ESTADOS UNIDOS
En la carrera demócrata para ser candidato a las presidenciales de 2016, Hillary Clinton se perfila como la aventajada del ‘club de los cinco’ aspirantes, según las encuestas. En los últimos días, sin embargo, se alzan las voces que apuntan a un sexto nombre que podía hacerle sombra a la ex primera dama y que estaría pensando seriamente en saltar a la arena: el vicepresidente Joe Biden.
A sus 72 años, Biden lleva media vida en política; primero como senador de Estados Unidos por Delaware durante 36 años y desde 2008, como número dos de la Administración Obama. En términos de experiencia en Washington, Clinton y Biden pueden competir en igualdad de condiciones. La aspirante fue elegida senadora por Nueva York en el 2000 y fue jefa de la diplomacia estadounidense entre 2009 y 2013.
El veterano de la guerra de Vietnam, sin embargo, adelanta a la ex secretaria de Estado en su imagen pública. Los sondeos ponen de manifiesto que Clinton despierta desconfianza -porque no la ven confiable- entre los ciudadanos. La última encuesta de la cadena NBC y el diario Wall Street Journal, dado a conocer el 3 de agosto, apunta que un 37% de los americanos tienen una percepción positiva de la aspirante frente al 44% de hace un mes.
El sondeo de Quinnipac University, realizado a finales de junio, apunta que los demócratas sí confían en ella; sólo uno de cada cuatro dice no encontrarla honesta; el 75% dice que se puede confiar en ella. Este mismo estudio indicaba que un 80% de los consultados demócratas tenía una opinión favorable del vicepresidente. Clinton es la favorita, pero Biden sobresale como segunda opción.
EL APOYO DE SU FAMILIA
Los cantos de sirena sobre la candidatura del vicepresidente estallaron el pasado fin de semana cuando la columnista del diario The New York Times Maureen Dowd abrió la caja de Pandora al señalar que Biden estaba “hablando con amigos, la familia y donantes sobre saltar”. También destapaba que su hijo Beau -que murió de cáncer cerebral recientemente- había intentado hacer que Biden le prometiera que se presentaría “argumentando que la Casa Blanca no debería volver a los Clinton”.
Tampoco le faltan apoyos. Su otro hijo le ha animado a dar el paso. Más de 180.000 personas han puesto su firma ‘online’ en la página Draft Biden 2016 para que se presente. El ex presidente del partido demócrata, Dick Harpootlian, donó 10.000 dólares a ese grupo para impulsar la candidatura, según explicó a la agencia Associated Press.
Biden ha insistido en que tomará una decisión al final del verano. Sean cinco o seis, la pugna por la nominación demócrata se antoja más fácil que en las filas republicanas. Con 16 candidatos, los conservadores han empezado a celebrar debates públicos para allanar el terreno.
Este lunes 3 de agosto tuvo lugar el primero, organizado por la cadena C-Span y el New Hampshire Union Leader y al que acudieron 14 aspirantes. Un precalentamiento para el debate del jueves en la cadena FOX y al que no acudió Donald Trump. El multimillonario, que va primero en las encuestas, hizo mutis por este foro en el que durante dos horas los rivales sobrevivieron a un formato tedioso con dos rondas de preguntas.
SOBRE EL DEBATE REPUBLICANO
Mientras los diez aspirantes republicanos mejor situados para ganar la nominación debatían en Cleveland (Ohio), el equipo de campaña de la aspirante demócrata Hillary Clinton enviaba un correo explicando que la ex secretaria de Estado no lo estaba viendo. De paso, pedía una contribución (aunque fuera de un dólar). “No lo estoy viendo y no lo necesito […] Todos tienen la misma agenda. No están en sintonía con el tipo de país que los americanos quieren para ellos y sus hijos”, decía la candidata. Clinton no lo vería, pero su nombre fue uno de los más pronunciados por los aspirantes republicanos. (Fuente: EL MUNDO, por Carolina Martín Adalid)