de Obama.
De hecho, la primera fase del plan se va a desarrollar durante las deliberaciones del tribunal de apelaciones de Nueva Orleans y con el trasfondo de la visita del Papa Francisco en noviembre, durante la que se hablará de los derechos de los inmigrantes. (Fuente: Univision)