Madres que luchan con una guerra interna por encontrar a sus hijos

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SALVADOREÑOS

Madres que luchan con una guerra interna por encontrar a sus hijos

Por: Ramón Jiménez, MetroLatinoUsa

Diecinueve años después que finalizó la Guerra Civil en El Salvador cientos de madres salvadoreñas todavía viven un conflicto interno al no poder reencontrarse con sus hijos, que les fueron arrebatados de sus brazos o que los extraviaron tras ser perseguidas por el ejército y fuerzas paramilitares de ese país, y más aún porque fueron dados en adopción sin que ellas supieran.

Un total de 363 casos han sido resueltos desde 1994 que el sacerdote español-salvadoreño Jon Cortina (fallecido en 2005) inició la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, que ahora coordina la trabajadora social Ester Alvarenga.

Alvarenga estuvo de visita en la región metropolitana de Washington como parte de una gira que la llevará a diferentes ciudades de este país en busca de “sensibilizar a la sociedad estadounidense”, en particular quienes adoptaron niños durante el conflicto, pero que se muestran renuentes a cooperar para que se de el reencuentro, también para atraer a más personas que puedan colaborar en difundir el mensaje.

“Queremos sensibilizar a la población en Estados Unidos que nos permita localizar e investigar más casos, pero también queremos iniciar unas redes de apoyo para Pro-Búsqueda, con el fin de recaudar fondos y poder continuar con el legado del padre Jon Cortina, y con toda esa lucha de búsqueda de la verdad y la justicia que los familiares iniciaron desde 1994”, dijo Alvarenga, quien fue recibida por el embajador de su país ante la Casa Blanca, Francisco Altschul.

Explicó la coordinadora de Pro-Búsqueda que en Estados Unidos han encontrado a 53 niños (ninguno en el área de Washington), pero todavía les falta reencontrar a 23 más, que ya están identificados pero que no se puede dar el momento de acercar a las dos familias.

También han realizado reencuentros en varios países europeos, aunque la mayoría se realizaron en territorio salvadoreño, pero todavía hay cientos de casos sin resolver a pesar de las investigaciones y recopilación de datos por métodos más avanzados, aunque algunas veces el trabajo lo hacen con métodos empíricos.

Reconoció que a esa asociación le interesa dar a conocer la problemática de la niñez desaparecida en El Salvador, porque en Estados Unidos también hubo una práctica de niños que de manera fraudulenta los dieron en adopción, y los padres que los acogían creían que estaban adoptando a un joven o una joven de la manera correcta, mientras algunos abogados y otros actores de la sociedad salvadoreña realizaron los trámites de tal manera que disfrazaron bien los datos para justificar la adopción y muchos de ellos cobraron dinero.

“Por esa misma razón es que nosotros vemos a bien educar desde la memoria histórica a la población de Estados Unidos, por supuesto que apenas empezamos, es como un trabajo de hormiga, pero por algo hay que comenzar. Es necesario que las universidades conozcan, que las iglesias conozcan y los sectores sociales de Estados Unidos también conozcan. Por eso hemos venido acá”, dijo Alvarenga, quien desde los 14 años es una sobreviviente de la Masacre del Río Sumpul, en el departamento de Chalatenango, donde murieron unas 300 personas a manos del ejército salvadoreño en la década de los 80.

En Pro-Búsqueda cada año se trazan una meta de localizar entre 8 y 10 jóvenes. El año 2009 fue un año record en toda la historia de investigación, porque resolvieron 17 casos con un proyecto del Departamento de Estado, que se hizo posible también con el financiamiento que era directo a la Unidad de Investigación para que pudieran resolver esa cantidad de casos.

Destacó Alvarenga el apoyo que el Gobierno del presidente Mauricio Funes le está brindando a la asociación que dirige. “Los últimos [cuatro] gobiernos en El Salvador no solamente no colaboraron sino que pusieron obstáculos y además trataban de empañar el trabajo de Pro-Búsqueda; cuando nosotros estábamos reflejando datos tangibles que demostraban la práctica de la desaparición, porque los gobiernos anteriores no quisieron reconocer que esos hechos graves a la violación de los derechos humanos ellos mismos los cometieron, por supuesto había que ponerle muchos mantos para encubrirlos”, dijo.

Pero el trabajo valiente de los familiares de los niños puso en el tapete de la mesa esa realidad y han sentado precedente a través de la lucha por la justicia.

“El Estado tuvo que verse obligado a aceptar algunas medidas de reparación-porque no han cumplido todas las medidas de reparación que la Corte Interamericana ordenó en la sentencia Serrano-Cruz- [dos niñas que todavía no han encontrado], es decir que la Corte Interamericana determinó que el Estado salvadoreño no investigó los casos de los niños y niñas desaparecidos y tampoco aplicó justicia”, puntualizó. (Informaciones por internet: www.probusqueda.org.sv)