Promueven producción de hortalizas en El Salvador

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Texto y Fotos: Wilfredo Díaz

La Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador (UES) promoverá el cultivo agro ecológico o horticultura sostenible en el país, con acompañamiento de la cooperación italiana IILA-Plan Trifinio y ayudar al medio ambiente, la adaptabilidad al cambio climático y seguridad alimentaria

  El proyecto IILA-Plan Trifinio, es una organización internacional intergubernamental con sede en Roma-Italia, fundada en 1966. Forma parte del Sistema de la Integración Centroamericana SICA, compuesto por El Salvador, Guatemala y Honduras, para contribuir a fortalecer la competitividad de las economías rurales, a través de la introducción de maquinaria moderna y transferencia de conocimientos técnico científico y de buenas prácticas a comunidades; promoviendo la capacitación de mujeres y hombres, que abarca el triángulo norte.

  Este diseño de cultivo agro ecológico, se desarrolla en el Trifinio, bosque importante de El Salvador, ubicado en Metapán, departamento de Santa Ana.

  En 1987 fue declarado parque nacional; tiene una visión académica, científica, técnica, para capacitar docentes, estudiantes universitarios y agricultores de la zona. Conocerán las actividades agrícolas, que se pueden hacer con los suelos y agua, fuentes principales de la siembra de cultivos.

Nicola Michelon, muestra cómo se realizan estudios de suelo artesanalmente; observan Nelson Bernabé Granados, Alejandra Paredes y Juan Bosco Tario

OPORTUNIDAD A ESTUDIANTES

  Para desarrollar el proyecto, “Innovación Tecnológica e Investigación Científica para la Consolidación de la Horticultura Sostenible en la región del Trifinio”, el Instituto Internacional Italiano Latinoamericana IILA y Plan Trifinio, ha dado la oportunidad a dos estudiantes egresados de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, para realizar sus pasantías de investigación.

  Con los conocimientos adquiridos, visitarán comunidades y pondrán en práctica las técnicas científicas aprendidas, con los agricultores para desarrollar la Horticultura Sostenible.

Teresa Leuratti, estudiante italiana; el doctor Nicola Michelon; el decano Nelson Bernabé Granados Alvarado y la estudiante Alejandra Paredes.

  Como parte de su investigación y la asesoría de un investigador internacional, para tener datos reales, construyeron un vivero tipo casa malla. Cultivaron hortalizas, plantas aromáticas y con el resultado a dos meses de siembra, ya tienen producto de calidad.

  Como parte de su formación académica y teniendo datos puntuales, se trasladan a las comunidades de la zona, dan charlas de cómo mejorar los cultivos y su calidad, ayudando a la seguridad alimentaria, medio ambiente y adaptación al cambio climático.

  Cuando un estudiante realiza sus prácticas profesionales, pasantías de investigación, horas sociales en la empresa privada, campo experimental de la UES, instituciones del gobierno o cooperación internacional, le asignan un asesor de investigación para que visite la zona y vea si están cumpliendo con sus compromisos académicos.

  Este proceso, lleva seis meses como mínimo y un año como máximo, no pueden fallar al tiempo establecido. Cuando finalizan, exponen el tema a sus asesores, son evaluados, hacen correcciones y determinan si ya están listos para presentar la investigación públicamente y graduarse.

VERIFICACIÓN DE TRABAJO

  Nelson Bernabé Granados Alvarado, decano de la mencionada Facultad, se trasladó al lugar a verificar el trabajo de investigación, que los estudiantes realizan.

  En el lugar es recibido por el doctor en Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad de Bolognia-Italia, Nicola Michelon, coordinador del proyecto IILA-Plan Trifinio.

  En el viaje participan, Alejandra Paredes y Juan Bosco Tario, estudiantes egresados de la carrera Ingeniería Agronómica de la UES, quienes realizan sus pasantías de investigación académica con la cooperación italiana. Se ven motivados, cada uno cuenta sus experiencias de campo; aseguran que se han ganado la confianza de los agricultores, por las asesorías técnicas, que comparten para mejorar la agricultura, medio ambiente y manejo de los cultivos con el cambio climático.

  “Realizar este intercambio educativo con investigadores internacionales, que tienen una gran trayectoria y conocimiento científico sobre el tema, se debe aprovechar. Ustedes son los primeros estudiantes, beneficiados con este proyecto, si todo marcha bien, podrán aplicar a una maestría o doctorado en Italia, todo depende de los buenos resultados y responsabilidad que tengan con esta investigación”.

  El decano Granados Alvarado, expresa “Aprenderán sobre el manejo de agua, suelos, procesos de desarrollo de hortalizas, plantas y su interacción con la atmósfera y clima, que ahora con el cambio climático es muy variable. Esta investigación, la aplicaremos en el campus central de la UES, comunidades y campo experimental que tiene la Facultad, garantizando un mejor aporte a la seguridad y soberanía alimentaria del país. Agradecemos a la cooperación italiana, por el apoyo que nos dan con sus conocimientos científicos”.

Teresa Leuratti, Alejandra Paredes y Juan Bosco Tario, preparan la fibra de coco, que le servirá para sembrar la semilla de pepino.

  “Me siento orgulloso de la buena imagen profesional que está dejando Alejandra y Bosco, en el desarrollo de esta investigación. Tenemos que hacer intercambios académicos con estudiantes de las universidades de Bolognia y Padua, para que visiten la estación experimental y compartan sus conocimientos con nuestros futuros profesionales”, afirma el catedrático.

  El trabajo que realizan los estudiantes del Alma Mater, sobre el cultivo agro ecológico o horticultura sostenible es interesante, para ejecutarlo hicieron un vivero como parte de su investigación; sembraron una variedad de hortalizas para estudiar su desarrollo, todo es manejado con abono orgánico y la semilla es reutilizable.

