Este viernes se conoció que el papa Francisco tiene un quebranto de salud que le impide leer sus discursos, por lo que en la audiencia que se realizó en el Vaticano con los participantes del Simposio “Universidades de Comunicadores Eclesiásticos”, promovido por la Conferencia Episcopal de Francia, el Papa Francisco ha señalado que padece “un poco de bronquitis”.
Ante de iniciar el encuentro de este 12 de enero, el Santo Padre entregó el discurso preparado para la ocasión, en lugar de leerlo a los presentes como suele hacer habitualmente.
“Me gustaría leer todo el discurso pero tengo un problema, tengo un poco de bronquitis y no puedo hablar bien”, anunció el Pontífice y a continuación, se disculpó por no poder dirigirse a ellos y explicó que debido a su estado de salud se “cansa” al hablar. También agradeció a los presentes por su comprensión.
El sábado 25 de noviembre, el papa Francisco sufrió una inflamación en los pulmones a causa de una “leve gripe” que le obligó a cancelar parcialmente su agenda.
Tras ser sometido a una TAC (tomografía axial computarizada) en el hospital Gemelli de Roma, se descartó una neumonía, pero se mostró una inflamación pulmonar que le causó algunas dificultades respiratorias.
Para un tratamiento más eficaz, el Vaticano precisó que se le había proporcionado antibióticos por vía intravenosa.
Por estos problemas respiratorios, el viaje que el Santo Padre tenía previsto a Dubái el 1 de diciembre fue cancelado por recomendaciones de los médicos.
En el texto entregado a los participantes en este simposio, el papa Francisco resaltó que comunicar “es la forma más humana que existe”.
Para el Santo Padre, es necesario hacer una “pausa” de vez en cuando para “compartir, rezar y escuchar” y así “redescubrir la raíz de lo que comunicamos, la verdad de la que estamos llamados a dar testimonio, la comunión que nos une en Jesucristo”.
Para Francisco, esto ayuda a “no caer en el error de pensar que el objeto de nuestra comunicación son nuestras estrategias o empresas individuales; a no encerrarnos en nuestras soledades, nuestros miedos o ambiciones; a no apostarlo todo al progreso tecnológico”.
“El reto de una buena comunicación, es ahora más complejo que nunca, y el riesgo es abordarlo con una mentalidad mundana: Con una obsesión por el control, el poder, el éxito; con la idea de que los problemas son ante todo materiales, tecnológicos, organizativos, económicos”, dijo y agregó, que es necesario “volver a empezar desde el corazón”.
Asimismo, el Papa Francisco afirmó que comunicar “no es avasallar con nuestra voz la de los demás, no es propaganda; a veces es incluso silencio; no es esconderse detrás de eslóganes o frases hechas”.
Comunicar tampoco es hacer marketing ni “limitarse a adoptar ciertas técnicas”, sino que “es estar en el mundo para hacernos cargo del otro, de los otros, es ser todo para todos”.