Un Matrimonio Feliz

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FAMILIA

Por: Germán Velasco*

  ¡Felicidades en tu nueva vida!Esta es una frase que se escucha comúnmente en los matrimonios. Si bien puede pensarse que es una frase más de las muchas que se dicen en ocasiones sin considerar su sentido literal, como Feliz Cumpleaños, los recién-casados harían muy bien en considerar literalmente esas dos palabras – nueva vida – por el bien de su relación con la persona que aman y para consigo misma.

  En mi trabajo de orientación matrimonial y mediación de divorcios, he aprendido que la flexibilidad y agilidad para navegar los cambios que la vida demanda son dos herramientas vitales para un matrimonio exitoso, feliz y gratificante.

  Después de cientos de clientes en siete años, me atrevo a decir que el mejor consejo que puedo dar a una pareja nueva que comienza una vida junto al otro es que comprendan muy a fondo que están comenzando una vida nueva.

  Una vida nueva ella; Una vida nueva él, es decir que ambos individualmente deben estar muy predispuestos a cambiar viejas costumbres, preferencias, tradiciones familiares y hábitos. Si uno de los dos comprende esto y el otro no, el balance y la armonía necesarios comienzan a corroerse en el matrimonio de manera invisible, como un mal virus que a la larga será imposible de ignorar.

  El matrimonio significa compartir vida con una persona que viene de otro planeta, y este ser de otro planeta es alguien a quien amamos. Como norma general, la persona que elegimos para compartir la vida tiene muchísimo en común con nosotros, pero también como norma general, es lógico esperar que tenga muchísimas formas distintas de ver la vida que nosotros.

  El amor no es suficiente para construir una relación saludable y gratificante para ambos; lo es la decisión de comprender que vivir con este ser de otro planeta demandará cambios y estar dispuesto y contento de hacerlos.

  El error más grande es entrar a un matrimonio con la filosofía del “incambiable”. Aquellas personas que creen que como las formaron en la escuela o en la casa de sus padres es la única forma de ser, esas personas son las que menos contribuyen a un matrimonio exitoso y feliz.

  Esas personas suelen andar por la vida siempre sintiéndose estafadas por el mundo sin saber por qué. Habiendo comprendido sabiamente que una primera llave de oro del matrimonio es la flexibilidad y la agilidad al cambio, la siguiente llave de oro es la que corresponde a los dos miembros de la pareja juntos: la evolución como pareja en el correr del tiempo.

  Este es otro arte importante que aprender (o que intuitivamente encontrar). La vida demanda cambio constante, a veces de manera abrupta y siempre de manera gradual y constante. Las parejas que quieren disfrutar de esa maravillosa sociedad llamada matrimonio deben trabajar conscientemente en evolucionar juntos. ¡Felicidades en tu nueva vida! 

*(Germán Velasco es el Director Ejecutivo de La Mano Amiga, una organización nacional sin fines de lucro cuya misión es proporcionar recursos informativos a los inmigrantes latinos.) art Link; \l