CENTROAMERICA
El ministro de Justicia y Seguridad Pública salvadoreño, David Munguía Payes, y su homólogo hondureño, Pompeyo Bonilla, se reunieron el domingo 27 de noviembre en el Aeropuerto Internacional de Comalapa. Ambos concluyeron y plantearon la necesidad y urgencia de trabajar juntos en el combate contra las pandillas y el crimen organizado.
De esta forma inicia un trabajo bilateral que podría unir en un futuro a Guatemala, que junto a El Salvador y Honduras integran el Triángulo Norte. Y la cita entre Honduras y El Salvador ocurre a menos tres semanas de la reunión de Ministros de Seguridad de Centroamérica en San Salvador, antes que el Presidente Mauricio Funes llenara la vacante de Manuel Melgar.
Para Bonilla, las condiciones de seguridad se están “agravando” en el área centroamericana, por lo que enfatizó la urgencia de enfrentar el problema de la criminalidad “con mucha decisión, con mucha responsabilidad” desde la instancia del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Un informe de las Naciones Unidas colocó a El Salvador como la nación donde ocurren más muertes violentas en el mundo. Durante la participación de Bonilla en aquella cita ministerial regional de San Salvador, dijo que “es una lástima que ese primer lugar El Salvador lo disputara con Honduras”.
Breve encuentro
Partiendo de allí, y ahora que el país tiene un nuevo Ministro de Justicia y Seguridad, Pompeyo Bonilla acudió de inmediato a la convocatoria de su homólogo salvadoreño, para enfrentarse juntos a los problemas de inseguridad y violencia que viven ambas naciones. “Solo pueblos que tienen seguridad, que pueden vivir en paz, generan y atraen inversión, y la inversión es lo único que puede dar empleo y generar riqueza para que se redistribuya entre los pueblos”, comentó.
Por su parte Munguía, quien desde el martes pasado dejó de dirigir el Ministerio de la Defensa Nacional, declaró que uno de los problemas que deben resolver en la agenda binacional de seguridad es el tránsito de un país a otro de los pandilleros y narcotraficantes.
“Hemos llegado a la conclusión que el tema del narcotráfico y sobre todo el del narcomenudeo y pandillas, es el factor de mayor generación de violencia en el Triángulo del Norte, y una de las medidas que hemos pensado es que este tema debe de tratarse (…) con leyes especiales y estas leyes pensamos homologarlas al interior del SICA”, comentó Munguía.
En la reunión estuvo presente el Ministro de Defensa, Atilio Benítez, el Director de la Policía Nacional Civil (PNC), Carlos Ascencio, y el Director del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE), Eduardo Linares. Por Honduras participó el comisionado José Ricardo Ramírez, de la Policía Nacional de Honduras, César Augusto Somoza y el inspector general de la corporación del país vecino.
Munguía Payés declara la “guerra al crimen”
El Ministro de Justicia y Seguridad salvadoreño, David Munguía Payés, le declaró la “guerra al crimen”, durante un programa televisivo. El nuevo funcionario de seguridad argumentó a poco menos de una semana de su nombramiento que no solo el ministerio debe declarar esta batalla, sino también el sistema judicial.
El funcionario argumentó que trabajará independientemente de las críticas surgidas tras su nombramiento, y que va hacia adelante, ya que su objetivo es llevar tranquilidad a la gente y tomar el control de las calles y disminuir en un 30% los niveles de delincuencia en un año.
Fuentes estudiosas del tema de la criminalidad en el país asegura que las pandillas y maras son responsables del 25 o 30 por ciento de los homicidios. La Fuerza Armada y la Seguridad Pública creen que es del 90%.
“Aquí le vamos a declarar la guerra al crimen, y digo le vamos a declarar, porque el sistema le va declarar la guerra. Yo solamente soy un operador de la seguridad nombrado por el Presidente de la República”, agregó el militar en situación de retiro.
El funcionario aseguró que impulsar esta “guerra” necesita el apoyo de todos los sectores, ya que tiene el empoderamiento que le dio el Presidente. “El problema no solo es de la PNC o Fuerza Armada, es de todo el sistema: Fiscalía, sistema judicial, leyes y el apoyo de la población salvadoreña”, dijo el ministro.
Asimismo, recalcó la necesidad de “generar confianza” en el sistema, ya que eso contribuirá a que la población denuncie y salgan los testigos. “La gente no denuncia por temor”, aseguró.
El general Munguía Payés habló también de buscar treguas y alianzas con la empresa privada, que fue uno de los más duros sectores que vigiló y criticó la gestión del ex ministro Manuel Melgar.
Munguía Payés consideró que “el que tiene más tiene que ayudar más” y el apoyo de la empresa privada será clave. Incluso, reveló que tiene pensado que para resolver el problema de hacinamiento en el sistema penitenciario del país, es necesario la construcción de más centros penales y la empresa privada puede construirlos y el gobierno alquilarlos. “La PNC está alquilando varios locales, porque no podemos alquilar penales que los pueda construir la empresa privada nacional o internacional”, expresó.
