“La historia de Chiyo” en Washington.

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Lucio Vásquez con Dr. J. Hernández, Walter Tejada y el sacerdote Vidal Rivas.

HISTORIAS

“La historia de Chiyo” en Washington.

POR: ALIRIO ALEMÁN

La vida del salvadoreño siempre está llena de humanismo y esperanza, y es así como la legendaria historia de Lucio Vásquez “Chiyo” hace la conjugación perfecta en estos dones. “Chiyo” es la historia viva del niño campesino que dejó de ser niño a los 7 años para convertirse en un combatiente más en las filas de la insurrección armada en los años 80’ que buscaban liberarse del yugo del gobierno opresor.

La obra literaria “Siete Gorriones” escrita por Sebastián Escalón Fontan y publicada por el Museo de la Imagen y la Palabra (MUPI) narra las vivencias de Lucio Vásquez y miles de niños que eran víctimas de la represión del ejército salvadoreño y no tenían más opciones que unirse a las masas revolucionarias.

Lucio Vásquez fue invitado a Washington por el Comité Cívico Empresarial Salvadoreño (COCIES), la Casa de la Cultura de Washington, la Embajada Salvadoreña y el Comité de Solidaridad “Monseñor Romero”.

Chiyo como le conocen todos hizo estremecer al público que lo escuchó narrando aquellos episodios de la vida que parecieran más de fantasía novelesca que una realidad, él recuerda que apenas jugaba a ser niño y caminaba largas horas hasta llegar al pueblo de Olomega, en el oriente salvadoreño, le encantaba ir con su padre Valeriano a vender la cosecha de panela y agarrar unas monedas para comprarse unos dulces… “Esa era mi vida, mi alegría de niño, ir y ver más niños, imitarlos en sus travesuras y llevarlas como nuevas experiencias a mi Cantón “El Huilihuiste” en Morazán. Me encantaba ver los automóviles, pero me aburría la misa dominical porque no entendía, pero mi madre era muy apegada a Dios…todos esos momentos los viví muy a la ligera porque un día el ejército asesinó a mi madre, a Teodora que estaba embarazada, a Chepe y a Layo, todos ellos mis hermanos en el 79’ y 80’. Así se acabó mi niñez y lo que vino después fue de puras guindas, balaceras, entrenamiento en la escuela revolucionaria, fui radio operador y combatiente durante toda la guerra, vi caer más hermanos y amigos de lucha y creo que si estoy vivo es porque Dios así lo quiere para que cuente estas verdades de la vida del niño campesino que primero fue hombre de lucha para después jugar como un niño a la pelota y tener mi primer bicicleta a los 26 años”.

Para Lucio Vásquez, la vida es de rebotes, inciertos, tempestades y llenas de sorpresas, para él, la vida le comenzó al revés, pues perdió casi toda su familia y ahora aprovecha su tiempo en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) para exponer su experiencia de vida.

En los tiempos de la guerra civil estuvo en la base de la insurgente “Radio Venceremos” con Carlos Consalvi “Santiago” y Hernán Viera “Maravilla” con quien al final de la guerra en 1992 se fue a México y trabajo con él en la Cinematográfica “Argos”.

Las instalaciones de la Embajada estuvo a lleno total escuchando las mil y una anécdotas de “Chiyo” el legendario guerrillero que combatió en todo El Salvador siendo apenas un niño y mientras él se despedía entre lágrimas y abrazos, yo leía sus recuerdos escritos con sangre donde parafraseaba “Allá esta Ciudad Barrios, el pueblo de Monseñor Romero, donde mi madre iba a procesión todos los años y nos traía un regalito…más allá está el Cerro Pando donde se inició Radio Venceremos…ahí murió Isrra, un morterazo le cayó encima, mas allá en el Cerro El Moscarrón cayó Hubert mi hermano, más adelante en Gotera cayó Pepito y Paco, ahí también una bomba de 500 libras aplastó a mi primo…allá por Chinameca murió mi otro hermano Juan…también Romeo, ya les hablé de “Bravo” y el Cerro “El Tigre” en Usulután donde un bombazo desapareció al pelotón completo y ahí estaba Rubidia, aquella jovencita de los ojos bonitos que conocí en Aguas Blancas…”

“Siete Gorriones” tiene que ser leído para saber que fue en realidad lo que sucedió en una guerra suicida que dejó más de 72 mil muertes y miles de desaparecidos en todo El Salvador.

 

 Jackie Reyes de OLA y amigos en la exposición literaria.
Jackie Reyes de OLA y amigos en la exposición literaria.
Lucio Vásquez con Dr. J. Hernández, Walter Tejada y el sacerdote Vidal Rivas.
Lucio Vásquez con Dr. J. Hernández, Walter Tejada y el sacerdote Vidal Rivas.
“Chiyo” expone su libro “Siete Gorriones” en la embajada salvadoreña en Washington.
“Chiyo” expone su libro “Siete Gorriones” en la embajada salvadoreña en Washington.