El estado de Florida, en Estados Unidos, ha reportado más de 10.000 nuevos casos de coronavirus por sexto día consecutivo. El lunes, el sindicato de docentes más grande de Florida entabló una demanda contra el gobernador republicano Ron DeSantis para bloquear su mandato, que obliga a todas las escuelas a reabrir el próximo mes a pesar de la creciente pandemia que ha causado la muerte de casi 5.200 floridanos.
Mientras tanto, el gobernador republicano del estado de Misuri, Mike Parson, insiste en que los estudiantes asistan a los centros educativos a pesar del riesgo de propagación del virus. En una entrevista, Parson sostuvo: “Lo superarán” y “no podemos dejar que esto nos detenga”.
Todo esto ocurre al tiempo que legisladores republicanos en Washington están ejerciendo presión para que se incluya, en un nuevo paquete de ayuda económica por el coronavirus, una disposición que vincula la financiación de los centros educativos a la reapertura de las aulas. Numerosas autoridades de salud pública temen que la reapertura de las escuelas pueda conducir a un nuevo aumento en las muertes y hospitalizaciones por COVID-19.
En el estado de Misisipi, el gobernador republicano Tate Reeves ordenó a los residentes usar coberturas faciales en diez condados adicionales, al tiempo que los nuevos casos de COVID-19 alcanzaron el lunes un nuevo máximo.
En total, en Estados Unidos el virus ha causado la muerte de casi 141.000 personas y contagiado a 3,8 millones, las cifras más elevadas a nivel mundial por amplio margen de diferencia. De hecho, Estados Unidos registra más de una cuarta parte de los fallecimientos y contagios por COVID-19 en todo el mundo, aunque su población representa poco más del 4 % de la población mundial.
Mientras que los casos de coronavirus continúan en aumento en el país, el presidente Donald Trump ha anunciado que planea encabezar este martes una sesión informativa televisada sobre el coronavirus por primera vez desde abril. El mandatario también tuiteó por primera vez una imagen de sí mismo usando tapabocas, afirmando que usar uno es patriótico. (Fuente:
Democracy Now)