Sino cumple renuncia
El funcionario, se reunió y dirigió con el gabinete de seguridad, para evaluar los actuales planes de trabajo y pensar en las modificaciones de los mismos, se comprometió a dar resultados después de un año, de lo contrario renunciaría.
Reveló que su meta es llevar el 100% de los esfuerzos a los cinco departamentos donde se están cometiendo los homicidios, declarar la guerra a las pandillas en esos lugares, ya que es posible romper la estructura criminal de estos grupos y recuperar el control del territorio donde ellos están operando.
Advirtió que en esta guerra, no se puede descuidar tampoco el cometimiento de delitos de cuello blanco, narcotráfico, donde las pandillas también están involucradas. “Tenemos que limpiar estas zonas y luego llevar los planes sociales del gobierno”, dijo el militar retirado.
El ministro también reveló que pondrá mayor énfasis en el sector transporte, extorsiones y homicidios. Además, dentro de sus planes esta mejorar el aparato de “inteligencia”, tanto de la PNC, Inteligencia del Estado como Ejército.
Ministro de Defensa quiere un ejército con facultades casi policiales
El general Benítez dijo que en el Gabinete de Seguridad ya están trabajando en una ley que pudiera darle mayor libertad de acción al Ejército para brindar seguridad en las calles.
Para el ministro de la Defensa Nacional, José Atilio Benítez, si los soldados que ayudan a brindar seguridad en las calles tuvieran facultades casi policiales se tuvieran mejores resultados en el combate al crimen. “Bueno han visto lo que se dio recientemente en Honduras, que el Ejército tiene facultades prácticamente de policía, nosotros no lo tenemos así, pero son temas que se van a tratar, se van a proponer”, dijo el ministro.
Para Benítez si el objetivo es bajar el número de asesinatos que está sufriendo a diario El Salvador, vale la pena darle mayor libertad de acción al Ejército, situación que no debe significar, según él, un “volver al pasado” negativo para la ciudadanía. “Cuando se dice volver al pasado y si es volver a las partes buenas del pasado, en el pasado no teníamos los muertos que tenemos ahora, si eso es volver al pasado que bueno sería, pero como digo se van a analizar y se van a ver los aspectos positivos y negativos”, dijo el funcionario.
Militares hondureños esperan apoyo para cumplir funciones
Desde el inició de la Operación Relámpago , el mandato presidencial a las secretarías de Estado fue brindar vehículos para que el personal militar contara con medios de transporte adecuados durante las acciones.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Marlon Pascua, se ha quejado de falta de apoyo. Ahora que les ampliaron las facultades operativas, varios jefes militares retoman lo dicho por Pascua en Consejo de Ministros para que sea reconsiderada la ampliación presupuestaria y de logística que le exigen al Estado con el fin de cumplir cabalmente su misión.
“Las instituciones de Gobierno deben darnos la logística para el transporte. Las Secretarías tienen la orden de facilitar los vehículos y formar los grupos de soldados para cubrir las ciudades y tener movilidad porque la delincuencia está en todas partes”, dijo el jefe de la 105 Brigada, Mario Alberto Castillo.
Gradúan a “Jaguares”
Mientras les llega el momento de entrar en acción con nuevas facultades, los militares siguen encabezando la Operación Relámpago, que ha comenzado en Olancho. Elementos de varios batallones culminaron las jornadas de capacitación en que se les enseñó a hacer allanamientos, operativos y otras acciones que eran potestad exclusiva de los policías.
Cuarenta elementos se graduaron en el Curso Jaguar, que formó la primera promoción de efectivos listos para patrullar y hacer registros de personas y vehículos. Otro grupo se instruye en derechos humanos para no violentar el derecho de los ciudadanos ni usar la fuerza. Otros, en cambio, con el apoyo de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, DLCN, conocen las formas de acción del narcotráfico en el corredor del Atlántico.
La nueva misión
Operaciones de prevención y disuasión forman parte de las acciones que ejecutarán las Fuerzas Armadas en la nueva misión que por mandato presidencial harán cuando entre en vigor el decreto de emergencia que avala la interpretación aprobada en el Legislativo.
“La orden que tenemos hasta ahora es continuar la Operación Relámpago. El Congreso, con la interpretación del Artículo 274 de la Constitución, nos está dando autonomía, esto permitirá que todas las unidades puedan actuar y que ya no necesitemos el acompañamiento de la Policía para validar las acciones y capturar a personas que infrinjan la ley. Estamos esperando lo que ordene el Presidente para establecer cómo será nuestra intervención en este apoyo”, agregó Castillo.
El jefe del Cuarto Batallón de Infantería en La Ceiba, coronel Orlando García, informó que hace un mes comenzó el entrenamiento del personal. “Desde que se anunciaba que esto podía ocurrir recibimos instrucciones del alto mando de las Fuerzas Armadas para que nos preparáramos. Desde hace un mes hemos tenido jornadas de derechos humanos para no violentarlos ni crear zozobra. El soldado fue instruido en el uso proporcional de la fuerza y recibimos capacitaciones de la DLCN para que cada miembro conozca las formas de actuar del narcotráfico en el corredor del Atlántico”. (Fuente: La Página y Colatino, La Prensahn)