DEPORTES
FUENTE: FIFA.com
Zinedine Zidane se reencontró con el público francés con motivo del XIIº Partido contra la Pobreza, que se celebró el lunes 20 de abril en Saint-Etienne. Como cada año desde 2003, Zizou y su amigo Ronaldo invitaron a una constelación de superestrellas del fútbol, como David Trezeguet, Clarence Seedorf o Jay-Jay Okocha, a volver a calzarse las botas por una buena causa.
La edición 2015, dedicada a las víctimas del Ébola, volvió a ser un éxito total, tanto en lo que respecta a la movilización de público y jugadores como en lo relativo a la calidad del espectáculo. Antes del pitido inicial, Zidane concedió una entrevista exclusiva a FIFA.com para hablar sobre esta cita tan importante para él y sobre su nueva vida como técnico del Real Madrid Castilla.
Sr. Zidane, participa en este Partido contra la Pobreza todos los años. ¿No le resulta cada vez más duro físicamente?
(Risas) Sí, claro, para las piernas es más duro cada año. Pero lo importante estar ahí para continuar con lo que pusimos en marcha hace 12 años y poder defender una causa distinta en cada ocasión. Este año es el virus del Ébola, que está haciendo estragos en África. Eso es lo más difícil. Esto tiene que ser una fiesta y un bonito partido de fútbol y al mismo tiempo tenemos que hacer llegar el mensaje a todos aquellos que ven el encuentro. Debemos tenerlo presente mientras ofrecemos un buen espectáculo. Y aunque cada vez resulte más y más complicado, siempre es un placer jugar y compartir esta pasión que es el fútbol.
¿Le veremos participar un día en este acto como entrenador?
Lo más tarde posible, porque me gusta estar sobre el césped mientras pueda (risas). Pero ¿por qué no?, claro está. Tenemos ganas de perdurar en el tiempo, de disputar este partido cada año durante muchos años. Ya hemos cumplido doce, pidamos al menos otros doce más.
¿Cómo se prepara para algo así?
La gente viene a eso, a vernos jugar, correr un poco (risas). Siempre me he mantenido en buena forma física, salgo a correr de vez en cuando… Pero bueno, nunca se está realmente preparado para un encuentro, ¡es que son 90 minutos! Sin embargo, estamos ahí para emplearnos a fondo y proporcionar a la gente algunos buenos recuerdos. Además, el duelo tiene lugar en Francia, en el Geoffroy Guichard, un estadio lleno de historia…
¿Qué recuerdos tiene de la Caldera como jugador?
Pues no necesariamente grandes recuerdos, porque no jugué mucho allí. ¡Sí que recuerdo que lo hice de lateral derecho! Me enfrenté al Saint-Etienne en mi época con el Cannes. Jugábamos con cinco defensas y los dos laterales subían por los flancos. Creo que no habrá muchos que se acuerden de eso pero así fue y yo hice mi trabajo (risas).
¿Cómo ha evolucionado este Partido contra la Pobreza desde aquella primera edición en 2003?
Lo bueno es que cada vez que llamamos a los jugadores vienen con mucho gusto. Saben que es una causa importante, que va a valer la pena. El número de participantes aumenta cada año. Es importante de cara a la gente que viene al estadio. Incluso si se trata de futbolistas que no han militado en su club, son grandes nombres a los que conocen bien y a los que han visto jugar. A veces se dice de los futbolistas que son egoístas y que no hacen nada por los demás, pero yo doy fe de que la mayoría de las veces dan un paso al frente. Los hay incluso que están en activo y hacen todo lo posible por venir, como Pierre-Emerick Aubameyang.
Usted disfrutó mucho sobre la cancha como jugador. ¿Esa sensación es comparable a la que siente como entrenador?
El placer es distinto, pero también está muy bien. Es realmente interesante, si bien resulta mucho más difícil. Cuando eres jugador, solo piensas en ti. Cuando eres entrenador, piensas en los demás (risas), pese a que yo, cuando era jugador, pensaba mucho en los demás. Un entrenador solo debe pensar en poner a sus jugadores en buenas condiciones. Es otro oficio diferente, aunque igual de interesante.
¿Cómo expresa su creatividad como técnico?
Yo era creativo sobre la cancha, e intento seguir siéndolo ahora, de otra manera. Cuando las cosas no marchan, hay que intentar encontrar soluciones en el momento, cambiar cosas para que todo funcione. Cuando todo va bien, es porque se ha utilizado la fórmula adecuada.
¿Cómo definiría usted su estilo de juego?
A mí siempre me ha gustado el fútbol ofensivo, tratando de mantener un equilibrio defensivo, porque hoy en día no se puede existir sin él, pero siempre con la preocupación de divertirse jugando. El fútbol debe ser ante todo un placer para quienes lo practican y para quienes lo ven. Yo no me convertí en entrenador para que la gente se aburra, quiero que mi equipo juegue bien. Eso se consigue con un estilo rápido, que llegue al campo rival lo antes posible. Simplemente, aplico mis principios de juego.
¿Cuando uno se llama Zidane tiene inmediatamente el respeto de sus hombres?
Creo que como todos los jugadores hacia su entrenador. Puede que el hecho de llamarse Zidane aporte un plus suplementario y que eso ayude a que te escuchen, pero en todo caso eso es algo que yo no utilizo. Solo intento transmitirles algo.
Trabaja en el Real Madrid, donde es una leyenda viva. ¿Le supone eso a veces un obstáculo para desenvolverse normalmente como entrenador?
Digamos que tengo facilidades para poder expresarme como entrenador. Trabajo con el filial y tengo mis propios objetivos, los que fijé con mis jugadores a comienzos de la temporada. Aunque disfrute de ciertas facilidades con el club, no las utilizo.
¿Hay algún jugador actual que le haga soñar?
No. “Soñar” no es la palabra. Hay jugadores a los que presto atención y que me gustan mucho. Evidentemente, están Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, que son tremendamente espectaculares. Sin embargo, a mí me gusta mucho Eden Hazard. Todo lo que hace sobre el césped me agrada. Me encanta su comportamiento, su faceta decisiva y el hecho de verle progresar cada año. Aún tiene mucho margen de mejora, y si el Chelsea es líder del campeonato, se debe en gran medida a Eden.