La Casa Blanca anunció el martes que podría reducir su equipo de trabajo para el coronavirus a finales de este mes, aun cuando un informe preliminar elaborado por el Gobierno proyectó que los casos de COVID-19 en Estados Unidos se duplicarían en agosto, con más de 3.000 muertes por día.
El anuncio fue hecho público al tiempo que la cifra oficial de muertes por coronavirus en el país superó las 72.000, lo que representa más de una cuarta parte de todos los fallecimientos a causa del virus reportado en todo el mundo. Nuevos datos muestran que, una vez que se excluye el área metropolitana de la ciudad de Nueva York del análisis, se hace evidente que la tasa de contagio por coronavirus de Estados Unidos continúa aumentando.
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A pesar de las desalentadoras cifras, el presidente Donald Trump afirmó el martes que está listo para llevar al país hacia la próxima fase de su reactivación.
El presidente Donald Trump sostuvo: “Gracias al profundo compromiso de nuestros ciudadanos, hemos aplanado la curva y se han salvado innumerables vidas estadounidenses. Nuestro país se encuentra ahora en la próxima etapa de la batalla, una reactivación muy segura, gradual y por etapas. La reapertura de nuestro país. ¿Quién hubiera pensado que íbamos a decir eso? Una reapertura. Reapertura”.
Trump hizo estas declaraciones durante un viaje al estado de Arizona, donde visitó una planta aeroespacial perteneciente a la empresa Honeywell que actualmente produce mascarillas N95. Trump usó anteojos de seguridad, pero no mascarilla, durante el recorrido, ignorando un letrero en la fábrica en el que se ordenaba el uso de tapabocas para todo aquel que se encontrara en las instalaciones.
Mientras un ejecutivo de Honeywell le mostraba las mascarillas N95 al presidente Trump, los altavoces emitieron una versión de la canción “Live and Let Die” (“Vive y deja morir”, en español) de la banda Guns N’ Roses. (Fuente: Democracy Now)