INMIGRACION
La inmigración, un tema prominente en momentos en que comienza en serio la contienda presidencial en Estados Unidos, es un asunto complicado, controversial y amplio. Pero para fines políticos hay una pregunta muy concreta por responder: ¿Qué hacer con aproximadamente 11 millones de personas que viven en el país sin permiso?
Dado que los republicanos en el Congreso no han sido capaces de ponerse de acuerdo en una respuesta, el presidente Barack Obama tomó una decisión ejecutiva para limitar las deportaciones. Todos los republicanos que buscan la nominación presidencial de su partido se oponen a ese paso.
Pero se encuentran entre la espada y la pared: por un lado tratan de complacer a grandes donantes, quienes en su mayoría están a favor de la liberalización de la política de inmigración, y por el otro buscan atraer a los votantes de sus elecciones primarias, que se oponen a ello.
Este es un vistazo a la postura de algunos precandidatos a la contienda presidencial de 2016 sobre la materia:
HILLARY RODHAM CLINTON: En un discurso el martes 5 de mayo en Las Vegas, Nevada, la ex Secretaria de Estado se manifestó totalmente a favor de crear las condiciones para que la mayoría de las personas que viven sin permiso en el país tengan derecho a la naturalización.
La precandidata demócrata se comprometió, además, a ampliar las medidas ejecutivas de Obama si el Congreso no aprueba una reforma migratoria integral. Su postura podría otorgarle amplio apoyo entre el creciente grupo de electores hispanos y asiáticos, y se aparta de los puntos de vista más restrictivos de los contendientes republicanos.
JEB BUSH: El ex gobernador de Florida se ha manifestado a favor de crear condiciones para que quienes viven en Estados Unidos sin permiso consigan un estatus de residencia permanente legal sin llegar a la naturalización, aunque ha dejado abierta la posibilidad de que en un futuro puedan tener derecho a obtenerla. Bush se opone a las medidas ejecutivas de Obama.
También ha pedido una reforma integral al proceso de inmigración legal del país para que se enfoque más en permitir el ingreso de trabajadores necesarios en lugar de dar prioridad a la reunificación familiar.
Quizá lo que lo aparta más de sus adversarios republicanos es su tono. Bush, quien escribió un libro sobre inmigración, dice que quienes han entrado a Estados Unidos sin autorización lo hicieron como “un acto de amor” con el fin de conseguir una mejor vida para sus familias. Su esposa es mexicana, él es bilingüe y no se ha mostrado inhibido para hablar en español en la campaña.
MARCO RUBIO: El Senador por Florida e hijo de inmigrantes cubanos integró en 2013 un esfuerzo bipartidista en pro de una reforma integral al sistema de inmigración y estuvo a favor de la naturalización bajo ciertas condiciones, lo que podría decirse que lo coloca a la izquierda de Bush sobre la materia. Pero dio marcha atrás y cambió de postura.
Rubio fue coautor de la iniciativa de ley S. 744 que hubiera incluyó un camino a la ciudadanía para las personas que viven sin permiso en Estados Unidos una vez que aprendieran inglés, pagaran impuestos retroactivos y aprobaran una verificación de antecedentes. El proyecto de ley fue aprobado en el Senado pero pereció en la Cámara de Representantes.
Ahora Rubio dice que se requiere un enfoque por etapas porque una legislación integral no puede salir adelante. Su plan es comenzar con la seguridad de la frontera y terminar con autorizar que permanezcan en el país las personas que ya residen aquí sin permiso.
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes dicen que ese final nunca llegaría, porque la gente siempre se quejaría de que la frontera no está bien reforzada.
Al igual que Bush, Rubio argumenta a favor de un sistema de inmigración legal basado más en las potenciales contribuciones económicas de los inmigrantes que en la reunificación familiar. Adicionalmente, ha dicho que no revocaría de inmediato una de las medidas de Obama, que permite permanecer en el país a personas que fueron traídas sin permiso cuando eran menores de edad.
CHRIS CHRISTIE: El gobernador de Nueva Jersey alguna vez estuvo de acuerdo en permitir que las personas que se encuentran sin autorización en el país permanezcan en él, pero luego dejó de tocar el tema. Recientemente ha insinuado que respaldaría otorgar cierto tipo de estatus legal, ya que considera que el tema de la naturalización es una distracción, no hay forma de deportar a 11 millones de personas y la mayoría de ellas se encuentran en el país para trabajar.
MIKE HUCKABEE: El ex gobernador de Arkansas está entre los muchos republicanos que dicen se enfocarán en la seguridad fronteriza. Sin embargo, está a favor de una ruta hacia la naturalización para los jóvenes que fueron traídos sin permiso por sus padres cuando eran niños (dreamers), y defiende una política de Arkansas que les concede a esos jóvenes tener acceso a una matrícula universitaria al mismo precio que los estudiantes locales. Dice que los jóvenes sin permiso para estar en el país no deberían ser castigados porque sus padres violaron la ley.
RAND PAUL: Por un lado, el senador por Kentucky ha expresado su frustración con sus colegas republicanos que describen cualquier política como una “amnistía” si de alguna forma permite que las personas que se encuentran en el país sin autorización permanezcan en él. Y ha dicho que no hay forma de deportar a todos. Por el otro, no ha respaldado una manera específica de permitir que la gente se quede. Votó en contra de la única propuesta concreta en el Congreso para autorizar eso: el proyecto de ley sobre inmigración del que Rubio fue coautor.
SCOTT WALKER: El gobernador de Wisconsin solía respaldar el que se otorgue la naturalización a todas las personas que se encuentran en Estados Unidos sin permiso para ello. Ahora dice que se opone a eso. Recientemente le dijo a un grupo republicano en Nueva Hampshire que estaría de acuerdo con que se otorgue un estatus legal; en esencia, la posición de Bush. Pero también ha puesto en tela de juicio si la actual política sobre inmigración legal tiene sentido desde el punto de vista económico, con lo que insinúa que podría hacer causa común con los que creen que un elevado número de inmigrantes acaba por provocar que se reduzcan los salarios de los trabajadores.
TED CRUZ: El senador por Texas ha sido visto como el más duro entre los republicanos en lo que respecta a la inmigración. En el Senado era el más agresivo al presionar para disminuir el ritmo de las actividades gubernamentales a menos que Obama diera marcha atrás en sus órdenes ejecutivas que limitan las deportaciones. También votó en contra del proyecto de ley de la cámara alta sobre inmigración impulsado por Rubio. Pero incluso Cruz ha declinado descartar el permitir en un momento dado que la gente que se encuentra sin permiso en el país permanezca en él. Dice que primero es necesario reforzar la seguridad en la frontera y modificar el sistema de visas. Sólo entonces, afirma, puede el país dialogar sobre qué se va a hacer con las personas que ya se encuentran en él sin autorización.
Los tres senadores en la contienda —Cruz, Rubio y Paul— votaron en contra de la legislación para financiar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) en una disputa presupuestal que surgió como una protesta contra las acciones ejecutivas de Obama en torno a la inmigración. (Fuente: Univision.com)