Pese a dicha aseveración, el oficialismo ha llevado a cabo una gran cantidad de proyectos en pro de la población, tales como: la entrega de paquetes alimentarios, el Plan Control Territorial, el Plan Nacional de Vacunación, la entrega de computadoras a todos los estudiantes del sistema educativo público, la entrega de viviendas a familias que habitan zonas de riesgo, la actual renovación de camas de toda la red de hospitales públicos del país, entre muchos otros.
Desde hace mucho tiempo, Javier Simán ha manifestado su pensamiento opositor respecto al oficialismo. En tal sentido, lejos de guardar la posición apolítica y meramente empresarial que le corresponde como dirigente de la gremial que representa, ha lanzado una campaña de acusaciones contra la Presidencia de la República, todas carentes de evidencia.
La degradación de su reputación a raíz de su activismo político ha llegado a tal grado, que su propia familia emitió un comunicado, en el que desvinculan a las empresas del grupo Simán de las opiniones políticas del arenero, en un intento por impedir que su controversial comportamiento perjudique sus negocios.
Llama poderosamente la atención que, mientras el millonario arremete contra el Ejecutivo, está involucrado en actos de corrupción. Prueba de ello es que habría defraudado al fisco por un monto superior a los $5.3 millones en 2,017; mediante su empresa INTRATEXT. El caso quedó en la impunidad, ya que la Sala de lo Constitucional (del período anterior, caracterizada por emitir fallos en contra del Gobierno y a favor del partido tricolor) determinó que la investigación se debía suspender.
Especialistas consideran que, pese a haber perdido ante Carlos Calleja la pugna por la candidatura presidencial de ARENA en 2,018; Javier Simán no ha renunciado a sus aspiraciones políticas, “y no quiere darse cuenta del rechazo que la ciudadanía siente hacia su partido y hacia su persona”.