DEPORTES
Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, ha sido elegido este viernes 26 de febrero presidente de la FIFA. El suizo se ha impuesto al jeque de Bahréin Salman Al Khalifa en la segunda votación por 115 votos a 88. El tercero fue el príncipe jordano Ben Alí, con cuatro sufragios.
En la primera ronda de votaciones para la elección del nuevo presidente de la FIFA, Gianni Infantino quedó también delante de Al Khalifa. El secretario general de la UEFA aventajó a su rival por 88 votos a 85, mientras que el príncipe jordano Ben Ali y el francés Jérome Champagne se quedaron con 27 y 7 votos respectivamente. El Congreso Extraordinario de la FIFA ha aprobado además un paquete de reformas pensadas para convertir el organismo en un ente “moderno, creíble y profesional” después de una época marcada por los escándalos, entre las que destaca la desaparición del Comité Ejecutivo por un nuevo Consejo, la limitación de mandatos y la separación de poderes.
La FIFA aprobó este paquete de reformas con el voto favorable de 179 de las 207 federaciones nacionales que tenían derecho a voto y que también deberán elegir al nuevo presidente en la elección de este viernes. Según explicó la FIFA, se ha fijado en cuatro valores para guiar esta reforma estructural: gobierno, transparencia, contabilidad y diversidad. En virtud de ello, el Comité Ejecutivo, que tenía 24 miembros más el presidente, será sustituido por el Consejo de la FIFA, que tendrá 36 miembros más el presidente, cuyo papel será menos determinante y ejercerá más como un embajador.
Estos miembros del Consejo serán elegidos por las distintas confederaciones y todos deberán someterse a un examen de elegibilidad por un comité independiente de la FIFA. Además, tendrán una limitación de tres mandatos de cuatro años cada uno. Por otra parte, la FIFA impulsa la separación de poderes entre decisiones políticas y decisiones económicas “para evitar conflictos de intereses y favoreces las buenas prácticas”. De esta forma, se crea un nuevo cargo, el Responsable de Conformidad, para supervisar la actividad del secretario general, que deberá informar de todas sus actividades al Consejo. A su vez, toda esta estructura estará monitorizada por el nuevo Comité de Auditoría y Conformidad. (Con datos de El País)
