Dios creó la familia para cumplir Su voluntad

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Por: Tim Challies*

  En mi artículo anterior sobre la familia, quise mostrar que Dios creó la familia y, por lo tanto, es suya para definirla. Ahora necesito abordar la cuestión del «por qué»: ¿Por qué creó Dios la familia? Responderé esta pregunta de dos maneras, a través de dos artículos. El primero provee esta respuesta: Dios creó la familia para cumplir Su voluntad.

  Antes de llegar ahí, quiero reconocer que la familia es un tema difícil para muchas personas. Casi todos tenemos cicatrices reales relacionadas con asuntos familiares. Algunos tuvieron situaciones familiares muy difíciles cuando eran niños.

  Algunos que desean casarse y formar una familia no han podido encontrar un cónyuge. Algunas parejas que anhelan tener hijos no pueden tenerlos. Sé que son cuestiones muy complejas que pueden dificultar mucho el debate sobre la familia.

  Para nuestros propósitos, tenemos que ver que la intención general de Dios para la humanidad es casarse y tener hijos, aun reconociendo que el plan específico de Dios para algunas personas pudiera ser no casarse o no tener hijos. Y en estas situaciones simplemente debemos confiar en que Dios sabe lo que es mejor, que Sus planes específicos son buenos, aunque no siempre lo parezcan.

  Génesis 1:28 nos muestra el propósito general de Dios para la humanidad en lo que respecta a la familia: «Y Dios los bendijo. Y les dijo Dios: “Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla, y dominad a los peces del mar y a las aves del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”».

  Cuando Dios creó a la humanidad, le asignó una enorme misión en dos partes: una, ser fructíferos y multiplicarse; y dos, someter la tierra y ejercer dominio sobre ella. Ambos mandatos dependen de la familia.

PROCREACIÓN

  La primera parte de nuestra misión es procrear: ser fructíferos y multiplicarnos. Los seres humanos son la corona de la creación de Dios, así que no es de extrañar que Dios haya querido que hubiera más seres humanos. Y aunque podría haber seguido formando a las personas de la manera en que formó a Eva tomándola de Adán, es decir, extrayendo costillas y creando personas a su alrededor, eligió hacerlo de otra manera.

  Dios decidió utilizar la relación sexual como medio de procreación e insertar la relación sexual en el contexto del matrimonio y la familia. De la unión de una sola carne se formaría una nueva carne.

  Por supuesto, la humanidad rápidamente se sumergió en el pecado y esto interrumpió la perfecta voluntad de Dios de muchas maneras. Pero nada ha interrumpido Su intención perfecta. Y es esta: Todo niño debería entrar en este mundo en una familia formada por un hombre y una mujer unidos por el matrimonio.

  Este tipo de familia proporciona el entorno, la estabilidad y el sentido de pertenencia en el que un niño puede desarrollarse mejor. La familia debería proporcionar la principal red de amor y cuidado para acoger a las personas en este mundo, nutrirlas hasta la edad adulta y amarlas durante toda la vida.

  Esto se vuelve aún más importante después de que el pecado entró al mundo, ya que la familia ahora también proporciona el contexto principal en el que las personas se debilitan y mueren. La familia es una red de amor y apoyo que se extiende desde el nacimiento hasta la muerte. Dios ama a las personas, así que les dio la relación fundacional que les serviría mejor. Y es la familia.

DOMINIO

  Entonces, la primera parte de nuestra misión es procrear y para ello es necesaria la familia. La segunda parte es someter la tierra y ejercer dominio sobre ella. La humanidad debía poner orden en toda la tierra, para extender los muros del Jardín del Edén hasta cubrir todo el globo. Y así como un solo ser humano no puede ser fructífero y multiplicarse, un solo ser humano no puede ejercer dominio sobre toda la tierra.

  ¿Qué papel juega la familia en todo esto? Llevar a cabo esta tarea cuando la población mundial ha crecido por miles, millones y miles de millones requiere estructuras sociales. Se necesitaría una organización a escala local, regional y mundial. Las personas tendrían que repartirse las responsabilidades. Tendrían que ser dirigidas y seguir a los líderes. Y toda esta estructura se basaría en la estructura familiar.

  La familia siempre tuvo el propósito de ser la unidad social principal en el mundo y todos deberían formar parte de ella. Todas las demás estructuras se basan en la familia. Es el fundamento principal de cualquier sociedad o civilización.

  Los Diez Mandamientos no dicen: «Honra a tu rey y a tu reina» u «Honra a tu presidente y a tu primera dama». No tienen que hacerlo porque dicen: «Honra a tu padre y a tu madre». La primera estructura de autoridad y organización no es el gobierno, sino la familia. Las demás simplemente construyen sobre ella.

  Una vez más, la caída en el pecado alteró el buen plan de Dios en muchos aspectos, pero la familia sigue ocupando el lugar que le corresponde como el núcleo de nuestra estructura social. El gobierno, la iglesia y cualquier otra institución solo deberían apoyar a la familia, nunca reemplazarla o redefinirla.

CONCLUSIÓN

  ¿Qué hemos visto hasta ahora? En primer lugar, Dios creó la familia. En segundo lugar, Dios creó la familia para llevar a cabo Su voluntad: llenar la tierra de personas y ponerlas bajo Su dominio. En el próximo artículo quiero añadir una segunda razón por la que Dios creó la familia.

*Tim Challies es uno de los blogueros cristianos más leídos en los Estados Unidos y cuyo Blog ( challies.com ) ha publicado contenido de sana doctrina por mas de 6000 días consecutivos. Adora y sirve como pastor en la Iglesia Grace Fellowship en Toronto, Ontario, donde principalmente trabaja con mentoría y discipulado.