El evento anual de expresión de la cultura hispana, más grande y popular en la capital de los Estados Unidos, se realizó por 51 vez, este domingo 24 de septiembre, en el marco del denominado Fiesta DC.
La Independece Avenue fue testigo una vez más, del colorido, baile, cántico, trajes típicos, carruajes y otras manifestaciones propias de la cultura hispana; puesta de manifiesta por representaciones de los distintos países de la lengua de Miguel de Cervantes.
Las comparsas representativas de más de 20 países se apoderaron de una de las principales avenidas de la ciudad para derrochar latinidad durante el “Desfile de la Naciones”.
El escenario estaba al 100%, la multitud del DMV ansiosa y la música lista para hacer vibrar corazones una vez más.
A pesar de los desafíos climáticos que la tormenta tropical Ophelia planteó, Fiesta DC se mantuvo firme y valiente en el segundo día de su 51ª edición. Este evento emblemático, que celebra la rica diversidad cultural, cerró con un espectáculo digno de recordar.
La lluvia que azotó la ciudad durante los días de celebración no pudo apagar la pasión de los asistentes ni empañar el entusiasmo que colmó las calles de D.C. Cientos de familias provenientes de todos los rincones de la región se congregaron para ser parte de este festival que celebra la música, el entretenimiento y la herencia latina que enriquece la vida de la ciudad.
Participaron renombrados artistas como Lupillo Rivera, A.B. Quintanilla, Huey Dunbar, Los Toros Band y Gerardo entre otros.
El Desfile de Naciones fue nuevamente el epicentro este año, y resultó ser todo un éxito. Fue un desfile colorido que reflejó la riqueza multicultural. Los participantes desfilarán orgullosamente, compartiendo sus tradiciones y raíces con la comunidad.
Este año, el evento honró a Ecuador como país anfitrión destacado, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que les sumergió en la riqueza de la herencia ecuatoriana.
Los organizadores de Fiesta DC se mostraron visiblemente satisfechos y agradecidos con todos los participantes y asistentes que se negaron a dejar que la tormenta los detuviera. El espíritu de comunidad y la celebración de la herencia latina resonaron a lo largo del fin de semana, creando una experiencia inolvidable para todos los presentes.