Un posible mal fallo judicial emitido por el juez dos del Juzgado Primero Especializado de la Niñez y Adolescencia de Santa Ana, obliga a una madre sonsonateca a entregar a su hijo a su exesposo para que lo retorne a los Estados Unidos, teniendo como fecha fatídica este jueves 23 de marzo.
Gladis Alejandra Chinchilla, asegura que los dados estaban cargados en su contra, pero confía en la justicia divina y que el despacho de la primera dama, Gabriela Rodríguez de Bukele se interese en su caso se aplique la Ley Crecer con Cariño y le den el apoyo necesario para buscar la mejor solución para el bienestar de su hijo de tres años y cuatro meses.
La afligida madre relata con lujo de detalles cómo de su exesposo, de origen estadounidense, recibía maltrato físico, psicológico y patrimonial, al grado que en el 2018 perdió su primer embarazo porque no le permitió acudir a un médico, pese a que sangraba y ello también ponía en peligro su vida. Cuando llegó al médico ya era tarde, el producto del amor que habían procreado ya estaba sin vida.
Un año después nació el menor que ahora se encuentra en disputa, pero la pareja decide separarse por problemas personales. La señora Chinchilla ya no estaba dispuesta en seguir soportando una serie de abusos por parte de su esposo y de lo cual tiene pruebas fotográficas de golpes, como también de otras laceraciones.
Esos abusos también sufrió el menor, dado que su padre no tolera que llorara y por ese motivo no le gustaba convivir con él, en momento que necesitaba de un cuido especial.
Asegura también, que su esposo, para no tener problemas de dormir a su hijo, sin receta médica le suministraba un medicamento para que el menor durmiera. “Por miedo a que me hiciera algo no lo denuncié. Días después sostuvimos una discusión y él (su exesposo) me sujetó con su brazo en el cuello y me estaba asfixiando, por ese motivo lo mordí. Él llamó a la policía y pese a que les dije lo que había ocurrido me llevaron detenida por un día”, dice la víctima de violencia familiar.
“Hubo una ocasión se lo llevó por cinco días y cuando me lo regresó traía una infección en la boca. Cuando llamé al padre me insultó y al tranquilizarse me dijo que me viniera a El Salvador, por lo que me transfirió mil dólares para la compra de los boletos y prestó el vehículo para que me fuera al aeropuerto”, afirma la señora Chinchilla.
Comenta también, que estando en los Estados Unidos solicitó el divorcio, pero que éste se negó a dar ese paso porque un juez de ese Estado tendría que definir la situación legal del hijo de ambos, pero que se valió que ella se encontraba en El Salvador para buscar el divorcio y la tutela legal del menor.
Asegura que en su ausencia se realizó el trámite del divorcio, le dieron la tutela del menor, vendió la vivienda y se amparó en el convenio de la Haya sobre los aspectos civiles de la sustracción internacional de menores. Sin embargo, Gladis Alejandra Chinchilla dice no interesarle lo económico, sino el bienestar de su hijo.
Hasta el momento la mujer no comprende cómo la justicia salvadoreña obró mal en su contra, de una jueza que desestimó todas las pruebas que ofertó en el proceso, que pasó por alto que el niño tiene doble nacionalidad y jurídicamente la obliga a entregar a su hijo a un hombre que maltrata a las personas.
Anteriormente otra jueza tuvo a bien tomar en cuenta todas las pruebas que ofertó la víctima y determinó que no procedía que el menor saliera del país para salvaguardar la integridad del niño, como también de su madre. Se estaba buscando el bienestar de un salvadoreño.
Por el momento, Gladis Alejandra Chinchilla espera que este caso sea retomado por el despacho de la primera dama de la República, Gabriela Rodríguez de Bukele, para que el proceso quede congelado, el caso sea estudiado y mientras eso sucede, el menor quede al cuido de su madre en El Salvador.
“Aquí en El Salvador se habla muchos de la Ley Crecer con Cariño y espero se aplique a mi hijo. Él también es salvadoreño y el Estado no lo tiene que dejar desamparado”, puntualizó la señora Chinchilla.
Se dijo que el juez dos del Juzgado Primero Especializado de la Niñez y Adolescencia de Santa Ana, considera que el esposo de Chinchilla, es una persona apta para el cuido de su hijo y por ese motivo da luz verde para que el menor salga de El Salvador con su padre.