Por: Rev. Ricardo Carrillo
Dios es bueno y cada vez que leemos la palabra de Dios, nos da vida, puede que sea una fuente de amor, puede ser una fuerte amonestación, puede ser una corrección para nuestras vidas, pero Dios siempre nos va a hablar. Leyendo y creyendo, esa es la forma como tenemos que leer la Biblia.
Santiago continúa hablando a los cristianos, discípulos de Jesús, que han decidido voluntariamente, darle su vida a Cristo y es fuerte en este capítulo, bueno esta carta cada vez se pone más fuerte para nosotros.
Y comienza con una pregunta, porque lo que está pasando que hay pleitos entre los hermanos, y en el verso 1 Santiago les dice: ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Santiago 4: 1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? y es posible que la situación no haya cambiado. Puede haber pleitos entre iglesias, puede haber problemas entre pastores, puede ser que haya problemas entre hermanos, puede haber conflictos entre el matrimonio; si tú y tu esposa están teniendo un gran conflicto, aplica esto para ustedes también.
Entre padres e hijos, entre jefe y empleado; todo esto aplica en nuestras vidas, los conflictos, las guerras y la verdad Bíblica aquí es:
Que a Dios le importan nuestras relaciones; Dios se interesa, si te estás peleando o no con tu hermano, con tu esposo o esposa, con tus hijos o con tu jefe.
Y tanto así, porque has recibido la gracia de Dios, que nos va a hacer algunas preguntas personales a cerca de esto.
En el tiempo de Jesús él iba caminando hacia Jerusalén, iba a enfrentar la cruz y vienen sus discípulos y tienen una discusión acerca de quién sería el mayor, peleándose y Jesús está allí.
Ellos se están ofendiendo, estamos haciendo acepción de personas y por eso estamos teniendo guerras y conflictos y problemas entre nosotros.
PROBLEMAS SIEMPRE EXISTIRAN
En nuestra iglesia pueden aparecer problemas diferentes, pronto vamos a tener mayores, pero lo más importante es que sabemos que vamos a tener problemas en los ministerios.
Quiero decirles que siempre hay problemas en los ministerios o en la misma congregación, por ejemplo alguien que venga y diga, es que el pastor no me saluda, por eso me dice hermanito y hermanita, y no por mi nombre y todo el tiempo pleitos y pleitos.
“Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros” Gálatas 5:15. Parece que venimos de un año lleno de pleitos, en la escuela, en el trabajo, en la casa y pareciera que no hay un momento de paz, pareciera que no tenemos paz, y muchas veces ofendemos y es verdad.
Pero mucha de nuestra inmadurez, sucede en casa y también aquí en la iglesia. Hemos dicho y seguiremos diciéndolo, no estamos en una iglesia perfecta, sino, nuestra iglesia es imperfecta, es un hospital de pecadores, aquí estamos todos los que hemos reconocido nuestra imperfección. Lo pecadores que somos y necesitamos de Cristo; Santiago está hablando de madurez espiritual.
¿CÓMO SE VE TU VIDA CRISTIANA?
¿Cómo se ve los rasgos en tu vida, de un cristiano que da fruto? la pregunta que Santiago suelta en el verso 1 es: ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?, aquí Dios pone el dedo en la llaga, tú me puedes decir, pastor es que traigo un pleito con mi esposo o con mi esposa.
O Pastor tengo muchos pleitos con mis hijos, tengo pleito en el trabajo con mi jefe. Todo el tiempo estamos, viendo lo malo de las personas, pero Dios va a poner el dedo en la llaga y nos va a mostrar que el problema no está afuera de nuestras vidas, sino, adentro.
Dios nos va a confrontar y dice en la segunda parte del verso 1: La pregunta de Santiago es ¿de dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? esta pregunta nos la debemos hacer.
Santiago dice: ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Dios está sugiriendo esto, el pleito y las guerras y las relaciones interpersonales, ¿no vienen de ti?.
Dios te hace esta pregunta, poniendo al desnudo nuestras vidas. En nuestro corazón hay una gran guerra y tu peor enemigo, eres tú mismo.
Todo el tiempo estamos combatiendo contra nuestra carne. Termina este verso diciendo, ¿no es de nuestras pasiones? El original de la palabra pasiones, encontramos que es Hedonismo, y este hedonismo es como una religión en el mundo que hoy vivimos.
