El exdirector del Centro de Escuchas Telefónicas de la Fiscalía General de la República (FGR) y exjefe de la oficina fiscal de Apopa, Froilan Francisco Coto Cabrera, compareció a la Comisión Política de la Asamblea Legislativa para ser entrevistado como aspirante al cargo de fiscal general, donde evadió referirse a los señalamientos sobre situaciones irregulares suscitadas durante el desempeño de sus cargos en la institución fiscal.
A partir de lo evidenciado durante la ronda de entrevista a Froilan Coto, algunos exfuncionarios que también laboraron en la FGR se acercaron a este medio y bajo reserva de anonimato, se refirieron a dos temas puntuales sobre lo que fueron los últimos diez años dentro de la institución del hoy candidato a fiscal general, se trata de su activa participación en el plan orquestado por el exfiscal general Douglas Meléndez y el exjefe de la Unidad de Crimen Organizado Wil Walter Ruiz para fabricar un caso contra el anterior titular de la institución Luis Antonio Martínez, señalado de formar parte de una red de crimen organizado, acusación que fue desvanecida por las diferentes Cámaras y la Corte Suprema de Justicia.
Retrocediendo la historia, se demuestra que el 2 de julio de 2015, el entonces Fiscal General, Luis Antonio Martínez, decidió separar a Sigfredo Alcides Campos Crespo del cargo como Director del Centro de Escuchas, debido a una serie de irregularidades detectadas en el funcionamiento al interior de la Unidad de Escuchas Telefónicas y en su lugar instaló a Froilan Francisco Coto, curiosamente quien en el año 2013 el titular de la FGR había señalado como sujeto de investigación mientras ejercía como jefe de la oficina fiscal de Apopa, en virtud de una denuncia del extravío de una suma de dinero incautada a una banda de extorsionistas.
El uso indebido de la herramienta de la interceptación de telecomunicaciones por parte del exdirector Campos Crespo, fue evidenciado por sus propias declaraciones brindadas mientras estaba siendo juzgado en calidad de imputado juntamente con Froilan Coto y con el exjefe de Crimen Organizado, Wil Walter Ruiz por los delitos de intervenciones telefónicas ilícitas, uso ilegal de intervenciones telefónicas y fraude procesal, en perjuicio del empresario suizo salvadoreño Enrique Rais.
Precisamente, en su intervención como “derecho del acusado a la última palabra” ante el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador, Campos Crespo reconoció que estaba llevando a cabo intervenciones telefónicas en expedientes sin cumplir con los requisitos de la ley de escuchas y sin informar al fiscal general. La causa para procesar al exfiscal Luis Martínez por el delito de omisión en la investigación se basó en declaraciones previas que indicaban que Campos Crespo había recibido órdenes superiores para no poner en conocimiento de ninguna unidad fiscal el material captado de las escuchas de un expediente, lo que no podría haber ocurrido en la realidad si el exfiscal Martínez desconocía totalmente la existencia de esas grabaciones.
Bajo el cargo de Director del Centro de Escuchas, Froilan Coto, era el obligado a dar cumplimiento con la destrucción del materia captado y no judicializado en el plazo de seis meses contados desde la finalización de la intervención, obligación que la auditoría ejercida por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) en el año 2016 constató que se estaba incumpliendo y así lo dejó plasmado:
Auditoría de la PDDH al Centro de Escuchas de la FGR durante el año 2016.
De acuerdo a la fuente, con la finalidad de mantenerse al frente del Centro de Escuchas, Froilan Coto se plegó totalmente a los intereses oscuros e ilegales del exfiscal general Douglas Meléndez, por una parte, al permitir que la unidad de intervenciones se convirtiera prácticamente en un Centro de Espionaje y además participó en el plan para “fabricarle” un caso a partir de las escuchas telefónicas a su predecesor al frente de la FGR Luis Antonio Martínez, según consigna La Noticia.
La fuente es clara en manifestar que en ningún momento está defendiendo la forma en que Luis Martínez dirigió la institución, pues a su criterio también evidenció irregularidades sobre todo al momento en que públicamente llamaba a la tregua entre las pandillas y los gobiernos de Mauricio Funes y una parte del de Salvador Sánchez Cerén como “hipócrita”. Pero que, en cuanto al caso derivado de las escuchas, toda la trama fue fraguada en la FGR, pues el Fiscal General Douglas Meléndez quería mostrar un golpe de efecto sobre la corrupción, pero no como un auténtico combate contra la corrupción, sino a través de una acción ejemplarizante que tornara más disciplinada la institución a su favor.