TRASLADO DE CONOCIMIENTOS A AGRICULTORES

  Cultivaron semilla de tomate con diferentes tipos de sustratos, para ver su tiempo de crecimiento y calidad del producto. Chile, pepinillo, cebollines, cilantro, albahaca y flores, cada uno tiene su propio tratamiento. Ya tienen los primeros resultados positivos de las hortalizas, su peso, calidad y tamaño, es mejor de lo que se buscaba. Teniendo esos datos, visitan a los agricultores de la zona, para enseñar cómo sembrar ese producto agrícola en poco terreno. Además, les enseñan artesanalmente a hacer muestreos de suelo, para que conozcan sus tierras de siembra.

Teresa Leuratti y Nicola Michelon, pesan el primer cultivo de pepinillo en el vivero; junto a ellos Nelson Bernabé Granados Alvarado y Alejandra Paredes.

  Su objetivo es desarrollar la investigación científica, fortalecer e impulsar las buenas prácticas agrícolas sostenibles, que tengan un bajo impacto a nivel de medio ambiente y salud humana, aprovechando los recursos naturales de la zona.

  “Se orientará a los agricultores, que tengan una producción de hortalizas saludable, para mejorar la seguridad alimentaria de las personas que viven en el Trifinio. Tenemos cuatro meses para desarrollar este proyecto en la zona, puede durar dos o cuatro años. Se desarrolla en tres fases, la primera se ha iniciado en El Salvador, las otras dos serán en Guatemala y Honduras”.

INNOVACIONES TECNOLÓGICAS

  “El IILA, está considerando hacer mesas técnicas territoriales, para desarrollar una idea de socios locales, públicos, privados y puedan acompañar este proyecto. Nos acercamos a la Universidad de El Salvador, para involucrar docentes y estudiantes a la investigación científica, para desarrollar innovaciones tecnologías en comunidades rurales y su campo experimental, sobre Horticultura Sostenible”.

  “Desde IILA, se puede conseguir recursos a nivel internacional para la formación técnica académica de docentes, estudiantes y puedan realizar sus maestrías o doctorados en Italia. En la Universidad de Bolognia, hemos trabajado investigaciones científicas sobre la agricultura urbana, para fortalecer la producción horticultura sostenible en el área rural y urbana, teniendo un producto fresco, accesible al ser humano para mejorar su alimentación, calidad de vida, utilizando insumos naturales”, concluye Nicola Michelon.

VARIEDAD DE PLANTAS

  En el vivero han construido 14 camas de siembra, en un espacio de 140 metros cuadrados. Han cultivado una variedad de plantas ornamentales, aromáticas, hortalizas nutritivas como tomate, cebollines, pepinillo y chile, entre otros. Un proyecto enfocado al cultivo agroecológico o horticultura sostenible.

  En el vivero, toman sus utensilios de trabajo, colocan agua cuatro veces al día a la tomatera de variedad Pony y Valiente. Con detalle verifican las plantas para ver si no tienen plagas. Verifican el tamaño y peso del producto y el que está listo, lo cortan para venderlos a la comunidad, es un trabajo en equipo y agotador.

EXPERIENCIA DE ESTUDIANTES

  La estudiante Alejandra Paredes, expresa: “Mi rutina de trabajo en el vivero y la visita a las comunidades, es interesante. De lunes a viernes, me levanto a las cinco de la mañana, desayuno, para iniciar mis tareas agrícolas de siete a once de la mañana. Preparo mis botas de trabajo, equipo, agua y me incorporo a realizar el control de hortalizas que hemos sembrado. De once a doce de la mañana, ordeno datos de los cultivos”

  “Mi primera tarea es, verificar cómo va el crecimiento de la tomatera y regarla. Hago mediciones de suelo, inspecciones a las hortalizas que hemos sembrado hace dos meses, ya tenemos resultados positivos. Llenamos los tanques de agua, limpiamos filtros y damos mantenimiento al huerto. Es un trabajo bonito, interesante, sacrificado, se trabaja bajo el sol mucho tiempo, hay que tomar agua. Se necesita valor, hay que dejar por seis meses a la familia, amigos, UES, para avanzar profesionalmente”.

Juan Bosco Tario, Nicola Michelon, Teresa Leuratti, Alejandra Paredes y Nelson Bernabé Granados.

  “Retomo mis actividades a las dos de la tarde, para terminar mi jornada laboral a las siete de la noche. Son los mejores momentos de mi vida los que estoy viviendo. Me ayuda a ver la vida, desde otra perspectiva profesional y hacer cada día mejor las cosas”.

  Cada estudiante, tiene sus propias responsabilidades en el vivero y comunidades. Mientras Alejandra cuida, controla plagas y riega los cultivos, como parte de su investigación, Bosco, visita a los agricultores de la zona para compartir sus conocimientos técnicos, académicos y científicos. Aseguran, que los agricultores, tienen interés de aprender. Hay cosas que no saben, como la profundidad de siembra, sistema de riego por goteo y calidad de tierra donde cultivan.

  “Este proyecto trata del cultivo de hortalizas y el uso del agua, con un enfoque científico. Los conocimientos que adquirimos, los compartimos con los agricultores de la zona, ayudando a que la producción sea mejor”.

  “Cada día, tenemos eventos distintos y uno debe de resolver y adaptarse. Los compañeros de la UES cuando tengan esta oportunidad de hacer este tipo de pasantías de investigación, no dejen ir la oportunidad, porque es ahí donde está la verdadera formación profesional. Lo teórico que nos dan en la universidad, es una base, ya en el terreno cambian las cosas”, finaliza, el estudiante Juan Bosco.