SER FELIZ A COSTA DE LOS DEMAS
Hedonismo: es ser feliz a costa de los que sea y no sufrir. La Biblia los identifica como las personas que dicen, comamos y bebamos que mañana moriremos.
Solo se trata de mi felicidad, no importa el daño que haga a mi alrededor, se trata de mi felicidad, entonces; no importa si rompo el corazón de mi esposa, de mis hijos, de tu esposo; se trata de ti y de tu felicidad.
Esto pasa todo el tiempo, por ejemplo en el matrimonio, se casan enamorados, súper felices, el tiempo se detiene, no existen los problemas, se van de luna de miel, regresan y empiezan a trabajar los dos y quieren hacer juntos un patrimonio.
Dios les concede una familia y comienzan a crecer y pasan los años y los años y los años y la ley de la gravedad comienza hacer su trabajo; entonces se ven en el espejo.
El hombre ve a la esposa y dice: la verdad es que ya no soy tan feliz con la mujer que me tocó; ella dice también lo mismo.
O dicen: Ya no me llenas tanto, ¿lo has escuchado, o te lo han dicho? De repente pasa una mujer más joven, pasa un hombre joven y guapo y este ser hedonista quiere su felicidad; todos sus miembros y su carne lo están jalando y dicen: Yo voy a perseguir mi felicidad sin importar el daño que yo haga.
Santiago dice: los pleitos que estamos teniendo en la iglesia, en el trabajo, en nuestro matrimonio, con nuestros hijos, es porque estamos buscando nuestra felicidad. Sin importar el daño que hagamos a los demás.
Dios está poniendo el dedo en la llaga; el versículo 2 dice: “Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís” Santiago 4:2.
LA CODICIA
Codiciar es tener celos y querer lo que otro tiene, es el décimo mandamiento, en éxodo 20, Dios te dice: No codicies, no vivas quejándote, no te andes fijando en los demás, para poner tu estándar de felicidad.
Todo el tiempo basamos nuestra felicidad, no tanto en lo que Dios nos ha dado y tener contentamiento, sino, en lo que los demás tienen.
La verdad es que la persona que está en pleitos, quiere lo que no tiene, por eso está en problemas todo el tiempo, no tiene contentamiento, aquí lo dice: matáis y ardéis de envidia.
Egoísmo puro en la máxima expresión, se trata de mí, de allí vienen mis pleitos, mis peleas, mis conflictos, por los deseos de tener lo que no tengo; que no se hagan la cosas como yo digo, cuando yo digo.
Es decir a la luz de la Palabra, de matáis y ardéis de envidia. Yo soy un envidioso, asesino, esto suena fuerte; como lo podemos decir tan fácil, porque Jesús dice que le decimos a nuestro hermano fatuo, necio, es como si ya hubieses matado a tu hermano; nos pasa, pero no nos damos cuenta.
En la última parte del verso 2 dice: combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
PRIMERO NOSOTROS DESPUES LOS DEMAS
Muchas veces decimos, yo lo quiero como sea, quiero tener esta relación, este puesto esta cuenta de banco, como de lugar; quiero esto y no me importan los demás, porque primero soy yo, después yo, y lo que sobra es para mí.
Si hoy estás en medio de un problema matrimonial, familiar o de trabajo, por favor considera que de allí vienen los conflictos, nosotros somos nuestro peor enemigo.
Dios concluye al final del verso 2 diciendo: porque no pedís; muchos de nuestros problemas son porque no pedimos, no oramos, porque no tenemos una relación con Dios.
La sabiduría de lo alto dice que primeramente es pura, pacifica, amable, benigna, llena de misericordia y que trae buenos frutos. Esta es la vida que abraza la sabiduría de Dios.
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” Santiago 4:3. Piden y no reciben, porque piden mal, para gastar en sus deleites. Hay algo peor que no orar y es: el Hedonista. La persona que no ora, no orar conforme a la voluntad de Dios.
Si tú tienes problemas en tu vida, no te preocupes, porque tienes a Cristo. Tienes que entender que todo lo que está pasando, tiene un propósito eterno, porque somos amados. Eres amado por Dios, por eso no debemos estar hoy declarando ni decretando, simplemente debo de ponerme delante de Dios y pedirle, y pedirle bien.
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