El presidente de Arena, Carlos Saade, aseguró que en ese partido político aún quedan varios corruptos por expulsar o que se vayan ellos solos, como lo hicieron los anteriores que abandonaron sus filas, en un intento de desligarse de los hechos de corrupción cometidos en contra del pueblo salvadoreño.
En una entrevista matutina de televisión local, este miércoles, aceptó que el partido tricolor se convirtió en refugio de ladrones, pero que a él le tocó luchar contra esos malos exareneros, que gracias a Dios se fueron.
Saade prácticamente confirmó, lo que todos los salvadoreños saben, que ese instituto político se ha caracterizado porque su alta dirigencia, entre quienes hay exalcaldes, exdiputados y expresidentes, robaron millones de dólares al pueblo salvadoreño y fondos provenientes de la cooperación internacional.
Además, indicó que esa fue una de las razones por las que nadie se quería hacer cargo de “un partido muerto”, con lo que trató de justificar los malos resultados que obtuvo en las pasadas elecciones presidenciales, legislativas, de concejos municipales y Parlamento Centroamericano.
Asimismo, destacó que él nunca pretendió la dirección de Arena, sino que lo buscaron para que se hiciera cargo, y que fueron pocos los valientes que salieron al rescate de dicho partido que solo logró dos diputaciones y una alcaldía en los pasados comicios.