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Las exigencias legislativas en materia de emisiones contaminantes están obligando a todas las marcas a revisar su gama de motores y, para no perder rendimiento y cumplir la normativa, la reducción de cilindrada y la tecnología turbo se van imponiendo a otras opciones. En este contexto, durante unas jornadas previas al Salón del Automóvil de Tokio, que abrió sus puertas al público este viernes 30 de octubre, Honda ha anunciado la llegada de una nueva generación de propulsores turbo de gasolina con baja cilindrada, que se estrenará en Europa a principios de 2017, junto con la siguiente actualización del modelo Civic.
Se trata de dos motores turbo con 1.0 y 1.5 litros de cilindrada, que ofrecen unas potencias respectivas de 129 y150 caballos. En ambos casos utilizan un sistema de distribución variable, inyección directa de combustible y turbocompresores de baja inercia, con lo que se obtiene una respuesta incluso más ágil que la de los motores atmosféricos equivalentes, con unos consumos y emisiones de CO2 bastante inferiores.
Estos propulsores vienen a completar la familia VTEC Turbo, que se ha iniciado con la unidad de dos litros de cilindrada que lleva el Honda Civic Type R, una versión deportiva de 310 caballos de potencia, capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 5,7 segundos.
Probamos los motores en un Jade y un Civic.
EL MUNDO ha tenido ocasión de conducir en primicia dos modelos equipados con las nuevas mecánicas, durante una visita al principal Centro de Investigación y Desarrollo de los 26 que Honda tiene repartidos por el mundo, situado en la localidad de Tochigi, Japón. El motor 1.5 VTEC Turbo de cuatro cilindros estaba instalado en un Honda Jade, un modelo que ya se comercializa con esta configuración en el país asiático y que muestra un tacto suave y una entrega de potencia muy progresiva, pero a la vez contundente.